lunes, 15 de octubre de 2018

11. ¿Por qué transmitimos la fe?


Transmitimos la fe porque Jesús nos encarga: «Id, pues, y haced  discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19). [91] Ningún cristiano auténtico deja la transmisión de la fe sólo en manos de  los especialistas (maestros, sacerdo­tes, misioneros). Uno es cristiano para  los demás. Esto quiere decir que todo cristiano auténtico desea que Dios  llegue también a los demás. Se dice: «¡El Señor me necesita! Estoy  bautizado, confirmado y soy responsable de que las personas de mi  entorno tengan noticia de Dios y 'lleguen al conocimiento de la verdad'» (1  Tim 2,4b). La Madre Teresa empleaba una buena comparación: «A  menudo puedes ver cables que cruzan las calles. Antes de que la corriente  fluya por ellos no hay luz. El cable somos tú y yo. ¡La corriente es Dios!  Tenemos el poder de dejar pasar la corriente a través de nosotros y de este  modo generar la luz del mundo ­JESÚS­ o de negarnos a ser utilizados y  de este modo permitir que se extienda la oscuridad». 123.

91.  Todos los fieles tienen parte en la comprensión y en la transmisión de la verdad revelada. Han recibido la unción del Espíritu Santo que los instruye (cf. 1 Jn 2, 20-27) y los conduce a la verdad completa (cf. Jn 16, 13). 


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