miércoles, 27 de febrero de 2019

141.¿Cuál es la misión del Papa? -CATEQUESIS-



Como sucesor de san Pedro y cabeza del colegio episcopal, el PAPA es el garante  de la unidad de la Iglesia. Tiene la potestad pastoral suprema y es la autoridad  máxima en las decisiones doctrinales y disciplinares. [880­882,936­937] Jesús otorgó a Pedro una primacía única entre los APÓSTOLES. Esto le convirtió en la  autoridad suprema de la Iglesia primitiva. ROMA, la Iglesia local al frente de la cual  estaba Pedro, y el lugar de su martirio, se convirtió después de su muerte en la orientación  interior de la Iglesia naciente. Toda comunidad debía estar de acuerdo con Roma; ésta era  la regla de la fe recta, plena y apostólica. Hasta nuestros días, todo OBISPO de Roma,  como Pedro, es el supremo Pastor de la Iglesia, cuya verdadera Cabeza es Cristo. Sólo en  esta función es el PAPA el «Vicario de Cristo en la tierra». Como autoridad suprema  pastoral y doctrinal, vela por la transmisión auténtica de la fe. Si es necesario debe retirar  el permiso de enseñanza o suspender a ministros ordenados en casos de faltas graves en su  ministerio en cuestiones de fe y moral. La unidad en cuestiones de fe y moral, que está  garantizada por el MAGISTERIO, al frente del cual está el Papa, constituye una parte de  la capacidad de resistencia y del atractivo de la Iglesia católica.

880.   Cristo, al instituir a los Doce, "formó una especie de colegio o grupo estable y eligiendo de entre ellos a Pedro lo puso al frente de él" (LG 19). "Así como, por disposición del Señor, san Pedro y los demás 
apóstoles forman un único Colegio apostólico, por análogas razones están unidos entre sí el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los obispos, sucesores de los Apóstoles" (LG 22; cf. CIC, can 330). 

882.   El Sumo Pontífice, obispo de Roma y sucesor de san Pedro, "es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles" (LG 23). "El Pontífice Romano, en efecto, tiene en la Iglesia, en virtud de su función de Vicario de Cristo y Pastor de toda la Iglesia, la potestad plena, suprema y universal, que puede ejercer siempre con entera libertad" (LG 22; cf. CD 2. 9). 

936.   El Señor hizo de san Pedro el fundamento visible de su Iglesia. Le dio las llaves de ella. El obispo de la Iglesia de Roma, sucesor de san Pedro, es la "cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal en la tierra" (CIC, can. 331). 
937.   El Papa "goza, por institución divina, de una potestad suprema, plena, inmediata y universal para cuidar las almas" (CD 2). 


140.¿Por qué la Iglesia no es una organización democrática?-CATEQUESIS-



El principio de la democracia es: todo poder emana del pueblo. Pero en la Iglesia  todo poder emana de Cristo. por eso la Iglesia tiene una constitución jerárquica.  Al mismo tiempo Cristo le otorgó, sin embargo, una estructura colegial. [874­879] El elemento jerárquico en la Iglesia consiste en que es el mismo Cristo quien actúa en ella  cuando los ministros sagrados por gracia de Dios hacen y dan lo que no podrían hacer ni  dar por sí mismos, es decir, cuando dispensan, en lugar de Cristo, los SACRAMENTOS y  enseñan con su autoridad. El elemento colegial en la Iglesia consiste en que Cristo ha confiado la totalidad de la fe a  una comunidad de doce APÓSTOLES, cuyos sucesores, bajo el primado de Pedro, dirigen  la Iglesia. Partiendo de este enfoque colegial los concilios son un elemento irrenunciable de  la Iglesia. Pero también en otros órganos colegiados de la Iglesia, en sínodos y consejos,  pueden fructificar la multitud de los dones del Espíritu y la universalidad de la Iglesia de  todo el mundo.

