martes, 29 de octubre de 2019

¿CUAL ES LA FELICIDAD QUE JESUS NOS HABLA EN EL EVANGELIO?. Reflexion


¿Cuál es la felicidad que Jesús nos habla en el Evangelio?

Cuando Dios no creo, Él nos formó con la necesidad y anhelo profundo de ser felices, podríamos decir que es un hambre que siempre tiene el ser humano y que muchos la siguen buscando en diversas formas y maneras. A cualquier ser humano no importando la condición, la raza y posición, encontraremos a alguien exactamente que busca lo mismo y eso es ser feliz.
Pero lamentablemente si hiciéramos una encuesta difícil coincidiríamos en lo mismo y no tendríamos una respuesta clara.
Tratando de dar solución a esa gran incógnita podremos concluir que la felicidad es algo que nos falta o que no tenemos todavía de manera plena.
Jesús nos enseña que en las bienaventuranzas en la escucha sencilla y poniéndolas en práctica podremos encontrar esa felicidad que no se acaba y perdura mucho en nuestro corazón, que es capaz de brindar ese abrazo que contagia a los demás y anima a poder también compartir esa felicidad, Jesús nunca se equivoca desarrollando una bienaventuranza que si las vivimos hacen un eco especial en nuestra alma. Por una parte, su tono fuerte nos desconcierta, pero por otro lado nos llena de esperanza dándonos esa agua que sacia nuestra sed.
Nunca debemos olvidar que como cristianos el Evangelio de Jesucristo es un llamado permanente a ser feliz. No de cualquier manera si no a la manera de Jesús. Muy alejada a la que la sociedad ofrece basada muchas veces en el dinero, prestigio, el mismo placer. Eso nos confunde de lo que pareciera una gran felicidad.
Jesús no enseña que la mejor manera de ser felices siempre será en una entrega constante al hermano, demostrando que es mejor dar que recibir, es mejor servir que dominar, es mejor perdonar que vengarse. Atravesar esta dimensión no es tan fácil cuando en nuestro corazón no estamos dispuesto a que sea Jesús sea el que gobierne nuestro corazón. Seamos inteligentes y en nuestra intuición hagamos caso a lo que Jesús nos dice y veremos que tiene razón.
Es Cristo que con un grito fuerte nos dice seamos felices luchando por el desprotegido y por nuestra alma, pero también es un grito de maldición para el que no lo haga.
Nos dice felices los que saben ser pobres en corazón y con ese corazón saben compartir con los más necesitados, pero dice también malditos los que solo se preocupan por sus intereses y riquezas.
Felices nos repite los que conocen el hambre y la necesidad porque ellos tendrán compasión de los demás y jamás van a querer explotar, abusar y oprimir a los demás. Nos dice malditos los que con su indiferencia no son capaces de preocuparse por los en sufren

Seamos felices pidiendo tener los sentimientos de Jesús. Construyendo en nuestro corazón un corazón de carne que sea capaz de mirar las diversas necesidades de nuestro mundo, nuestra alma y nuestro hermano, lloremos las injusticias, las muertes, las torturas, los abusos y el sufrimiento y así podremos amar hasta el limite como Jesús lo hizo en la cruz donde él se entregó por cada uno de nosotros.

LA MUJER QUE YO QUIERO. Reflexion




LA MUJER QUE YO QUIERO

Es hermosa, aunque no cumple con los estándares de belleza que la moda dicta.
Es inteligente, aunque no ha recibido títulos universitarios
Es divertida aun cuando no anda por el mundo en despilfarros
Es amable porque todo en ella es digno de ser amado
Es única pues no quiere parecerse a nadie y no le preocupa darle gusto al mundo
Es sencilla y merecedora de amor sincero
No se cree demasiado, pues sabe ser lo suficiente y justo
La mujer que yo quiero vale más qué los números de la báscula, la ropa que se pones o los
zapatos que calza
Tiene la fortaleza de una roca y la belleza de una piedra preciosa
La sencillez de una flor, la belleza de una rosa
La mujer que yo quiero sabe que es creación Dios Padre; redimida por Cristo y templo del
Espíritu Santo.
En su frágil naturaleza se esconde la fuerza de un guerrero capaz de cambiar el rumbo de la
historia: Esther, Ruth, Martha María… son su mejor modelo
Sólo quien no te conoce puede no desear tenerte.
No te preocupes pues tu valor es mayor que el precio de tu ropa, la calificación de un
examen o el número de tus seguidores en facebook.
La mujer que yo quiero no requiere ser empoderada sino libre y de corazón fuerte
Soy un hombre muy feminista, que te apoya y valora… si te hablo bonito no te sientas
acosada, mi intención es que te sientas motivada a ser la mujer versión de ti misma

