lunes, 14 de enero de 2019

100.¿Tuvo Jesús miedo ante la muerte en el Huerto de los  Olivos, la noche antes de morir?



Puesto que Jesús era verdaderamente hombre,  experimentó en el Huerto de los Olivos  verdaderamente el miedo humano ante la  muerte. [612] Con las mismas fuerzas humanas que tenemos todos  nosotros Jesús tuvo que luchar por su asentimiento  interior a la voluntad del Padre de dar su vida para  la vida del mundo. En su hora más difícil,  abandonado por todo el mundo e incluso por sus  amigos, Jesús se decidió finalmente por un sí. «Padre  mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba,  hágase tu voluntad» (Mt 26,42) 476

612.   El cáliz de la Nueva Alianza que Jesús anticipó en la Cena al ofrecerse a sí mismo (cf. Lc 22, 20), lo acepta a continuación de manos del Padre en su agonía de Getsemaní (cf. Mt 26, 42) haciéndose "obediente hasta la muerte" (Flp 2, 8; cf. Hb 5, 7-8). Jesús ora: "Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz..." (Mt 26, 39). Expresa así el horror que representa la muerte para su naturaleza humana. Esta, en efecto, como la nuestra, está destinada a la vida eterna; además, a diferencia de la nuestra, está perfectamente exenta de pecado (cf. Hb 4, 15) que es la causa de la muerte (cf. Rm 5, 12); pero sobre todo está asumida por la persona divina del "Príncipe de la Vida" (Hch 3, 15), de "el que vive", Viventis assumpta (Ap 1, 18; cf. Jn 1, 4; 5, 26). Al aceptar en su voluntad humana que se haga la voluntad del Padre (cf. Mt 26, 42), acepta su muerte como redentora para "llevar nuestras faltas en su cuerpo sobre el madero" (1 P 2, 24). 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario