lunes, 22 de octubre de 2018

23. ¿Hay contradicción entre la fe y la ciencia?


No hay una contradicción irresoluble entre fe y ciencia,  porque no puede haber dos verdades. [159] No existe una verdad de la fe que pudiera estar en conflicto con  una verdad de la ciencia. Sólo hay una verdad, a la que se  refieren tanto la fe como la razón científica. Dios ha querido  tanto la razón, mediante la cual podemos conocer las estructuras  razonables del mundo, como ha querido la fe. Por eso la fe  cristiana fomenta y potencia las ciencias (naturales). La fe existe  para que podamos conocer cosas que, aunque no son contrarias a  la razón, sin embargo son reales más allá de la razón. La fe  recuerda a la ciencia que no debe ponerse en el lugar de Dios y  que tiene que servir a la creación. La ciencia debe respetar la  dignidad humana en lugar de atacarla.

159.   Fe y ciencia. «A pesar de que la fe esté por encima de la razón, jamás puede haber contradicción entre ellas. Puesto que el mismo Dios que revela los misterios e infunde la fe otorga al espíritu humano la luz de la razón, Dios no puede negarse a sí mismo ni lo verdadero contradecir jamás a lo verdadero» (Concilio Vaticano I: DS 3017). «Por eso, la investigación metódica en todas las disciplinas, si se procede de un modo realmente científico y según las normas morales, nunca estará realmente en oposición con la fe, porque las realidades profanas y las realidades de fe tienen su origen en el mismo Dios. Más aún, quien con espíritu humilde y ánimo constante se esfuerza por escrutar lo escondido de las cosas, aun sin saberlo, está como guiado por la mano de Dios, que, sosteniendo todas las cosas, hace que sean lo que son» (GS 36,2)

22. ¿Cómo funciona la fe?



Quien cree busca una relación personal con Dios y  está dispuesto a creer todo lo que Dios muestra  (revela) de sí mismo. [150­152] Al comienzo del acto de fe hay con frecuencia una conmoción  o una inquietud. El hombre experimenta que el mundo  visible y el transcurso normal de las cosas no pueden ser  todo. Se siente tocado por un misterio. Sigue las pistas que le  señalan la existencia de Dios y paulatinamente logra la  confianza de dirigirse a Dios y finalmente de adherirse a él  libremente. En el evangelio de san Juan leemos: «A Dios  nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno  del Padre, es quien lo ha dado a conocer» (Jn 1,18). Por eso  debemos creer en Jesús, el Hijo de Dios, si queremos saber  qué nos quiere comunicar Dios. Por eso creer es acoger a  Jesús y jugarse toda la vida por él.

150.   La fe es ante todo una adhesión personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que Él ha revelado, la fe cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse totalmente a Dios y creer absolutamente lo que Él dice. Sería vano y errado poner una fe semejante en una criatura (cf. Jr 17,5-6; Sal 40,5; 146,3-4). 

152.   No se puede creer en Jesucristo sin tener parte en su Espíritu. Es el Espíritu Santo quien revela a los hombres quién es Jesús. Porque «nadie puede decir: "Jesús es Señor" sino bajo la acción del Espíritu Santo» (1 Co 12,3). «El Espíritu todo lo sondea, hasta las profundidades de Dios [...] Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Co 2, 10-11). Sólo Dios conoce a Dios enteramente. Nosotros creemos en el Espíritu Santo porque es Dios. 

21. ¿Qué es la fe?



La fe es saber y confiar. Tiene siete rasgos:  La fe es un puro don de Dios, que recibimos, si lo pedimos ardientemente. 
 La fe es la fuerza sobrenatural que nos es necesaria para obtener la salvación.
 La fe exige la voluntad libre y el entendimiento lúci­do del hombre cuando acepta la invitación  divina.
 La fe es absolutamente cierta, porque tiene la garantía de Jesús.
 La fe es incompleta mientras no sea efectiva en el amor.
 La fe aumenta si escuchamos con más atención la voz de Dios y mediante la oración estamos en un  intercambio vivo con él.
 La fe nos permite ya ahora gustar por adelantado la alegría del cielo. [153­165, 179­180, 183­184] Muchos dicen que creer les parece poco, que quieren saber. Pero la palabra «creer» tiene dos  significados diferentes: cuando un paracaidista pregunta al empleado del aeropuerto: «¿Está bien  preparado el paracaídas?», y aquél le responde, indiferente: «Creo que sí», no será suficiente para  él; esto quiere saberlo seguro. Pero si ha pedido a un amigo que le prepare el paracaídas, éste le  contestará a la misma pregunta: «Sí, lo he hecho personalmente. ¡Puedes confiar en mí!». Y el  paracaidista replicará: «Te creo». Esta fe es mucho más que saber: es certeza. Y ésta es la fe que  hizo partir a Abraham a la tierra prometida, ésta es la fe que hizo que los MÁRTIRES  perseveraran hasta la muerte, ésta es la fe que aún hoy mantiene en pie a los cristianos  persegui­dos. Una fe que afecta a todo el hombre.

153.   Cuando san Pedro confiesa que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios vivo, Jesús le declara que esta revelación no le ha venido «de la carne y de la sangre, sino de mi Padre que está en los cielos» (Mt 16,17; cf. Ga 1,15; Mt 11,25). La fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él. «Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con los auxilios interiores del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede "a todos gusto en aceptar y creer la verdad"» (DV 5). 

20. ¿Cómo podemos responder a Dios cuando él se dirige a  nosotros?