874.   El mismo Cristo es la fuente del ministerio en la Iglesia. Él lo ha instituido, le ha dado autoridad y misión, orientación y finalidad: 
«Cristo el Señor, para dirigir al Pueblo de Dios y hacerle progresar siempre, instituyó en su Iglesia diversos ministerios que están ordenados al bien de todo el Cuerpo. En efecto, los ministros que posean la sagrada potestad están al servicio de sus hermanos para que todos los que son miembros del Pueblo de Dios [...] lleguen a la salvación» (LG 18). 

879.   El ministerio sacramental en la Iglesia es, pues, un servicio colegial y personal a la vez, ejercido en nombre de Cristo. Esto se verifica en los vínculos entre el colegio episcopal y su cabeza, el sucesor de san Pedro, y en la relación entre la responsabilidad pastoral del obispo en su Iglesia particular y la común solicitud del colegio episcopal hacia la Iglesia universal. 


139.¿En qué consiste la vocación de los laicos? -CATEQUESIS-



Los  LAICOS son enviados para comprometerse en la sociedad,  para que el reino de Dios pueda crecer entre los hombres. [897913,940­943] Un  LAICO no es un cristiano de segunda clase, porque participa del  sacerdocio de Cristo (sacerdocio común). Se ocupa de que las personas de  su entorno (en el colegio, la formación, la familia y el trabajo) conozcan el  Evangelio y aprendan a amar a Cristo. Mediante su fe influye en la  sociedad, la economía y la política. Respalda la vida eclesial, asumiendo  por ejemplo servicios de acólito o lector, se ofrece como responsable de  grupos, participa en consejos y comisiones eclesiales (por ejemplo el  consejo pastoral parroquial o el consejo económico). Los jóvenes deben  reflexionar especialmente sobre el lugar que Dios quiere que ocupen.

897.   "Por laicos se entiende aquí a todos los cristianos, excepto los miembros del orden sagrado y del estado religioso reconocido en la Iglesia. Son, pues, los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el Pueblo de Dios y que participan a su manera de las funciones de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo" (LG 31)

913.   "Así, todo laico, por el simple hecho de haber recibido sus dones, es a la vez testigo e instrumento vivo de la misión de la Iglesia misma `según la medida del don de Cristo'" (LG 33). 

940.   "Siendo propio del estado de los laicos vivir en medio del mundo y de los negocios temporales, Dios les llama a que, movidos por el espíritu cristiano, ejerzan su apostolado en el mundo a manera de fermento" (AA 2)

943.   Debido a su misión regia, los laicos tienen el poder de arrancar al pecado su dominio sobre sí mismos y sobre el mundo por medio de su abnegación y santidad de vida (cf. LG 36). 

138. ¿Cómo está estructurada la Iglesia una, santa, católica y apostólica?-CATEQUESIS-



En la Iglesia hay  LAICOS y clérigos ( CLERO). Como hijos de  Dios tienen la misma dignidad. Tienen misiones de igual valor,  pero diferentes. La misión de los laicos es orientar el mundo  entero hacia el reino de Dios. Junto a ellos están los ministros  ordenados (clérigos) con los ministerios del gobierno de la Iglesia,  de la enseñanza y de la santificación. En ambos estados de vida  hay cristianos que, en castidad, pobreza y obediencia, se ponen de  modo especial al servicio de Dios (por ejemplo, los religiosos).  [871­876, 934, 935] Todo cristiano tiene la misión de testimoniar el evangelio con la propia  vida. Pero Dios traza un camino propio para cada persona. A unos los  envía como LAICOS, para que construyan el reino de Dios en medio del  mundo, en la familia y en el trabajo. Para ello cuentan con los dones  necesarios del Espíritu Santo en el bautismo y la CONFIRMACIÓN. A  otros les encomienda el ministerio pastoral; tienen que gobernar, enseñar  y santificar a su pueblo. Nadie se puede atribuir este encargo; es el Señor  mismo quien lo concede y confiere la fuerza divina mediante el orden  sagrado. De este modo pueden actuar en lugar de Cristo y dispensar los  SACRAMENTOS. 259

871.  "Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el Pueblo de Dios y, hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo" (CIC, can. 204, 1; cf. LG 31). 

