No, no están en absoluto condicionados por
el tiempo. En ellos se expresan los deberes
fundamentales del hombre hacia Dios y
hacia su prójimo, son inmutables y valen
siempre y en todas partes. [20702072]
Los diez mandamientos son tanto mandatos de la
razón como parte de la REVELACIÓN
vinculante de Dios. Son tan fundamentalmente
vinculantes que nadie puede quedar dispensado
de su cumplimiento.
2070. Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios.
Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre.
Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los
derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona
humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ―ley
natural‖:
«Desde el comienzo, Dios había puesto en el corazón de los hombres los
preceptos de la ley natural. Primeramente se contentó con recordárselos.
Esto fue el Decálogo, el cual, si alguien no lo guarda, no tendrá la
salvación, y no les exigió nada más» (San Ireneo de Lyon, Adversus
haereses, 4, 15, 1).
2072. Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales
del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido
primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su
obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de
ellos. Los diez mandamientos están grabados por Dios en el corazón
del ser humano.
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