Que tengas un bonito día.
Autor: Juan Torito Ramírez

¿Quién es el nuevo patrono de los laicos mexicanos?. NOTICIA




JOSÉ ANACLETO GONZALEZ FLORES ­­

Ha sido proclamado patrono de los Laicos mexicanos por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos a través de un decreto con fecha del día 11 de julio pasado.

¿Quién es el nuevo patrono de los laicos mexicanos?

José Anacleto González Flores nació en Tepatitlán, Jalisco, el 13 de julio de 1888, en una familia muy pobre. En 1908 ingresó en el seminario auxiliar de San Juan de los Lagos, sobre salió en sus estudios llegando a suplir la ausencia de algún catedrático, lo que le ganó el apodo de:
«Maistro Cleto».
Cuando terminó el bachillerato comprendió que su vocación no era el sacerdocio ministerial e ingresó en la Escuela de leyes en donde también destacó como pedagogo, orador, catequista y líder social cristiano; escribió algunos libros y muchos artículos periodísticos que aún se conservan y son un extraordinario testimonio de su agudeza de pensamiento, conciencia del momento histórico en que vivió y espíritu profético. Ayudó a fundar y pro­pagar el periódico «Gladium» (espada), desde donde hicieron la defesa de la libertad religiosa de modo intelectual; logrando con ellos el boicot de otros periódicos que no hablaban con la verdad.
Contrajo matrimonio en octubre de 1922 con María Concepción Guerrero con quien procreó 3 hijos, siendo esposo modelo y padre responsable. Una vez proclamada La Ley Calles, tal como lo sugirió Mons. Francisco Orozco, propagó entre los católicos la resistencia pacífica y civilizada a los ataques del Estado contra la Iglesia. Constituyó la Unión Popular con miles de afiliados. En 1926 agotados los recursos legales y cívicos habidos, y viendo la organización de la resistencia de los católicos fuerte y organizada, Anacleto, apoyó los proyectos de la Liga nacional defensora de la libertad religiosa, que acompañó con una intensa vida espiritual de oración y comunión diaria. Su liderazgo lo convirtió en enemigo del gobierno, por lo que pretendieron acabar con él para debilitar La Liga.
La familia Vargas González, le abrió las puertas de su casa, conscientes del grave peligro al que se exponían. El 29 de marzo de 1927, pasó la noche con su familia, castigada por la miseria, rezando y jugando con su esposa y sus hijitos. El 31 de marzo de 1927 se confesó con un sacerdote que se encontraba de paso. Este sacerdote le platicó la respuesta del arzobispo de Durango, Mons. José María González y Valencia, cuando se le preguntó sobre la moralidad de quienes se habían levantado en armas: «No habiendo ellos provocado la agresión y habiendo después agotado todos los medios pacíficos para defender los derechos verdaderamente irrenunciables para ellos y para sus hijos, como el derecho de practicar su religión, quienes se levantan en armas pueden estar tranquilos en su conciencia», a lo que Anacleto dijo: «Esto es lo que nos faltaba. Ahora sí podemos estar tranquilos. Dios está con nosotros».

Se retiró a su cuarto, y escribió lo siguiente: «El espectáculo que ofrecen los defensores de la Iglesia es sencillamente sublime. El Cielo lo bendice, el mundo lo admira, el infierno lo ve lleno de rabia y asombro, los verdugos tiemblan. Solamente los cobardes no hacen nada… los ricos cierran sus manos para conservar su dinero, ese dinero que los ha hecho tan inútiles y tan desgraciados… Hoy debemos dar a Dios fuerte testimonio de que de veras somos católicos. Mañana será tarde, porque mañana se abrirán los labios de los valientes para maldecir a los flojos, cobardes y apáticos». 

