lunes, 7 de enero de 2019

86. ¿Por qué Jesús no se manifestó nunca en público a lo largo  de treinta años de su vida?


Jesús quería compartir con nosotros su vida y  santificar con ello nuestra vida cotidiana. [531­534,  564] Jesús fue un niño que recibió de sus padres amor y afecto y  fue educado por ellos. De este modo creció «en sabiduría, en  estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres» (lc 2,5152); perteneció a una comunidad rural judía y participó en  los rituales religiosos; aprendió un oficio artesanal y tuvo  que mostrar en él sus capacidades. El hecho de que Dios  quisiera, en Jesús, nacer en una familia humana y crecer en  ella, ha hecho de la familia un lugar de Dios y la ha  convertido en prototipo de la comunidad solidaria.

531.  Jesús compartió, durante la mayor parte de su vida, la condición de la inmensa mayoría de los hombres: una vida cotidiana sin aparente importancia, vida de trabajo manual, vida religiosa judía sometida a la ley de Dios (cf. Ga 4, 4), vida en la comunidad. De todo este período se nos dice que Jesús estaba "sometido" a sus padres y que "progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres" (Lc 2, 51-52). 

534.   El hallazgo de Jesús en el Templo (cf. Lc 2, 41-52) es el único suceso que rompe el silencio de los Evangelios sobre los años ocultos de Jesús. Jesús deja entrever en ello el misterio de su consagración total a una misión derivada de su filiación divina: "¿No sabíais que me debo a los asuntos de mi Padre?" María y José "no comprendieron" esta palabra, pero la acogieron en la fe, y María "conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón", a lo largo de todos los años en que Jesús permaneció oculto en el silencio de una vida ordinaria.

564.   Por su sumisión a María y a José, así como por su humilde trabajo durante largos años en Nazaret, Jesús nos da el ejemplo de la santidad en la vida cotidiana de la familia y del trabajo. 

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