No. Los diez mandamientos constituyen una
unidad. Cada mandamiento remite a los demás.
No se puede quitar arbitrariamente ningún
mandamiento. Quien transgrede alguno de ellos
quebranta toda la ley. [2069,2079]
Lo peculiar de los diez mandamientos consiste en que
en ellos se abarca toda la vida del hombre. Pues los
hombres nos relacionamos a la vez con Dios
(mandamientos 1 al 3) y con nuestro prójimo
(mandamientos 4 al 10); somos seres sociales y
religiosos.
2069. El Decálogo forma un todo indisociable. Cada una de las ―diez
palabras‖ remite a cada una de las demás y al conjunto; se condicionan
recíprocamente. Las dos tablas se iluminan mutuamente; forman una
unidad orgánica. Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los
otros (cf. St 2, 10-11). No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios
su Creador. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres,
que son sus creaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida
social del hombre
2079. El Decálogo forma una unidad orgánica en la que cada
“palabra” o “mandamiento” remite a todo el conjunto. Transgredir
un mandamiento es quebrantar toda la ley (cf. St 2, 10-11).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario