lunes, 8 de octubre de 2018

5. ¿Por qué entonces los hombres niegan a Dios, si  pueden conocerlo mediante la razón?


Conocer al Dios invisible es un gran reto  para el espíritu humano. Muchos se  acobardan ante él. Otros no quieren  conocer a Dios, porque ello supondría tener  que cambiar su vida. Quien dice que la  pregunta acerca de Dios carece de sentido,  porque no se puede resolver, se lo pone  demasiado fácil. [37­38] 357

37.   Sin embargo, en las condiciones históricas en que se encuentra, el hombre experimenta muchas dificultades para conocer a Dios con la sola luz de su razón: 

«A pesar de que la razón humana, sencillamente hablando, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna el mundo por su providencia, así como de una ley natural puesta por el Creador en nuestras almas, sin embargo hay muchos obstáculos que impiden a esta misma razón usar eficazmente y con fruto su poder natural; porque las verdades que se refieren a Dios y a los hombres sobrepasan absolutamente el orden de las cosas sensibles, y cuando deben traducirse en actos y proyectarse en la vida exigen que el hombre se entregue y renuncie a sí mismo. El espíritu humano, para adquirir semejantes verdades, padece dificultad por parte de los sentidos y de la imaginación, así como de los malos deseos nacidos del pecado original. De ahí procede que en semejantes materias los hombres se persuadan de que son falsas, o al menos dudosas, las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas» (Pío XII, enc. Humani generis: DS 3875). 

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