A las tres de la mañana del 1 de abril, es apresado con todos los hombres que se encuentran en la casa. Buscaban que Anacleto se reconociera cristero, denunciase a los que integraban el movimiento armado y revelase el paradero de Mons. Orozco y Jiménez. Reconoció su papel en el movimiento, pero nada dijo de sus camaradas ni del Obispo. Los trasladaron al cuartel llamado «el colorado» fue torturado: Lo colgaron de los dedos pulgares, le desollaron los pies, le asentaron culatazos de fusil que sumieron su nariz y rompieron la boca.

Viendo que torturaban a los otros grito: «¡Si quieren sangre aquí está la mía!» Animaba a sus compañeros y decía a sus verdugos: «Vosotros me mataréis, pero sabed que conmigo no morirá la causa. Muchos están detrás de mí dispuestos a defenderla hasta el martirio. Me voy, pero con la seguridad de que veré pronto desde el cielo, el triunfo de la religión en mi Patria».

A las 3 de la tarde antes de ser ejecutado recitó el acto de contrición, luego se dirigió al General Ferreira para decirle: «General, perdono a usted de corazón; muy pronto nos veremos ante el tribunal divino; el mismo Juez que me va a juzgar será su Juez; entonces tendrá usted un intercesor en mí con Dios… Por segunda vez oigan las Américas este grito: “Yo muero, pero Dios no muere”. ¡Viva Cristo Rey!». Anacleto tenía 38 años.
 El 22 de junio de 2004, la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, en presencia del papa Juan Pablo II, promulgó su beatificación junto con y de sus siete compañeros mártires. El 20 de noviembre de 2005, en una ceremonia multitudinaria, fue beatificado en el Estadio Jalisco.





12. ¿Por qué los católicos comen animales impuros?. Apologetica




12. ¿Por qué los católicos comen animales impuros?

OBJECIÓN: La biblia dice que algunos animales son impuros y no se pueden comer. ¿Por qué los católicos no observan estas prohibiciones?

Es verdad que en la Biblia hay una larguísima lista de animales que no pueden comerse. Anotamos aquí algunas de las citas relativas: Lv 11, 1-3; Dt 14, 3-20. En estos textos se habla de animales puros e impuros. La dificultad está en observar la letra y no el espíritu de la palabra de Dios.

Esta distinción se funda probablemente en que algunos animales estaban asociados a los dioses subterráneos y demonios cananeos que producían horror a los israelitas. También habían influido motivos higiénicos. El pueblo de Israel reviste estas cosas de carácter religioso para distinguirse así de los otros pueblos. Si la causa de la división de los animales no fuera la que aquí se alude, sin duda ésta sí vino a fomentar en el judaísmo su separación de los demás pueblos.

Los israelitas se consideraban «puros» y a los paganos los consideraban «impuros». Entre estos dos mundos no había posibilidades de comer en una misma mesa y de tener relaciones familiares. Pero por encima de esta impureza ritual, los profetas insisten en la purificación del corazón (Is 1, 16; Jr 33, 8; Sal 51, 12). En esta perspectiva se comprende mejor la visión de Pedro en Jope, en la cual, el cristianismo dio término a esta división (Hch 10, 9-16).

A propósito, de la impureza de las manos, objetada por los fariseos, Jesús considera la cuestión de forma más general. La Ley atribuía impureza a algunos alimentos (Lv 11), pero Jesús enseña que lo importante es la pureza moral:

«Luego Jesús llamó a la gente y dijo: escuchen y entiendan: “Lo que entra por la boca del hombre no es lo que lo hace impuro, al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca”» (Mt 15, 10-11). En Mc 7, 19b se dice expresamente: «Con esto quiso decir que todos los alimentos son limpios».

San Pablo en Ro 14, 14 afirma: «Yo sé que nada hay impuro en sí mismo; como creyente en el Señor Jesús, estoy seguro de ello». Y, refiriéndose directamente a los alimentos, declara sin ambigüedad en 1Tm 4, 3-5: «Pues todo lo que Dios ha creado es bueno; y nada debe ser rechazado si lo aceptamos dando gracias a Dios, porque la palabra de Dios y la oración lo hacen puro».

Después de estos textos, no tiene sentido quedarse «bloqueado» por las enseñanzas del Antiguo Testamento y no querer comprender que su verdadero sentido fue revelado por Cristo, en el Nuevo. Todos los alimentos, absolutamente todos, son puros en el Señor.

«Coman ustedes todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar nada por motivos de conciencia; porque el mundo entero, con todo lo que hay en él, es del Señor» (1Co 10, 25-27).



11. ¿Por qué los católicos guardan el Domingo y no el sábado?. Apologetica




11. ¿Por qué los católicos guardan el Domingo y no el sábado?

OBJECIÓN: Dt 5, 12-14; Ex 16, 23; Is 66, 23. Dicen que el día del Señor es el sábado.
En los Mandamientos de la ley de Dios leemos: «Ten en cuenta el sábado para consagrarlo al Señor, tal como el Señor, tu Dios, te lo ha ordenado. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es día de reposo consagrado al Señor tu Dios. No hagas ningún trabajo en ese día, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el extranjero que vive en tus ciudades, para que tu esclavo y tu esclava descansen igual que tú» (Dt 5, 12-14).

«Y Moisés les dijo: “eso es lo que el Señor ha ordenado. Mañana es sábado, un reposo consagrado al Señor. Cocinen hoy lo que tengan que cocinar y hiervan lo que tengan que hervir, y guarden para mañana todo lo que sobre”»  (Ex 16, 23; cf. Is 66, 23).

La pregunta es: ¿Por qué entonces los católicos no guardan el sábado?

Esta cuestión del sábado es bastante antigua. Por lo menos siete veces encontramos en los evangelios la narración de las polémicas suscitadas entre Cristo y los fariseos. He aquí las citas de los textos relativos: Mt 12, 1-8; Mc 3, 1-6; 2, 23-28; Lc 6, 1-5; 6, 6-11; 13, 10-17; 14, 1-6. En uno de estos debates, Jesús concluyó: «… el sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. Por esto, el Hijo del hombre tiene autoridad también sobre el sábado» (Mc 2, 27-28).

Hay que tener presente el significado y origen de la palabra Sabbath: descanso, que alude al septimo día luego de la creación realizada por Dios en seis dìas.  Lo importante de este mandamiento es destinar un día de cada siete para el descanso y el culto.

Los primeros cristianos comprendieron el verdadero significado de este mandamiento y, para no crear confusión con la religión judía, escogieron para su descanso el domingo por ser el día de la Resurrección y de la venida del Espíritu Santo, que son dos acontecimientos de capital importancia para la vida de los cristianos. He aquí algunos textos bíblicos que demuestran que el cambio del día de descanso, del sábado por el domingo, es de origen apostólico:

«El primer día de la semana nos reunimos para partir el pan, y Pablo estuvo hablando a los creyentes. Como tenía que salir al día siguiente, prolongó su discurso hasta la media noche» (Hch 20, 7).

«En cuanto a la colecta para los del pueblo santo, háganla según las instrucciones que di a las Iglesias en la provincia de Galacia. Los domingos cada uno de ustedes debe apartar algo, según lo que haya ganado, y guardarlo para que cuando yo llegue no se tengan que hacer colectas» (1Co 16, 1-2).

No tiene sentido protestar contra el cambio querido por los apóstoles, refiriéndose al Antiguo Testamento, como si Cristo todavía no hubiera venido a salvarnos. A este propósito escuchamos la amonestación de Pablo:

«Por lo tanto, que nadie los critique a ustedes por lo que comen o beben, o por cuestiones tales como días de fiesta, lunas nuevas o sábados. Todo esto no es más que la sombra de lo que ha de venir, pero la verdadera realidad es Cristo» (Col 2, 16-17).


lunes, 21 de octubre de 2019

Oracion para obtner los dones del Espiritu Santo.


Amor infinito y Espíritu Santificador:

Contra la necedad, concédeme el Don de Sabiduría, que me libre del tedio y de la
insensatez.
Contra la rudeza, dame el Don de Entendimiento, que ahuyente tibiezas, dudas,
nieblas, desconfianzas.
Contra la precipitación, el Don de Consejo, que me libre de las indiscreciones e
imprudencias.
Contra la ignorancia, el Don de Ciencia, que me libre de los engaños del mundo,
demonio y carne, reduciendo las cosas a su verdadero valor.
Contra la pusilanimidad, el Don de Fortaleza, que me libre de la debilidad y
cobardía en todo caso de conflicto.
Contra la dureza, el Don de Piedad, que me libre de la ira, rencor, injusticia,
crueldad y venganza.
Contra la soberbia, el Don de Temor de Dios, que me libre del orgullo, vanidad,
ambición y presunción.