Responder a Dios es creer en él. [142­149] Quien quiera creer necesita «un corazón atento» (1 Re  3,9). Dios busca de muchas maneras establecer  contac­to con nosotros. En cada encuentro humano, en  cada experiencia conmovedora en la naturaleza, en  cada aparente casualidad, en cada reto, en cada dolor,  está escondido un mensaje de Dios para nosotros. De  manera más clara aún nos habla cuando se dirige a  nosotros en su palabra o en la voz de la conciencia.  Nos habla como a amigos. Por ello debemos  responderle también como amigos y creer en él, creer  totalmente en él, aprender a comprenderle cada vez  mejor ya aceptar sin reservas su voluntad.

142.   Por su revelación, «Dios invisible habla a los hombres como a amigos, movido por su gran amor, y mora con ellos para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía» (DV 2). La respuesta adecuada a esta invitación es la fe. 

19. ¿Qué función tiene la Sagrada Escritura en la  Iglesia



La  IGLESIA saca su vida y su fuerza de la  Sagrada Escritura. [103­104, 131­133, 141] Con la excepción de la presencia de Cristo en la  sagrada  EUCARISTÍA, no hay nada que la   IGLESIA venere más reverentemente que la  presencia de Cristo en la Sagrada Escritura. En la  Santa Misa acogemos en pie el Evangelio, porque  en las palabras humanas que escuchamos es Dios  mismo quien nos habla. 128

V. La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia 
131.  «Es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor para la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual» (DV 21). «Los fieles han de tener fácil acceso a la Sagrada Escritura»

133.   La Iglesia «recomienda de modo especial e insistentemente a todos los fieles [...] la lectura asidua de las divinas Escrituras para que adquieran "la ciencia suprema de Jesucristo» (Flp 3,8), «pues desconocer la Escritura es desconocer a Cristo» (DV 25; cf. San Jerónimo, Commentarii in Isaiam, Prólogo: CCL 73, 1 [PL 24, 17]).

18. ¿Qué importancia tiene el Nuevo Testamento para los cristianos?



En el  NUEVO TESTAMENTO se completa la  REVELACIÓN de Dios. Los cuatro evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan son el corazón de la  Sagrada Escritura y el tesoro más preciado de la Iglesia. En ellos se muestra  el Hijo de Dios tal como es y nos sale al encuentro. En los Hechos de los Apóstoles aprendemos acerca de los inicios de la Iglesia  y de la acción del Espíritu Santo. En las cartas apostólicas se pone la vida de los hombres en todos sus  aspectos ante la luz de Cristo. En el Apocalipsis vemos anticipadamente el fin de los tiempos. [124­127,128130,140] Jesús es todo lo que Dios nos quiere decir. Todo el  ANTIGUO TESTAMENTO  prepara la Encarnación del Hijo de Dios. Todas las promesas de Dios encuentran su  cumplimiento en Jesús. Ser cristiano quiere decir unirse cada vez más profundamente  con la vida de Cristo. Para ello hay que leer y vivir los evangelios. Madeleine Delbrêl  dice: «A través de su Palabra Dios nos dice quién es y lo que quiere; nos lo dice de  manera definitiva y para cada día. Cuando tenemos en las manos el Evangelio  deberíamos considerar que allí habita la Palabra que quiere hacerse carne en  nosotros, apoderarse de nosotros para que comencemos de nuevo su vida en un lugar  nuevo, en un tiempo nuevo, en un nuevo entorno humano».

124.   «La Palabra de Dios, que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el Nuevo Testamento» (DV 17). Estos escritos nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo (cf. DV 20). 
125.   Los  Evangelios  son el corazón de todas las Escrituras «por ser el testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro Salvador» (DV 18). 

17. ¿ Qué importancia tiene el Antiguo Testamento para los cristianos?























En el ANTIGUO TESTAMENTO Dios se muestra como Creador y  como quien conserva el mundo y es guía y educador de los hombres.  También los libros del Antiguo Testamento son Palabra de Dios y  Sagrada Escritura. Sin el Antiguo Testamento no se puede  comprender a Jesús. [121 123, 128 130, 140] ― ― En el  ANTIGUO TESTAMENTO comienza la gran historia del aprendizaje  de la fe, que da un giro decisivo en el  NUEVO TESTAMENTO y que llegará  a su meta con el fin del mundo y el retorno de Cristo. Y en esto el Antiguo  Testamento es mucho más que un mero preludio del Nuevo. Los  mandamientos y las profecías del pueblo de la antigua alianza y las  promesas que se contienen en ellas para todos los hombres, no han sido  revocados. En los libros de la antigua alianza se encuentra un tesoro  insustituible de oración y de sabiduría; especialmente los salmos pertenecen  a la oración cotidiana de la Iglesia.

121.  El Antiguo Testamento es una parte de la sagrada Escritura de la que no se puede prescindir. Sus libros son divinamente inspirados y conservan un valor permanente (cf. DV 14), porque la Antigua Alianza no ha sido revocada. 




lunes, 15 de octubre de 2018

16. ¿ Cómo se lee correctamente la Biblia?



La Sagrada Escritura se lee correctamente en actitud  orante, es decir, con la ayuda del Espíritu Santo, bajo  cuya influencia se ha formado. Es la Palabra de Dios  y contiene la comunicación decisiva de Dios para  nosotros. [109­119,137] La  BIBLIA es como una larga carta de Dios a cada uno de  nosotros. Por eso debo acoger las Sagradas Escrituras con  gran amor y con reverencia. En primer lugar se trata de leer  realmente la carta de Dios, es decir, no de esco­ger detalles y  dejar de lado el conjunto. El conjunto debo interpretarlo  desde su corazón y misterio: Jesucristo, de quien habla toda  la Biblia, también el  ANTIGUO TESTAMENTO. Por tanto  debo leer las Sagradas Escrituras en la misma fe viva de la  Iglesia, de la cual han nacido.  491

109.   En la sagrada Escritura, Dios habla al hombre a la manera de los hombres. Por tanto, para interpretar bien la Escritura, es preciso estar atento a lo que los autores humanos quisieron verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso manifestarnos mediante sus palabras (cf. DV 12,1). 
110.   Para descubrir la intención de los autores sagrados es preciso tener en cuenta las condiciones de su tiempo y de su cultura, los «géneros literarios» usados en aquella época, las maneras de sentir, de hablar y de narrar en aquel tiempo. «Pues la verdad se presenta y se enuncia de modo diverso en obras de diversa índole histórica, en libros proféticos o poéticos, o en otros géneros literarios» (DV 12,2). 