876. El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente ligado a la naturaleza sacramental. En efecto, enteramente dependiente de Cristo que da misión y autoridad, los ministros son verdaderamente "siervos de Cristo" (Rm 1, 1), a imagen de Cristo que, libremente ha tomado por nosotros "la forma de siervo" (Flp 2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se harán libremente esclavos de todos (cf. 1 Co 9, 19). 

934.   "Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan clérigos; los demás se llaman laicos". Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, se consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia (CIC, can. 207, 1, 2). 

935.   Para anunciar su fe y para implantar su Reino, Cristo envía a sus apóstoles y a sus sucesores. Él les da parte en su misión. De Él reciben el poder de obrar en su nombre. 

137.¿Por qué la Iglesia se llama apostólica? -CATEQUESIS-



La IGLESIA se llama apostólica porque, fundada  sobre los APÓSTOLES, mantiene su tradición y es  guiada por sus sucesores. [857­860, 869,877] Jesús llamó a los APÓSTOLES como sus más estrechos  colaboradores. Fueron sus testigos oculares. Después de su  Resurrección se les apareció en varias ocasiones. Les  concedió el Espíritu Santo y los envió como sus mensajeros  autorizados por todo el mundo. En la Iglesia primitiva eran  los garantes de la unidad. Su misión y poder los  transmitieron, mediante la de las manos, a los OBISPOS,  sus sucesores. Así se hace hasta hoy. Este proceso se  denomina SUCESIÓN APOSTÓLICA.92

857.   La Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los apóstoles, y esto en un triple sentido: – fue y permanece edificada sobre "el fundamento de los Apóstoles" (Ef  2, 20; Hch 21, 14), testigos escogidos y enviados en misión por el mismo Cristo (cf. Mt 28, 16-20; Hch 1, 8; 1 Co 9, 1; 15, 7-8; Ga 1, l; etc.). –  guarda y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en ella, la enseñanza (cf. Hch 2, 42), el buen depósito, las sanas palabras oídas a los Apóstoles (cf. 2 Tm 1, 13-14). –  sigue siendo enseñada, santificada y dirigida por los Apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a aquellos que les suceden en su ministerio pastoral: el colegio de los obispos, "al que asisten los presbíteros juntamente con el sucesor de Pedro y Sumo Pastor de la Iglesia" (AG 5): 
«Porque no abandonas nunca a tu rebaño, sino que, por medio de los santos pastores, lo proteges y conservas, y quieres que tenga siempre por guía la palabra de aquellos mismos pastores a quienes tu Hijo dio la misión de anunciar el Evangelio (Prefacio de los Apóstoles I: Misal Romano). 

860.   En el encargo dado a los Apóstoles hay un aspecto intransmisible: ser los testigos elegidos de la Resurrección del Señor y los fundamentos de la Iglesia. Pero hay también un aspecto permanente de su misión. Cristo les ha prometido permanecer con ellos hasta el fin de los tiempos (cf. Mt 28, 20). "Esta misión divina confiada por Cristo a los Apóstoles tiene que durar hasta el fin del mundo, pues el Evangelio que tienen que transmitir es el principio de toda la vida de la Iglesia. Por eso los Apóstoles se preocuparon de instituir [...] sucesores" (LG 20). 

877.   De igual modo es propio de la naturaleza sacramental del ministerio eclesial tener un carácter colegial. En efecto, desde el comienzo de su ministerio, el Señor Jesús instituyó a los Doce, "semilla del Nuevo Israel, a la vez que el origen de la jerarquía sagrada" (AG 5). Elegidos juntos, también fueron enviados juntos, y su unidad fraterna estará al servicio de la comunión fraterna de todos los fieles; será como un reflejo y un testimonio de la comunión de las Personas divinas (cf. Jn 17, 21-23). Por eso, todo obispo ejerce su ministerio en el seno del colegio episcopal, en comunión con el obispo de Roma, sucesor de san Pedro y cabeza del colegio; los presbíteros ejercen su ministerio en el seno del presbiterio de la diócesis, bajo la dirección de su obispo. 

