La
desmoralización de la mujer es uno de los objetivos del reino del mal
La
moral tiene dos definiciones: es la disciplina filosófica que estudia el
comportamiento humano en cuanto al bien y el mal. Es el conjunto de costumbres
y normas que se consideran buenas para dirigir o juzgar el comportamiento de
las personas en una comunidad. Estas definiciones las podemos calificar como
tradicionales, se han compuesto a lo largo de los siglos.
Hoy la palabra moral suena en
peyorativo “moralista” y designa el juicio de una acción como buena o mala de
acuerdo a lo anticuado o retrograda que se consideren los enjuiciantes. Un
ambiente ambiguo y permisivo ha impregnado las sociedades y ya no nos deja ver
con claridad la bondad o maldad de los
actos humanos. Hay quienes proclaman que aquello bueno para unos no debe serlo
para todos; en todo caso, se proclama la ley de la tolerancia, en donde los
actos son buenos si a un individuo le satisfacen y su consiente no le reclama.
En esta puerta permisiva pasan libremente
ideas caprichosamente destructivas para los seres humanos, así por ejemplo el
matrimonio es bueno, pero lo es igualmente una profesión; de ahí que si ambos
padres son profesionales ambos deben realizarse como tales y entonces ¿dónde
queda la familia? ¿Quién tiene mayor responsabilidad al educar a los hijos? ¿Y el rol de madre? ¿Y la
función del padre?
Lamentablemente vivimos en tiempos
de mucho subjetivismo es decir que nos
dejamos llevar por los propios criterios; hasta hace no mucho las reglas de
conducta eran universales basadas en reglas objetivas cuya comprobación
, hoy en día se plantea la
posibilidad de que lo que es bueno para algunos no debe ser impuesto para
todos; han surgido términos como la tolerancia que proclama la libertad de
pensar de acuerdo al criterio
Platicando con algunos caballeros sobre todo: esposos y padres de algunas mujeres me he encontrado
con algunas quejas de este tipo:
-
Se fue a una fiesta y llegó a las tres
de la mañana
-
Se alcoholizó con el marido y dejaron
al bebé con los abuelitos
-
No le gusta su apariencia y quiere
operarse las lonjas, la nariz, la cadera…
-
Se gasta casi el total de su sueldo en
ropa, zapatos, accesorios y en mantener con crédito su celular.
-
Viste muy juvenil y en la calle le
faltan al respeto
-
En el trabajo y en su círculo social
es súper agradable y servicial y en la casa todo le molesta
-
No sabe cuidar a sus hijos y estos se
han vuelto un desastre
-
Descuida mucho a su familia por tener
otras prioridades
Estas expresiones me han llevado a pensar en la fuerza negativa
que ha alcanzado la difusión del Reino del mal y como ha influido en la
conducta de muchas mujeres. Desde hace tiempo he tenido la convicción de que el
sistema económico en el que vivimos tiene como objetivo principal a la
Definitivamente
Quiero dejar claro que no se trata de caer en el
juego.
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