15. ¿ Cómo puede ser «verdad» la Sagrada Escritura,  si no todo lo que contiene es correcto?


La  BIBLIA no pretende transmitirnos  precisión histórica ni conocimientos de  ciencias naturales. Los autores eran además  hijos de su tiempo. Compartían las  representaciones culturales de su entorno y  en ocasiones estaban anclados en sus  limitaciones. Pero todo lo que el hombre  debe saber acerca de Dios y del camino de  la salvación se encuentra con certeza  infalible en la Sagrada Escritura.  [106 107,109]

106.   Dios ha inspirado a los autores humanos de los libros sagrados. «En la composición de los libros sagrados, Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería» (DV 11). 

107.   Los libros inspirados enseñan la verdad. «Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra» (DV 11). 

14. ¿ Es verdadera la Sagrada Escritura?



«Los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la  verdad, porque escritos por inspiración del Espíritu Santo, tienen a  Dios como autor» (Concilio Vaticano II, DV 11). [103 107] ― Ni la  BIBLIA cayó ya acabada del cielo ni fue dictada a unos escribas  autómatas. Más bien Dios «se valió de hombres elegidos, que usaban de todas  sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos, como  verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería»  (Concilio Vaticano II, DV 11). Para que determinados textos fueran  reconocidos como Sagrada Escritura se requería además la aceptación  universal en la  IGLESIA. En las comunidades debía existir el consenso: «Sí,  Dios nos habla a través de estos textos; esto está inspirado por el Espíritu  Santo». Desde el siglo IV está establecido en el   CANON DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS cuáles de los muchos textos  cristianos primitivos están inspirados realmente por el Espíritu Santo.

104.   En la sagrada Escritura, la Iglesia encuentra sin cesar su alimento y su fuerza (cf. DV 24), porque, en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente: la Palabra de Dios (cf. 1 Ts 2,13). «En los libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos» 

13. ¿Se puede equivocar la Iglesia en cuestiones de fe?


La totalidad de los fieles no puede equivocarse en la fe, porque Jesús  prometió a sus discípulos que les enviaría el Espíritu de la verdad,  que los sostendría en la verdad (Jn 14,17). [80­82,85­87,92,100] Así como los discípulos creyeron de corazón en Jesús, un cristiano cuando  pregunta por el camino de la vida puede fiarse completamente de la   IGLESIA. Dado que Jesús mismo encargó a sus  APÓSTOLES el ministerio  de la enseñanza, la Iglesia tiene un  MAGISTERIO y no puede callar.  Ciertamente miembros aislados de la Iglesia pueden equivocarse e incluso  cometer faltas graves, pero en su conjunto la Iglesia no puede desviarse de la  verdad de Dios. La Iglesia es portadora a través de los tiempos de una verdad  viva que es mayor que ella misma. Se habla del depositum fidei, del depósito  de la fe que hay que custodiar. Si esa verdad es negada o deformada  públicamente, la Iglesia debe hacer resplandecer de nuevo «lo que se ha creído  en todas partes, siempre y por todos» (san Vicente de Lérins,  450).

92.   «La totalidad de los fieles [...] no puede equivocarse en la fe. Se manifiesta esta propiedad suya, tan peculiar, en el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo: cuando "desde los obispos hasta el último de los laicos cristianos" muestran su consentimiento en cuestiones de fe y de moral» (LG 12). 

100.   El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios ha sido confiado únicamente al Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los obispos en comunión con él. 

12. ¿Cómo sabemos qué es lo que pertenece a la verdadera fe?


La verdadera fe la encontramos en la Sagrada Escritura y en la Tradición viva  de la  IGLESIA. [76,80­82,85­87,97,100] El  NUEVO TESTAMENTO ha surgido de la fe de la Iglesia. Escritura y Tradición van  unidas. La transmisión de la fe no se da en primer lugar a través de textos. En la Iglesia  antigua se decía que la Sagrada Escritura estaba escrita «más en el corazón de la Iglesia  que sobre pergamino». Ya los discípulos y los  APÓSTOLES experimentaron la nueva  vida ante todo a través de la comunión de vida con Jesús. A esta comunión, que se  continuó de un modo diferente tras la Resurrección, invitaba la Iglesia naciente a los  hombres. Los primeros cristianos «perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la  comunión, en la fracción del pan y en las oraciones» (Hch 2,42). Estaban unidos entre sí y  sin embargo tenían espacio para otros. Esto es lo que constituye la fe hasta hoy: los  cristianos invitan a otros hombres a conocer una comunión con Dios, que desde los  tiempos de los apóstoles se ha mantenido inalterada en la Iglesia católica.

76.   La transmisión del Evangelio, según el mandato del Señor, se hizo de dos maneras: 
–  oralmente: "los Apóstoles, con su predicación, sus ejemplos, sus instituciones, transmitieron de palabra lo que habían aprendido de las obras y palabras de Cristo y lo que el Espíritu Santo les enseñó";  
 –  por escrito: "los mismos Apóstoles y los varones apostólicos pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu Santo".

80.   La Tradición y la Sagrada Escritura "están íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma fuente, se funden en cierto modo y tienden a un mismo fin" (DV 9). Una y otra hacen presente y fecundo en la Iglesia el misterio de Cristo que ha prometido estar con los suyos "para siempre hasta el fin del mundo" (Mt 28,20). 
… 

11. ¿Por qué transmitimos la fe?