136.¿Cómo ve la Iglesia a las demás religiones? -CATEQUESIS-


La Iglesia respeta todo lo que en las demás RELIGIONES es bueno y verdadero.  Respeta y fomenta la libertad religiosa como derecho humano. Sin embargo, ella  sabe que Jesucristo es el único Salvador de los hombres. Sólo él es «el camino y la  verdad y la vida» (Jn 14,6). [841­845,846­848]  Todo aquel que busca a Dios nos resulta cercano a los cristianos. Hay un grado especial de  «parentesco» con los musulmanes. Al igual que el judaísmo y el cristianismo, el islam  pertenece también a las RELIGIONES monoteístas ( MONOTEÍSMO). También los  musulmanes veneran al Dios creador ya Abraham como padre de su fe. Para el Corán,  Jesús es un gran profeta. María, su Madre, es la madre del profeta. La Iglesia enseña que  todos los hombres que sin culpa suya no conocen a Cristo ni a su Iglesia, pero buscan  sinceramente a Dios y siguen la voz de su conciencia, pueden alcanzar la salvación con la  ayuda de la gracia. Sin embargo, quien ha conocido que Jesucristo es «el camino, la verdad  y la vida», pero no quiere seguirle, no alcanza la salvación. Esto es lo que se expresa con la  frase «Extra ecclesiam nulla salus» (Fuera de la Iglesia no hay salvación).

841.  Las relaciones de la Iglesia con los musulmanes. "El designio de salvación comprende también a los que reconocen al Creador. Entre ellos están, ante todo, los musulmanes, que profesan tener la fe de Abraham y adoran con nosotros al Dios único y misericordioso que juzgará a los hombres al fin del mundo" (LG 16; cf. NA 3). 

845.   El Padre quiso convocar a toda la humanidad en la Iglesia de su Hijo para reunir de nuevo a todos sus hijos que el pecado había dispersado y extraviado. La Iglesia es el lugar donde la humanidad debe volver a encontrar su unidad y su salvación. Ella es el "mundo reconciliado" (San Agustín, Sermo 96, 7-9). Es, además, este barco que pleno dominicae crucis velo Sancti Spiritus flatu in hoc bene navigat mundo ("con su velamen que es la cruz de Cristo, empujado por el Espíritu Santo, navega bien en este mundo"; San Ambrosio, De virginitate 18, 119); según otra imagen estimada por los Padres de la Iglesia, está prefigurada por el Arca de Noé que es la única que salva del diluvio (cf. 1 P 3, 20-21). 
"
848.   «Aunque Dios, por caminos conocidos sólo por Él, puede llevar a la fe, "sin la que es imposible agradarle" (Hb 11, 6), a los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa propia, corresponde, sin embargo, a la Iglesia la necesidad y, al mismo tiempo, el derecho sagrado de evangelizar» (AG 7).