Oracion al Espiritu Santo.



¡Oh Espíritu Santo!, llena mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que
yo pueda, con el don de Sabiduría, saborear las cosas de Dios que me haga
apartar de las terrenas.
Que pueda, con el don del Entendimiento, contemplar, con fe viva, la importancia
y la belleza de la verdad cristiana.
Que, por el don del Consejo, ponga los medios más conducentes para
santificarme, perseverar y salvarme.
Que el don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos para la confesión de
la fe y en el camino de la salvación.
Que pueda con el don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo
falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del
pecado.
Que, por el don de Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa
devoción y sea misericordioso con el prójimo.
Finalmente, que, con el don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y
veneración por los mandamientos de Dios y el cuidando de no ofenderle jamás con
el pecado.
Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual;
que, lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la
belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.

10. ¿Es la superstición contraria a la fe?. Apologetica




OBJECIÓN:
¿Por qué es malo cargar amuletos, consultar adivinos y decir fórmulas mágicas?

La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que
damos al verdadero Dios, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte,
legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales,
prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf. Mt 23, 16-22). (CIC 2111).

La superstición es contraria al primer mandamiento: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
toda tu mente» (Dt 6, 5; Mt 22, 37). Las supersticiones basadas en el pensamiento mágico o en una religiosidad degradada,
instrumental y embaucadora es contraria a la verdadera religion y son realidades incompatibles. Sin embargo, existen
católicos que «sin quererlo», por ignorancia, las practican de modo habitual.

Efectivamente, la religión nos lleva hacia Dios, en cambio la superstición acaba con nuestra fe en Dios porque tiende hacia
otra dirección. Santo Tomás afirma: «El culto al único y verdadero Dios es algo propio de la religión. Luego, la superstición se
opone a la religión» (STh. II-II q 92 a.1). Lejos de hacer un bien, las prácticas supersticiosas son esclavizantes.

Hay muchas y muy variadas formas de superstición. Entre ellas podemos mencionar:

1. Superstición culto indebido a Dios. La devoción a los santos es querida por Dios, a través de ellos vemos la grandeza de
su poder y amor hacia los hombres. Sin embargo, la devoción popular que se tiene a algunas imágenes de santos se
desvirtúa por la intención pretendida, pues, se colocan en las casas o en los negocios no con el fin de imitar sus virtudes o
por que se conozca su vida ejemplar y se quiera orar con ellos y pedir su intercesión; sino con el fin de obtener buena suerte,
éxito en los negocios, conseguir novio (a), alejar el mal y atraer el bien. Tal es el caso de la falsa devoción a «san Juditas»,
san Martín Caballero, san Antonio, san Charbel, etc., lamentablemente son ejemplo típico de una religiosidad desviada,
puesto que se les ve como amuletos y no como a santos que son.

2. Superstición por adivinación. Es la pretensión de conocer lo que está más allá del poder normal de la inteligencia y de la fe,
para beneficiarse o dañar a otros; mediante la invocación a los muertos, el espiritismo, la quiromancia, el tarot, la brujería, la
magia, la astrología en general, etc. Es la recurrencia a los medios irracionales, antes mencionados para conocer el futuro o
cosas secretas, pero sólo llevan al engaño. Se ignora que Dios es el Señor de la historia y de la vida que participa a través de
su Iglesia en la salvación de los hombres y que el verdadero conocimiento de las cosas se alcanza mediante la investigación
y el estudio.

3. Superstición de las vanas observancias. Es la utilización de signos vacíos de todo contenido -no pasar por debajo de una
escalera, no pisar objetos en forma de cruz, el uso de colores en determinados días para obtener beneficios favorables, el
uso de números cabalísticos, pócimas y ungüentos para obtener éxito, etc-. En este orden entran las técnicas esotéricas para
adquirir la «armonía interior» mediante fórmulas y símbolos; «métodos de concentración»; poniendo en realidades humanas
la confianza que hay que poner sólo en Dios y en sus sacramentos verdaderos.