Transmitimos la fe porque Jesús nos encarga: «Id, pues, y haced  discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19). [91] Ningún cristiano auténtico deja la transmisión de la fe sólo en manos de  los especialistas (maestros, sacerdo­tes, misioneros). Uno es cristiano para  los demás. Esto quiere decir que todo cristiano auténtico desea que Dios  llegue también a los demás. Se dice: «¡El Señor me necesita! Estoy  bautizado, confirmado y soy responsable de que las personas de mi  entorno tengan noticia de Dios y 'lleguen al conocimiento de la verdad'» (1  Tim 2,4b). La Madre Teresa empleaba una buena comparación: «A  menudo puedes ver cables que cruzan las calles. Antes de que la corriente  fluya por ellos no hay luz. El cable somos tú y yo. ¡La corriente es Dios!  Tenemos el poder de dejar pasar la corriente a través de nosotros y de este  modo generar la luz del mundo ­JESÚS­ o de negarnos a ser utilizados y  de este modo permitir que se extienda la oscuridad». 123.

91.  Todos los fieles tienen parte en la comprensión y en la transmisión de la verdad revelada. Han recibido la unción del Espíritu Santo que los instruye (cf. 1 Jn 2, 20-27) y los conduce a la verdad completa (cf. Jn 16, 13). 


10. ¿Está dicho todo con Jesucristo o continúa todavía después de él la  revelación?



En Jesucristo Dios mismo ha venido al mundo. Él es la última  Palabra de Dios. Oyéndole a él los hombres de todos los  tiempos pueden saber quién es Dios y lo que es necesario  para su salvación. [66­67] Con el Evangelio de Jesucristo la REVELACIÓN de Dios está  concluida y completa. Para que la comprendamos, el Espíritu Santo  nos introduce cada vez más profundamente en la verdad. En la vida  de algunas personas entra la luz de Dios de un modo tan fuerte que  ven «los cielos abiertos» (Hch 7,56). Así han surgido los grandes  lugares de peregrinación como Guadalupe en México y Lourdes en  Francia. Las «revelaciones privadas» de los videntes no pueden  mejorar el Evangelio de Cristo. Pero nos pueden ayudar a  comprenderlo mejor. Estas revelaciones no son vinculantes para  todos. Su veracidad es comprobada por la Iglesia.

NO HABRÁ OTRA REVELACIÓN 
66.   "La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo" (DV 4). Sin embargo, aunque la Revelación esté acabada, no está completamente explicitada; corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el transcurso de los siglos. 

9. ¿Qué nos muestra Dios de sí cuando nos envía a  su Hijo?



En Jesucristo Dios nos muestra toda la  profundidad de su amor misericordioso.  [65 66,73] ― Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace  visible. Se hace hombre como nosotros. Esto nos  enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios.  Lleva toda nuestra carga. Anda todos los caminos  con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro  dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí  donde no podemos avanzar más, para abrirnos  la puerta hacia la Vida. 314.

65.   "Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por su Hijo" (Hb 1,1-2). Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre. En Él lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta. San Juan de la Cruz, después de otros muchos, lo expresa de manera luminosa, comentando Hb 1,1-2: 
«

lunes, 8 de octubre de 2018

8. ¿Cómo se revela Dios en el Antiguo Testamento?


En el  ANTIGUO TESTAMENTO Dios se revela como el Dios que ha  hecho el mundo por amor y que es fiel al hombre incluso cuando  éste se separa de él por el pecado. [54­64,70­72] Dios se da a conocer en la historia: Sella con Noé una Alianza para salvar a todos los seres vivos. Llama a Abraham para hacer de él «padre de muchedumbre de pueblos»  (Gén 17,5b) y bendecir en él a «todas las familias de la tierra» (Gén 12,3b). El pueblo de Israel, nacido de Abraham, será su propiedad personal. Dios se da a conocer a Moisés por su nombre. Su nombre misterioso   [YAHVÉ] significa «Yo soy» (Éx 3,14). Libera a Israel de la esclavitud en Egipto, sella una alianza en el Sinaí y  por medio de Moisés da a su pueblo la ley. Una y otra vez envía Dios profetas a su pueblo, para llamarlo a la  conversión y a la renovación de la Alianza. Los profetas anuncian que Dios establecerá una Alianza nueva y eterna,  que realizará una renovación radical y la redención definitiva. Esta Alianza estará abierta a todos los hombres.

54.   "Dios, creándolo todo y conservándolo por su Verbo, da a los hombres testimonio perenne de sí en las cosas creadas, y, queriendo abrir el camino de la salvación sobrenatural, se manifestó, además, personalmente a nuestros primeros padres ya desde el principio" (DV 3). Los invitó a una comunión íntima con Él revistiéndolos de una gracia y de una justicia resplandecientes

7. ¿Por qué tuvo Dios que mostrarse para que sepamos cómo  es?


El hombre, mediante la razón, puede conocer que  existe Dios, pero no cómo es Dios realmente. Pero  como Dios quería ser conocido, se ha revelado a sí  mismo. [50­53, 68­69] Dios no estaba obligado a revelarse a los hombres. Lo ha  hecho por amor. Como en el amor humano podemos saber  algo de la persona amada sólo cuando nos abre su corazón,  del mismo modo sólo sabemos algo de los más íntimos  pensamientos de Dios porque el Dios eterno y misterioso  se ha abierto por amor a nosotros. Desde la creación,  pasando por los patriarcas y profetas hasta la   REVELACIÓN definitiva en su Hijo Jesucristo, Dios 

50.   Mediante la razón natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningún modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelación divina (cf. Concilio Vaticano I: DS 3015). Por una decisión enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableció desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, y al Espíritu Santo. 

6. ¿Se puede acaso captar a Dios mediante conceptos?  ¿Podemos hablar con sentido acerca de él?