135.¿Qué relación tiene la Iglesia con los judíos? -CATEQUESIS-



Los judíos son los «hermanos mayores» de los cristianos, porque Dios los amó en primer  lugar y les habló primero a ellos. El hecho de que Jesucristo, como hombre, sea un  judío, nos une. Que la Iglesia reconozca en él al Hijo de Dios vivo, nos separa. Estamos  unidos en la espera de la venida definitiva del Mesías. [839­840]  La fe judía es la raíz de nuestra fe. La Sagrada Escritura de los judíos, que nosotros llamamos  ANTIGUO TESTAMENTO, es la primera parte de nuestra Sagrada Escritura. La visión  judeocristiana del hombre, cuya ética está marcada por los diez mandamientos, es el fundamento  de las democracias occidentales. Es vergonzoso que los cristianos, a lo largo de muchos siglos, no  hayan querido admitir este parentesco tan estrecho con el judaísmo y, con justificaciones  pseudoteológicas, hayan contribuido a fomentar un odio a los judíos que a menudo ha tenido  efectos mortales. El papa beato Juan Pablo II, con motivo del Jubileo del año 2000, pidió  expresamente perdón por ello. El Concilio Vaticano II deja claro que no se debe imputar a los  judíos como pueblo ninguna culpa colectiva en la muerte en cruz de Jesús. 96­97,335

839.   "[...] Los que todavía no han recibido el Evangelio también están ordenados al Pueblo de Dios de diversas maneras" (LG 16): 
      La relación de la Iglesia con el pueblo judío. La Iglesia, Pueblo de Dios en la Nueva Alianza, al escrutar su propio misterio, descubre su vinculación con el pueblo judío (cf. NA 4) "a quien Dios ha hablado primero" (Misal Romano, Viernes Santo: Oración universal VI). A diferencia de otras religiones no cristianas la fe judía ya es una respuesta a la revelación de Dios en la Antigua Alianza. Pertenece al pueblo judío "la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas y los patriarcas; de todo lo cual [...] procede Cristo según la carne" (cf. Rm 9, 4-5), "porque los dones y la vocación de Dios son irrevocables" (Rm 11, 29). 

840.   Por otra parte, cuando se considera el futuro, el Pueblo de Dios de la Antigua Alianza y el nuevo Pueblo de Dios tienden hacia fines análogos: la espera de la venida (o el retorno) del Mesías; pues para unos, es la espera de la vuelta del Mesías, muerto y resucitado, reconocido como Señor e Hijo de Dios; para los otros, es la venida del Mesías cuyos rasgos permanecen velados hasta el fin de los tiempos, espera que está acompañada del drama de la ignorancia o del rechazo de Cristo Jesús. 

134.¿Quién pertenece a la Iglesia católica? -CATEQUESIS-



Pertenece a la plena comunión con la  Iglesia católica quien se vincula a  Jesucristo en unidad con el PAPA y los  OBISPOS mediante la confesión de la fe  católica y la recepción de los  SACRAMENTOS. [836­838]  Dios quiso una Iglesia para todos. Por desgracia  los cristianos hemos sido infieles a este deseo de  Cristo. Sin embargo hoy estamos aún unidos  entre nosotros estrechamente mediante la fe y el  bautismo común.

836.   "Todos los hombres, por tanto, están invitados a esta unidad católica del Pueblo de Dios [...] A esta unidad pertenecen de diversas maneras o a ella están destinados los católicos, los demás cristianos e incluso todos los hombres en general llamados a la salvación por la gracia de Dios" (LG 13). 

838.   "La Iglesia se siente unida por muchas razones con todos los que se honran con el nombre de cristianos a causa del bautismo, aunque no profesan la fe en su integridad o no conserven la unidad de la comunión bajo el sucesor de Pedro" (LG 15). "Los que creen en Cristo y han recibido ritualmente el bautismo están en una cierta comunión, aunque no perfecta, con la Iglesia católica" (UR 3). Con las Iglesias ortodoxas, esta comunión es tan profunda "que le falta muy poco para que alcance la plenitud que haría posible una celebración común de la Eucaristía del Señor" (Pablo VI, Homilía del 14 de diciembre de 1975 en la Capilla Sixtina; cf. UR 13-18). 

lunes, 18 de febrero de 2019

133.¿Por qué se llama católica la Iglesia? -CATEQUESIS-



«Católico» (del griego katholon) quiere  decir estar referido a la totalidad. La Iglesia  es católica porque Cristo la ha llamado a  confesar toda la fe, a conservar y dispensar  todos los SACRAMENTOS y a anunciar a  todos la Buena Noticia; y la ha enviado a  todos los pueblos. [830­631,849­856] 