4. Superstición como idolatría. Aquí estan los que ponen su confianza en objetos que tienen un supuesto poder en sí mismos
o en el poder de ciertos elementos (metales, piedras, pirámides magnéticas, fórmulas mágicas y encantamiento); amuletos y
talismanes (la pata de conejo, el ojo de venado, elefantes, herraduras, sabila con listones rojos…). Es importante recordar
que ningún elemento tiene podere sobrenatural por sí mismo, de manera mágica; quienes aseguran lo contrario son
charlatanes que se agregan al consumismo materialista de nuestro tiempo, aprovechandose de la necesidad, ingenuidad e
ignoracia de mucha gente.

Ahora bien, la práctica de portar medallas -san Benito, la Milagrosa…-, escapularios, reliquias, etc. o, pronunciar jaculatorias,
recitar oraciones sagradas, es buena y legítima si se llevan o se pronuncian como una manera de reconocer y de expresar la
necesidad que tenemos del auxilio divino o como un modo de reverenciar a Dios; pero puede ser una práctica supersticiosa si
ponemos nuestra confianza en la materia de la que están hechos, en el hecho físico de llevarlos puestos, o en su
pronunciación como fórmulas mágicas.

En la Biblia, Dios prohíbe la superstición, porque al entregarse a ellas, el hombre termina por destruirse a sí mismo y nunca
conocerá el verdadero amor de su Padre: «Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la creatura
en vez del Creador» (Rm 1, 25; cf. Lv 19, 31; Dt 18, 11; Is 8, 19).

La Evangelización es el medio más eficaz para combatir todas estas desviaciones que practica mucha gente, mucho más de
lo que imaginamos. La ignorancia de las verdades fundamentales de la fe, la falta de evangelización y el descuido pastoral en
muchas parroquias, fomentan la proliferación de creencias desviadas y el avance de las sectas en el pueblo catolico

9. ¿Estan prohibidas las imagenes y las estatuas?. Apologetica




OBJECIÓN:
Claramente se dice en la Biblia que las imágenes y las estatuas están prohibidas, esto se puede leer en Ex 20, 4; Dt 4, 16; y
Lv 26, 1. ¿Por qué los católicos tienen tantas imágenes y estatuas?

Es verdad que en dichos textos se prohíben las imágenes y las estatuas, pero es igualmente verdad que, en otros textos,
Dios ordena esculpir estatuas, como en Ex 25, 18; Nm 21, 8; 1R 6, 23-29; 7, 25-29. Encontrándonos aparentemente ante una
contradicción, es necesario que veamos el por qué de la prohibición, para comprender el motivo y no quedarnos con la
impresión de que una prescripción legal se opone a otra.

¿Cuál es el motivo para que Dios prohíba esto? La respuesta la tenemos antes y después de las palabras que lo prohíben:
«No tengas otros dioses aparte de mí. No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay
abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo
soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos» (Ex 20,
3-5).

Como se ve, lo que prohíbe Dios es «construirse» otros dioses, pues el pueblo judío era propenso a eso. En Ex 32, 1-8 se
relata que, en ausencia de Moisés, se fabricaron un becerro de oro y lo adoraron. Dios prohíbe la idolatría, no las estatuas o
las imágenes como si éstas fueran malas en sí mismas. Esto lo podemos ver claramente cuando el mismo Dios ordena
esculpir dos querubines para adornar el arca de la alianza: «… con dos seres alados de oro, labrado a martillo en los dos
extremos» (Ex 25, 18).

Otro ejemplo lo encontramos cuando Dios dice a Moisés: «Y el Señor le dijo: hazte una serpiente como ésas, y ponla en el
asta de una bandera. Cuando alguien sea mordido por una serpiente, que mire hacia la serpiente del asta, y se salvará.
Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en el asta de una bandera, y cuando alguien era mordido por una serpiente,
miraba a la serpiente de bronce y se salvaba» (Nm 21, 8-9).

Así pues, lo importante es comprender que, mientras no haya peligro de tomar como dioses ni a los dos querubines, ni a la
serpiente, Dios manda esculpirlos. Pero Israel cometió un grave pecado, y llegó el día en que vio a la serpiente como a una
divinidad. Entonces, Dios ordenó su destrucción: «Él fue quien quitó los santuarios paganos, hizo pedazos las piedras
sagradas, rompió las representaciones de Aserá y destrozó la serpiente de bronce que Moisés había hecho y a la que hasta
entonces los israelitas quemaban incienso y llamaban Nehustán» (2R 18, 4).