Aunque los hombres somos limitados y la  grandeza infinita de Dios nunca cabe en los  conceptos humanos finitos, sin embargo,  podemos hablar acertadamente de Dios [3943, 48] Para decir algo acerca de Dios utilizamos imágenes  imperfectas y representaciones limitadas. Cada  palabra sobre Dios está por tanto bajo la reserva de  que nuestro lenguaje no está a la altura de la  grandeza de Dios. Por eso debemos purificar y  perfeccionar una y otra vez nuestra manera de  hablar de Dios.

Al defender la capacidad de la razón humana para conocer a Dios, la Iglesia expresa su confianza en la posibilidad de hablar de Dios a todos los hombres y con todos los hombres. Esta convicción está en la base de su diálogo con las otras religiones, con la filosofía y las ciencias, y también con los no creyentes y los ateos. 


5. ¿Por qué entonces los hombres niegan a Dios, si  pueden conocerlo mediante la razón?


Conocer al Dios invisible es un gran reto  para el espíritu humano. Muchos se  acobardan ante él. Otros no quieren  conocer a Dios, porque ello supondría tener  que cambiar su vida. Quien dice que la  pregunta acerca de Dios carece de sentido,  porque no se puede resolver, se lo pone  demasiado fácil. [37­38] 357

37.   Sin embargo, en las condiciones históricas en que se encuentra, el hombre experimenta muchas dificultades para conocer a Dios con la sola luz de su razón: 

«A pesar de que la razón humana, sencillamente hablando, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna el mundo por su providencia, así como de una ley natural puesta por el Creador en nuestras almas, sin embargo hay muchos obstáculos que impiden a esta misma razón usar eficazmente y con fruto su poder natural; porque las verdades que se refieren a Dios y a los hombres sobrepasan absolutamente el orden de las cosas sensibles, y cuando deben traducirse en actos y proyectarse en la vida exigen que el hombre se entregue y renuncie a sí mismo. El espíritu humano, para adquirir semejantes verdades, padece dificultad por parte de los sentidos y de la imaginación, así como de los malos deseos nacidos del pecado original. De ahí procede que en semejantes materias los hombres se persuadan de que son falsas, o al menos dudosas, las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas» (Pío XII, enc. Humani generis: DS 3875). 

4. ¿Podemos conocer la existencia de Dios mediante  la razón?


Sí. La razón humana puede conocer a Dios  con certeza. [31­36, 44­47] El mundo no puede tener su origen y su meta en  sí mismo. En todo lo que existe hay más de lo que  se ve. El orden, la belleza y la evolución del  mundo señalan más allá de sí mismas, en  dirección a Dios. Todo hombre está abierto a la  Verdad, al Bien y a la Belleza. Oye dentro de sí la  voz de la conciencia, que le impulsa hacia el Bien  y le alerta ante el Mal. Quien sigue esta pista  razonablemente encuentra a Dios.

31.  Creado a imagen de Dios, llamado a conocer y amar a Dios, el hombre que busca a Dios descubre ciertas "vías" para acceder al conocimiento de Dios. Se las llama también "pruebas de la existencia de Dios", no en el sentido de las pruebas propias de las ciencias naturales, sino en el sentido de "argumentos convergentes y convincentes" que permiten llegar a verdaderas certezas. 
 Estas "vías" para acercarse a Dios tienen como punto de partida la creación: el mundo material y la persona humana. 


3.Por que buscamos a Dios?



 ¿ Por qué buscamos a Dios? Dios ha puesto en nuestro corazón el deseo de  buscarle y encontrarle. San Agustín dice: «Nos  hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está  inquieto hasta que descansa en ti». Este deseo  y búsqueda de Dios lo denominamos   RELIGIÓN. [27­30] Para el ser humano es natural buscar a Dios. Todo  su afán por la verdad y la felicidad es en definitiva  una búsqueda de aquello que lo sostiene  absolutamente, lo satisface absolutamente y lo  reclama absolutamente. El hombre sólo es  plenamente él mismo cuando ha encontrado a Dios.  «Quien busca la verdad busca a Dios, sea o no  consciente de ello» (santa Edith Stein).  5, 281­285.

27.   El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar: 
«La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios. El hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su Creador» (GS 19,1). 

2.Por que nos creo Dios?



Dios nos creó por un amor libre y  desinteresado. [1­3] Cuando un hombre ama, su corazón se desborda.  Le gustaría compartir su alegría con los demás.  Esto le viene de su Creador. Aunque Dios es un  misterio, podemos sin embargo pensar en él al  modo humano y afirmar: nos ha creado a partir  de un «desbordamiento» de su amor. Quería  compartir su alegría infinita con nosotros, que  somos criaturas de su amor.

1.   Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano del hombre: le llama y le ayuda a buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Para lograrlo, llegada la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo como Redentor y Salvador. En Él y por Él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.

martes, 2 de octubre de 2018

BIBLIA E IGLESIA ,GRANDES FUNDAMENTOS


Cuando el SALVADOR manda a predicar a los Apóstoles les dice que vayan a “ todas las criaturas” (Marcos 16, 15-16) y que les prediquen y las bauticen, el mismo SEÑOR pone dos condiciones para la salvación: BAUTISMO Y FE.

Si uno vive la fe y es bautizado es salvo, tenemos pues que tener fe para ser salvos, pero FE DIVINA, no-fe humana…. La fe humana no salva.

¿Que es “Fe Divina”? Es creer bajo la autoridad de DIOS  toda la verdad que  ha sido revelada, no la que yo entiendo. Eso es fe divina, San Pablo nos da ejemplo en:

I Corintios 15, 1-2
“Hermanos, les  recuerdo la Buena  Nueva que les prediqué, y que ustedes recibieron y en la que perseveran firmes. Por ese Evangelio ustedes se  salvan, con tal que lo guarden TAL COMO YO SE LOS PREDIQUE. De otro modo HAN CREÍDO EN VANO”

¡Hay personas que dicen “no importa a que Iglesia asistas!” Si, si importa pues debes buscar la que tiene una enseñanza valida, si no HAS CREÍDO EN VANO.

