El cielo es el «medio» de Dios, la morada de los ángeles y los santos y la meta de la Creación. Con la expresión «cielo y tierra» designamos la totalidad de la realidad creada. [325327] El cielo no es un lugar en el universo. Es un estado en el más allá. El cielo está allí donde se cumple la voluntad de Dios sin ninguna resistencia. El cielo existe cuando se da la vida en su máxima intensidad y santidad —vida que no se puede encontrar como tal en la tierra—. Cuando con la ayuda de Dios vayamos algún día al cielo, entonces nos espera lo «que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman» (1 Cor 2,9). 158, 285
325. El Símbolo de los Apóstoles profesa que Dios es "el Creador del cielo y de la tierra", y el Símbolo Niceno-Constantinopolitano explicita: "...de todo lo visible y lo invisible".
327. La profesión de fe del IV Concilio de Letrán afirma que Dios, "al comienzo del tiempo, creó a la vez de la nada una y otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la angélica y la mundana; luego, la criatura humana, que participa de las dos realidades, pues está compuesta de espíritu y de cuerpo" (Concilio de Letrán IV: DS, 800; cf. Concilio Vaticano I: ibíd., 3002 y Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8).