sábado, 3 de noviembre de 2018

27. ¿Cómo surgieron las profesiones de fe?



Las profesiones de fe se remontan a Jesús, que mandó a sus discípulos  que bautizaran. En el bautismo debían exigir a las personas la profesión  de una determinada fe, en concreto la fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu  Santo (TRINIDAD). [188­191] El germen de todas las fórmulas de fe posteriores es la fe en Jesús, el Señor, y el  envío a la misión: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos  en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28,19). Todas las  profesiones de fe de la  IGLESIA son desarrollo de la fe en este Dios trinitario.  Comienzan con la confesión de la fe en el Padre, Creador y quien sostiene el  mundo, se refieren luego al Hijo, por quien el mundo y nosotros mismos hemos  encontrado la salvación, y desembocan en la confesión de fe en el Espíritu Santo, la  persona divina por quien se da la presencia de Dios en la Iglesia y en el mundo.

191.  Cada una de estas tres partes se subdividen en una serie de fórmulas variadas y exactas. Utilizando una comparación frecuentemente repetida en las obras de los Santos Padres, llamamos artículos a cada una de las fórmulas del Símbolo que clara y distintamente hemos de creer, lo mismo que llamamos artículos (articulaciones) a las distintas partes en que se divide cada una de las partes del organismo humano (Catecismo Romano, 1,1,4). Según una antigua tradición, atestiguada ya por san Ambrosio, se acostumbra a enumerar doce artículos del Credo, simbolizando con el número de los doce apóstoles el conjunto de la fe apostólica (cf. San Ambrosio, Explanatio Symboli,  8: PL 17, 1158D)

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