830.   La palabra "católica" significa "universal" en el sentido de "según la totalidad" o "según la integridad". La Iglesia es católica en un doble sentido: 
      Es católica porque Cristo está presente en ella. "Allí donde está Cristo Jesús, está la Iglesia Católica" (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Smyrnaeos 8, 2). En ella subsiste la plenitud del Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza (cf. Ef  1, 22-23), lo que implica que ella recibe de Él "la plenitud de los medios de salvación" (AG 6) que Él ha querido: confesión de fe recta y completa, vida sacramental íntegra y ministerio ordenado en la sucesión apostólica. La Iglesia, en este sentido fundamental, era católica el día de Pentecostés (cf. AG 4) y lo será siempre hasta el día de la Parusía. 

849.   El mandato misionero. «La Iglesia, enviada por Dios a las gentes para ser "sacramento universal de salvación", por exigencia íntima de su misma catolicidad, obedeciendo al mandato de su Fundador se esfuerza por anunciar el Evangelio a todos los hombres» (AG 1): "Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28, 19-20) 

856.   La tarea misionera implica un diálogo respetuoso con los que todavía no aceptan el Evangelio (cf. RM 55). Los creyentes pueden sacar provecho para sí mismos de este diálogo aprendiendo a conocer mejor "cuanto [...] de verdad y de gracia se encontraba ya entre las naciones, como por una casi secreta presencia de Dios" (AG 9). Si ellos anuncian la Buena Nueva a los que la desconocen, es para consolidar, completar y elevar la verdad y el bien que Dios ha repartido entre los hombres y los pueblos, y para purificarlos del error y del mal "para gloria de Dios, confusión del diablo y felicidad del hombre" (AG 9). 
 
 

132.¿Por qué es santa la Iglesia? -CATEQUESIS-



La Iglesia no es santa porque todos sus miembros  sean santos, sino porque Dios es santo y actúa en  ella y por ella. Todos los miembros de la Iglesia  están santificados por el bautismo. [823­829]  Siempre que nos dejamos tocar por el Dios trino, crecemos  en el amor, somos santificados y santos. Los santos son  amantes, no porque ellos sean capaces de amar por sí  mismos, sino porque Dios los ha tocado. Ellos transmiten a  los hombres el amor que han experimentado de Dios, cada  uno en su modo propio, a menudo original. Llegados junto  a Dios santifican también a la Iglesia, porque «pasan su  cielo» apoyándonos a nosotros en el camino de la  SANTIDAD. 124

823.   «La fe confiesa que la Iglesia [...] no puede dejar de ser santa. En efecto, Cristo, el Hijo de Dios, a quien con el Padre y con el Espíritu se proclama "el solo santo", amó a su Iglesia como a suesposa. Él se entregó por ella para santificarla, la unió a sí mismo como su propio cuerpo y la llenó del don del Espíritu Santo para gloria de Dios» (LG 39). La Iglesia es, pues, "el Pueblo santo de Dios" (LG 12), y sus miembros son llamados "santos" (cf. Hch 9, 13; 1 Co 6, 1; 16, 1).

829.   "La Iglesia en la Santísima Virgen llegó ya a la perfección, sin mancha ni arruga. En cambio, los creyentes se esfuerzan todavía en vencer el pecado para crecer en la santidad. Por eso dirigen sus ojos a María" (LG 65): en ella, la Iglesia es ya enteramente santa

131.¿Qué debemos hacer por la unidad de los cristianos? -CATEQUESIS-



Debemos escuchar las palabras y los hechos de Cristo, cuya voluntad  declarada es «que todos sean uno» (Jn 17,21). [820­822]  Independientemente de la edad de cada cual, la unidad de los cristianos nos  afecta a todos. La unidad fue uno de los deseos más importantes de Jesús: «Que  todos sean uno [ ... ] para que el mundo crea que tú me has enviado» (Jn 17,21).  Las divisiones son como heridas en el Cuerpo de Cristo, duelen y supuran. Las  divisiones conducen a enemistades y debilitan la fe y la credibilidad de los  cristianos. Para que el escándalo de la separación desaparezca del mundo es  necesaria la conversión de todos los afectados, también el conocimiento de las  propias convicciones de fe y las controversias con las de los otros, pero  especialmente es necesaria la oración común y el servicio común de los  cristianos a los hombres. Los responsables de la Iglesia no deben dejar que se  interrumpa el diálogo teológico.