¿Cuál es la verdadera fe? Nuestros hermanos protestantes contestarían “Creer en JESÚS, como SEÑOR  y SALVADOR”. ¡Estamos de acuerdo en eso! Todos los cristianos creemos en esto. , ¿Pero que es “creer en JESÚS”? Nuestros hermanos protestante dirían: Creer que EL es el Hijo de DIOS  y DIOS  mismo. De nuevo estamos de acuerdo, gracias a DIOS  todos los cristianos creemos esto a excepción de los Testigos de Jehová  que niegan la divinidad de JESÚS. Ahora bien si CRISTO es DIOS, entonces tenemos que aceptar su enseñanza completa y ponernos bajo su autoridad, ¿no es así? Nosotros los católicos decimos amén a esto. Creemos que JESÚS  es el Hijo de DIOS  encarnado y DIOS  mismo y que en un acto de amor nos ha salvado y por eso nos ponemos bajo la autoridad de su Padre DIOS…. y todo esto lo creemos en fe y por fe, sin fe no hay salvación, no hay esperanza, ni cielo…. sin fe solo hay condenación. Creemos firmemente en la palabra de JESÚS : El que cree en mi no morirá.

Pero querido hermano, para creer todo lo que Él enseñó, tengo que saber QUE fue lo enseñado y aún más debo saber que lo que enseñó fue en modo bien simple, para que hasta los tontos lo entiendan y se salven (¡los tontos también se salvan!) Y que por lo tanto su Palabra debe ser infalible de forma que el que las siga tenga la seguridad de que ha creído sin error ni temor  en lo que enseñó JESÚS.

Si JESÚS dijo que quien cree en El y en lo que El ha enseñado tiene vida eterna (San Juan 14, 21), entonces debe haber un método para reconocer cual es su mensaje en estos tiempos de tanta confusión. ¿Nos ha dado JESÚS  este método? Un protestante dirá “Seguramente, es la Biblia” de acuerdo, como Católicos estamos de acuerdo también en esto…………. Pero con la correcta interpretación, una interpretación incorrecta da un mensaje incorrecto y entonces “habremos creído en vano”.

No es la libre interpretación de la Biblia lo que JESÚS  mandó a enseñar a los hombres, sino mandó a fundar la Iglesia de DIOS  vivo quien es según Pablo en I Timoteo 3, 15 “pilar y fundamento de la verdad”.

JESÚS  fue muy claro con su voluntad (que es la del Padre) si El hubiera querido que el hombre aprendiera lo mandado para hacer su voluntad de un libro, lo hubiera mandado a escribir!!!!

¿Ordenó CRISTO JESÚS escribir algún libro? ¡Absolutamente no! CRISTO manda a sus Apóstoles a predicar, Bautizar y a vivir su testimonio (San Marcos 16, 15-16)

CRISTO no dijo: “Siéntense y escriban el Nuevo Testamento, para que todo hombre que lo lea lo interprete a su manera y saquen su propia conclusión” Si así hubiera sido no hubiera existido elCristianismo en la faz de la tierra, nos hubiéramos extinguido en peleas y disputas en el primer siglo (como ocurre ahora). Dice JESÚS  en su Testamento, San Juan 17, 21 “Que todos sean uno, como tu Padre, estás en mi y yo en ti. Sean también uno en nosotros, así el mundo creerá que tu me has enviado”

También de los Apóstoles que entendieron esto dice los Hechos de los Apóstoles, capitulo 2 versículo 42 “ Acudían asiduamente a la enseñanza de los Apóstoles, a la convivencia la fracción del Pan y a la oración”

La idea de la libre interpretación de la Escritura no se conoció en los XVI primeros siglos del cristianismo, esta idea (yo diría, dogma protestante) surge de la Reforma Protestante y como consecuencia desde este siglo hasta hoy hemos visto dividirse la Iglesia y perderse la caridad entre los cristianos para escándalo y mofa de los no creyentes, esto es lo que yo llamaría “la no-voluntad de CRISTO”

CRISTO envía a los Apóstoles con autoridad a enseñar a las naciones (San Mateo 28, 18-20) pero NO dio ningún mandato de escribir, su Palabra.. Reto a cualquiera que me muestre un texto de JESÚS donde diga o insinúe esto, prueba de ello es que de doce Apóstoles, solo dos escribieron: Mateo y Juan, sin embargo los doce predicaron y once de ellos sellaron con su vida esta predicación, esto nos da una medida de que para los que oyeron a JESÚS y recibieron sus mandatos no se consideraron “Religión del Libro” como sus compatriotas Hebreos.

Sabes que cuando surge la controversia que se plantea en el capítulo 15 de Hechos, en donde a Pablo y a Bernabé se les presenta un gran problema doctrinal… ¿ cómo lo resolvieron? Ellos no abrieron la Biblia para encontrar la solución, ellos se refirieron a los Apóstoles y celebraron en Jerusalén el primer concilio de la Iglesia, y la resolución de ellos fue como un dictamen del Espíritu Santo (versículo 28). Porque el criterio de autoridad en el Nuevo Testamento es apostólico

El primer Evangelio escrito es el de San Mateo y fue escrito para beneficio de unos  pocos, no para la Iglesia universal, fue escrito unos siete años después de la Ascensión de JESÚS. San Marcos escribió cerca de 10 años después de JESÚS y para los cristianos de Roma lo que oyó del Apóstol Pedro. San Lucas escribió 20 años después de JESÚS  lo que el mismo investiga y fue escrito como resumen a Teofilo, un particular, San Juan escribe 60 años después. Durante todo este tiempo los Evangelios no eran conocidos por la cristiandad, solo por unos pocos, si leemos I  Corintios 15, 1 y I Corintios 11, 23  San Pablo predicaba lo que había recibido porTradición. ¿Te has puesto  a pensar donde dice en las Epístolas de Pablo que son Palabra deDIOS  para toda la Iglesia? En ninguna parte, eran cartas que Pablo escribía para las comunidades por el evangelizadas con instrucciones y correcciones, San Pablo nunca pensó que un día sus cartas serian Palabra de DIOS  para la Iglesia!!