Los textos mencionados al principio de este capítulo también hablan de estatuas. No es necesario transcribirlos, cada cual
podrá leerlos en su Biblia. En el Nuevo Testamento no hay ninguna prohibición al respecto. Pero se menciona una
circunstancia que era propicia para que Jesús condenara el uso de las imágenes, mas no lo hizo. Se trata del momento en el
que presentaron al Señor una moneda con la imagen del César. Y de su parte, no hay ninguna palabra de desprecio y de
condena contra ella (Mc 12, 16-17).

¿Quién cree hoy en día que Dios prohíbe las imágenes? ¿En qué casa no hay una foto de alguna persona querida? Lo que
Dios prohíbe es la idolatría. Por eso la Iglesia Católica prohíbe también la idolatría. No enseña a adorar a los santos o a sus
imágenes, sino exhorta vivamente a los cristianos a que se sirvan de la devoción a ellos para acercarse más a Dios, imitando
sus virtudes, y haciéndose ayudar con su intercesión.

Además de las imágenes y las estatuas, la Iglesia venera las reliquias de los santos, no como si tuvieran poder por ellas
mismas, sino en virtud de las personas a las cuales pertenecieron.

El culto de las reliquias no se opone a la enseñanza de la Biblia. En Mt 9, 20, se lee que una mujer, al tocar el manto de
Jesús, quedó curada gracias a ello; en Hch 5, 15, describe la curación de muchos enfermos al ser tocados por la sombra de
Pedro. Y en Hch 19, 11-12 se lee: «Y Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo, tanto que hasta los pañuelos o las
ropas que habían sido tocados por su cuerpo eran llevados a los enfermos, y éstos se curaban de sus enfermedades, y los
espíritus malignos salían de ellos.»

Otro texto que vale la pena tener presente para entender el culto a las reliquias, es 2R 13, 20-21: «Eliseo murió y lo
enterraron. Y como año tras año bandas de ladrones moabitas invadían el país, en cierta ocasión en que unos israelitas
estaban enterrando a un hombre, al ver que una de esas bandas venía, arrojaron al muerto dentro de la tumba de Eliseo y se
fueron. Pero tan pronto como el muerto rozó los restos de Eliseo, resucitó y se puso en pie».

La eficacia que da Dios a lo que perteneció a algunos de sus siervos, nos demuestra que la veneración a estos objetos no es
superstición. A Dios agrada el respeto que tenemos a sus más fieles siervos y a cuanto les perteneció.

jueves, 10 de octubre de 2019

LA ENFERMEDAD DEL DINERO. Reflexion




LA ENFERMEDAD DEL DINERO

La ENFERMEDAD DEL DINERO suele ser en gran parte silenciosa. Surgen demasiados síntomas que si no les pones atención pareciera que es normal todo, pero los síntomas poco a poco van absorbiendo a la persona, provoca un descontrol interior de la persona y poco a poco va robando la vida del enfermo hasta el punto de robarle la alegría de vivir.

Como toda enfermedad va agravando cuando son más las partes que va consumiendo y engrandando en las personas va aumentando en la medida en que ella va colocando como prioridad suprema. Sin darse cuenta que el enfermo termina por reducir su existencia al ser reconocido y admirado por su dinero, piensa que ha adquirido un escalón más en su vida sin darse cuenta que va en retroceso porque poco a poco va perdiendo su libertad y termina atado a su dios el DINERO.
Y esto provoca que el dinero se convierte en los más importante por encima de ética, dignidad, amistad, familia y amor. Su Mayor síntoma es la insatisfacción y vive en una competitividad constante de ganar siempre más o ser el mejor.
Lo más terrible que esta enfermedad va acaparando tu mente, corazón y alma al punto que ya no tiene voluntad sobre ella misma ya que no sabe detenerse, poco a poco ira cediendo a las pequeñas injusticias y luego a mayores. Se convierte una de sus normas el que se debe ganar de todo cualquier costa.
El efecto más desgarrador es que su corazón se endurece y la persona ya pone un obstáculo y no acepta la opinión de ninguna persona y así pronto va alejándose de las personas que en verdad lo aman y se va llenando de personas que el considera que son la mejor compañía para el por el hecho de que piensas igual que él.
El REMEDIO no consiste en despreciar el dinero sino darle un valor que corresponde. Debemos que el verdadero dinero se gana de un trabajo honrado, sabemos que es necesario para vivir, pero se vuelve nocivo cuando solo lo buscamos por poseer y conseguir los que otros no pueden.
Toda persona que pone al dios DINERO como prioridad termina en un vacío interior cubierto de superficialidad, llega a tener una tristeza agobiante y nostalgia que no termina.
La mejor manera de ganar el dinero es el trabajarlo de manera limpia, usarlo con inteligencia, hacerlo fructificar con justicia y caridad por el bien del prójimo.
Se comprende en el episodio del joven rico que se le acerca Jesús preguntando qué debe hacer para ganar el reino de los cielos que el sobre ponía el dinero como bien absoluto porque la respuesta de él que estaba enfermo por el dinero fue FRUNCIO EL SEÑO Y SE MARCHO TRISTE POR QUE ERA MUY RICO ya que la condición de Jesús fue comparte todo lo que tiene. El dinero le quito la libertad de responder a un llamado para iniciar una vida más sana y cerca de Jesús.
Pidamos a al Señor que nuestro corazón este más cerca de las cosas de El y más lejos de las cosas no que no le dan valor a mi espiritualidad pensando que es más importante mi vida eterna y menos mi vida pasajera. Que lo que aquí carezca económicamente en el cielo será recompensado si colocamos a Dios como primer lugar y así lograremos cumplir el primer mandamiento.