¿Sabes que ninguno de los Apóstoles jamás leyó un Nuevo Testamento como lo conocemos ahora? ¿Ni ningún Apocalipsis? ¿Ni ninguna Epístola? ¡Y todos con excepción de Juan sellaron con su sangre la palabra predicada! …Todos estos cientos y miles de mártires, ¿de donde aprendieron la fe si no existía un Nuevo Testamento?

¡De la predicación y de la Autoridad de la Iglesia! Por mas de 300 años se predicó sin Nuevo Testamento, y  son estos los  años de mas mártires por proclamar el SEÑORÍO deJESUCRISTO.

En época de la Iglesia Apostólica circularon multitud de falsos evangelio, epístolas yApocalipsis…. Algunos de moda en estos tiempos de la Nueva Era (que no es tan nueva) Circularon el Evangelio de Simón, el de Tomas, el de Nicodemo …el de María, el de la Infancia de JESÚS, el de Barrabás.. Todo esto en las diferentes comunidades, la Iglesia inmersa en las persecuciones ponía sus esfuerzos en mantener la fe de sus hijos y no podía hacer mucho por clarificar la situación. Fue en el año 397 en Cartago, norte de África, que la Iglesia Católica en concilio de Obispos, siendo Obispo de Roma Siricio definió que libros eran y cuales noApostólicos y esto 50 años después de Constantino para desesperación de nuestros hermanos protestantes. ¿Qué método utilizaron después de 300 años para definirlos? Pues la Tradición. Cada Obispo (católico, recuerda… ¡después de Constantino!) Escudriñaba en la Tradición de su territorio si el libro presentado venia de los Apóstoles, al final quedaron 27 libros, que es  lo que hoy se conoce como Nuevo Testamento.

RECUERDA HERMANO, SI TU HOY TIENES EL NUEVO TESTAMENTO ES POR QUE LA IGLESIA CATÓLICA LO DEFINIÓ CON SU AUTORIDAD.

DUDAR DE LA IGLESIA CATÓLICA ES DUDAR DE LOS EVANGELIOS

Ahora bien, el mundo no estuvo sin Libro Sagrado por 397 años, lo estuvo por 1531 Años!!!!!!!!!!!!!. Si los cristianos leyeran un poco mas de historia de la Iglesia se ahorrarían muchas confusiones.

La imprenta tiene menos de 500 años de inventada, la lógica indica que antes de la imprenta era muy difícil componer un libro, los libros se hacían a mano, página por página. Los monjes (Católicos también, ¡qué casualidad!)  Escribían página por página y oraban al mismo tiempo (Como los escribas de Israel), tomaba mas de 10 años componer una sola Biblia, los historiadores dicen que  en el siglo XIII una Biblia costaría el equivalente de $8, 900.00 una cantidad desorbitante para esos tiempos, casi nadie tenia Biblia, no porque estuvieran prohibidas, eso es un mito protestante y la prueba es que Lutero era profesor de Biblia cuando era monje católico, no tenían Biblias porque además de ser caras casi nadie sabia leer en esos tiempos, ni siquiera los nobles sabían, solo los  monasterios eran foco de conocimiento y aquí se estudiaba y se cuidaba. ¿Te has puesto a pensar que si la Biblia llega a nuestros días  es porque la Iglesia la cuidó? Por 1531 año no existió otra Iglesia.

¿Cómo se conocía la Palabra de DIOS en esos tiempos? Por la predicación, que era lo mandado por el SEÑOR….”Predicar a toda criatura” El pueblo de DIOS  lo aprendía por las estatuas, relieves y vitrales de las Iglesias, cuando a las grandes Iglesias se le llamaban “Biblias de Piedras” El pueblo conocía los hechos bíblicos mirando a esto gráficamente. La imprenta surge enAlemania al mismo tiempo que la Reforma Protestante y Lutero imprime miles de Biblias y predica la “libre interpretación” la cual ya vimos que no es mandada por el SEÑOR de aquí nacen miles y miles de controversias y divisiones en el naciente protestantismo (A los 10 años del comienzo de la Reforma ya existían mas de 400 Iglesias protestantes diferentes) La Iglesia Católica prohíbe el uso de la Biblia en lenguaje nativo, para evitar este desastre de división y se remite al Pueblo de DIOS  por la predicación que es lo mandado por JESÚS decisión discutible o no, pero que salva la unidad de la Iglesia.

LA INTERPRETACIÓN PERSONAL DE LA BIBLIA NO ES INFALIBLE Y CONLLEVA A ERRORES. Prueba de esto son las disputas y divisiones que vemos hoy en la Iglesia Protestante llevando en este año a existir mas de 24, 000 Iglesias con doctrinas diferentes y algunas veces hasta contrarias,  DIOS no se contradice y menos su Palabra, la verdad es solo una, no hay dos verdades diferentes de un solo objeto, por lo tanto de tantas interpretacionesBíblicas opuestas,  una sola debe ser la verdadera y las demás erróneas.

Comparemos la Biblia con la Constitución de Estados Unidos. ¿Se puede interpretar laConstitución libremente por los ciudadanos y sacar sus propias leyes? La respuesta es ¡NO! Hace falta que la Corte Suprema la analice y ella sola toma la única e inapelable conclusión de lo que quiere esta decir, de lo contrario seria el caos.