DESMORALIZAR A LA MUJER GRAN OBEJTIVO DEL REINO DEL MAL




La desmoralización de la mujer es uno de los objetivos del reino del mal

La moral tiene dos definiciones: es la disciplina filosófica que estudia el comportamiento humano en cuanto al bien y el mal. Es el conjunto de costumbres y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de las personas en una comunidad. Estas definiciones las podemos calificar como tradicionales, se han compuesto a lo largo de los siglos.

Hoy la palabra moral suena en peyorativo “moralista” y designa el juicio de una acción como buena o mala de acuerdo a lo anticuado o retrograda que se consideren los enjuiciantes. Un ambiente ambiguo y permisivo ha impregnado las sociedades y ya no nos deja ver con  claridad la bondad o maldad de los actos humanos. Hay quienes proclaman que aquello bueno para unos no debe serlo para todos; en todo caso, se proclama la ley de la tolerancia, en donde los actos son buenos si a un individuo le satisfacen y su consiente no le reclama.

En esta puerta permisiva pasan libremente ideas caprichosamente destructivas para los seres humanos, así por ejemplo el matrimonio es bueno, pero lo es igualmente una profesión; de ahí que si ambos padres son profesionales ambos deben realizarse como tales y entonces ¿dónde queda la familia? ¿Quién tiene mayor responsabilidad al educar  a los hijos? ¿Y el rol de madre? ¿Y la función del padre?

Lamentablemente vivimos en tiempos de  mucho subjetivismo es decir que nos dejamos llevar por los propios criterios; hasta hace no mucho las reglas de conducta eran universales basadas en reglas objetivas cuya comprobación
, hoy en día se plantea la posibilidad de que lo que es bueno para algunos no debe ser impuesto para todos; han surgido términos como la tolerancia que proclama la libertad de pensar de acuerdo al criterio

Platicando con algunos caballeros sobre todo: esposos  y padres de algunas mujeres me he encontrado con algunas quejas de este tipo:

-          Se fue a una fiesta y llegó a las tres de la mañana
-          Se alcoholizó con el marido y dejaron al bebé con los abuelitos
-          No le gusta su apariencia y quiere operarse las lonjas, la nariz, la cadera…
-          Se gasta casi el total de su sueldo en ropa, zapatos, accesorios y en mantener con crédito su celular.
-          Viste muy juvenil y en la calle le faltan  al respeto
-          En el trabajo y en su círculo social es súper agradable y servicial y en la casa todo le molesta
-          No sabe cuidar a sus hijos y estos se han vuelto un desastre
-          Descuida mucho a su familia por tener otras prioridades

Estas expresiones me han llevado a pensar en la fuerza negativa que ha alcanzado la difusión del Reino del mal y como ha influido en la conducta de muchas mujeres. Desde hace tiempo he tenido la convicción de que el sistema económico en el que vivimos tiene como objetivo principal   a la
 Definitivamente


Quiero dejar claro que no se trata de caer en el juego.