En el Reino de DIOS, este estableció una “suprema corte” que es la Iglesia de quien dijoPablo en I Timoteo 3, 15“es pilar y base de la verdad”

1.Por que estamos en la tierra?


Estamos en la tierra para conocer y amar a Dios,  para hacer el bien según su voluntad y para ir un 
día al cielo. [, 358]

358 Dios creó todo para el hombre (cf. GS 12,1; 24,3; 39,1), pero el hombre fue creado para servir y amar a Dios y para ofrecerle toda la creación. 

Ser hombre quiere decir: venir de Dios e ir hacia Dios.  Tenemos un origen más remoto que nuestros padres.  Venimos de Dios, en quien reside toda la felicidad del Cielo 
y de la Tierra, y somos esperados en su bienaven­turanza  eterna e ilimitada. Mientras tanto vivimos en la tierra. A 
veces experimentamos la cercanía de nuestro Creador, con  frecuencia no experimentamos nada en absoluto. Para que  podamos encontrar el camino a casa, Dios nos ha enviado a  su Hijo, que nos ha liberado del pecado, nos ha salvado de  todo mal y nos conduce infaliblemente a la verdadera vida. 
Él es «el camino y la verdad y la vida» (Jn 14,6).  285


285 Desde sus comienzos, la fe cristiana se ha visto confrontada a respuestas distintas de las suyas sobre la cuestión de los orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo es Dios, que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios (panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de Dios, que brota de esta fuente y retorna a ella ; otros han afirmado incluso la existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas, en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas concepciones, el mundo (al menos el mundo material) sería malo, producto de una caída, y por tanto que se ha de rechazar y superar (gnosis); otros admiten que el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera de un relojero que, una vez hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo); otros, finalmente, no aceptan ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una materia que ha existido siempre (materialismo). Todas estas tentativas dan testimonio de la permanencia y de la universalidad de la cuestión de los orígenes. Esta búsqueda es inherente del hombre

LA BIBLIA DE LOS PROTESTANTES


En el 1534, Martín Lutero tradujo la Biblia al alemán. Pero rechazó los últimos siete libros del A.T. porque estos contradecían sus nuevas doctrinas. Por ejemplo, al quitar los libros de Macabeos, le fue mas fácil negar el purgatorio ya que 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.

Lutero dice que Macabeos no pertenece a la Biblia. Sin embargo Hebreos 11,35 (Nuevo Testamento) hace referencia a 2 Macabeos: "Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor". Los únicos en el Antiguo Testamento a quienes se aplica este pasaje es a los mártires macabeos, que fueron torturados por conseguir la resurrección (2 Mac. 7:11, 14, 23, 29, 36).

¡Lutero consideró conveniente optar por el canon de Jamnia que los judíos habían establecido para distanciarse del cristianismo!. Lo prefirió a pesar que le faltaban libros que Jesús, los Apóstoles y la Iglesia desde el principio habían reconocido. Agrupó los libros que quitó de la Biblia bajo el título de "apócrifos", señalando: "estos son libros que no se tienen por iguales a las Sagradas Escrituras y sin embargo son útiles y buenos para leer".

Lamentablemente Lutero propagó sus errores junto con su rebelión. Por esa razón a la Biblia Protestante le faltan 7 libros del AT. Los consideran libros que ellos llaman "apócrifos".

Tobías
Judit
I Macabeos
II Macabeos
Sabiduría
Eclesiástico (también llamado "Sirac")
Baruc
También a los libros de Ester (protocanónico con partes deuterocanónicas) y Daniel (protocanónico con partes deuterocanónicas) les quitaron algunas partes

Lutero no solo eliminó libros del Antiguo Testamento sino que quiso eliminar algunos del Nuevo Testamento e hizo cambios en el Nuevo Testamento para adaptarlo a su doctrina.

Martín Lutero había declarado que la persona se salva sólo por la fe (entendiendo la fe como una declaración legal), sin necesidad de poner la fe en práctica por medio de obras. Según él todas las doctrinas deben basarse solo en la Biblia, pero la Biblia según la acomoda e interpreta él. Por eso llegó incluso a añadir la palabra "solamente" después de la palabra "justificado" en su traducción alemana de Romanos 3, 28.

Lutero, también se refirió a la epístola de Santiago como epístola "de paja" porque esta enseña explícitamente: "Veis que por las obras se justifica el hombre y no sólo por la fe".

Lutero además se tomó la libertad de separar los libros del Nuevo Testamento de la siguiente manera:

Libros sobre la obra de Dios para la salvación: Juan, Romanos, Gálatas, Efesios, I Pedro y I Juan
Otros libros canónicos: Mateo, Marcos, Lucas, Hechos, el resto de las cartas de Pablo, II Pedro y II de Juan
Los libros no canónicos: Hebreos, Santiago, Judas, Apocalipsis y libros del Antiguo Testamento.
Gracias a Dios, los Protestantes y Evangélicos tienen los mismos libros que los católicos en el Nuevo Testamento porque no aceptaron los cambios de Lutero para esta parte del canon. Pero se encuentran en una posición contradictoria: Reconocen el canon establecido por la Iglesia Católica para el Nuevo Testamento (los 27 libros que ellos tienen) pero no reconocen esa misma autoridad para el canon del A.T.

Es interesante notar que la Biblia Gutenberg, la primera Biblia impresa, es la Biblia latina (Vulgata), por lo tanto, contenía los 46 libros del canon alejandrino.

El reformador español, Casiodoro de Reina, respetó el canon católico de la Biblia en su traducción, la cual es considerada una joya de literatura. Pero luego Cipriano de Valera quitó los deuterocanónicos en su versión conocida como Reina-Valera.