820.   Aquella unidad "que Cristo concedió desde el principio a la Iglesia [...] creemos que subsiste indefectible en la Iglesia católica y esperamos que crezca de día en día hasta la consumación de los tiempos" (UR 4). Cristo da permanentemente a su Iglesia el don de la unidad, pero la Iglesia debe orar y trabajar siempre para mantener, reforzar y perfeccionar la unidad que Cristo quiere para ella. Por eso Cristo mismo rogó en la hora de su Pasión, y no cesa de rogar al Padre por la unidad de sus discípulos: "Que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos sean también uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado" (Jn 17, 21). El deseo de volver a encontrar la unidad de todos los cristianos es un don de Cristo y un llamamiento del Espíritu Santo (cf. UR 1). 

822.   "La preocupación por el restablecimiento de la unión atañe a la Iglesia entera, tanto a los fieles como a los pastores" (cf. UR 5). Pero hay que ser "conocedor de que este santo propósito de reconciliar a todos los cristianos en la unidad de la una y única Iglesia de Jesucristo excede las fuerzas y la capacidad humana". Por eso hay que poner toda la esperanza "en la oración de Cristo por la Iglesia, en el amor del Padre para con nosotros, y en el poder del Espíritu Santo" (UR 24). 

130.¿También los cristianos no católicos son nuestros hermanos y hermanas?-CATEQUESIS-



Todos los bautizados pertenecen a la Iglesia de Cristo. Por eso también los  bautizados que están separados de la plena comunión con la Iglesia católica se  llaman con razón cristianos y son por ello nuestros hermanos y hermanas. [817819]  Las rupturas de la única Iglesia de Cristo surgieron por falsificaciones de la doctrina de  Cristo, por faltas humanas y por escasa disposición a la reconciliación (con frecuencia en  los representantes de ambas partes). Los cristianos de hoy no son responsables de las  divisiones históricas de la Iglesia. El Espíritu Santo actúa también en las IGLESIAS  y COMUNIDADES ECLESIALES separadas de la Iglesia católica para la salvación de los  hombres. Todos los dones en ellas presentes, como por ejemplo la Sagrada Escritura, los  SACRAMENTOS, la fe, la esperanza, la caridad y otros CARISMAS, proceden de Cristo.  Donde habita el Espíritu de Cristo, hay una dinámica interna en dirección a la  «reunificación», porque lo que pertenece a un mismo ser tiende a unirse.

817.   De hecho, "en esta una y única Iglesia de Dios, aparecieron ya desde los primeros tiempos algunas escisiones que el apóstol reprueba severamente como condenables; y en siglos posteriores surgieron disensiones más amplias y comunidades no pequeñas se separaron de la comunión plena con la Iglesia católica y, a veces, no sin culpa de los hombres de ambas partes" (UR 3). Tales rupturas que lesionan la unidad del Cuerpo de Cristo (se distingue la herejía, la apostasía y el cisma [cf. CIC can. 751]) no se producen sin el pecado de los hombres: 
Ubi peccata sunt, ibi est multitudo, ibi schismata, ibi haereses, ibi discussiones. Ubi autem virtus, ibi singularitas, ibi unio, ex quo omnium credentium erat cor unum et anima una ("Donde hay pecados, allí hay desunión, cismas, herejías, discusiones. Pero donde hay virtud, allí hay unión, de donde resultaba que todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma": Orígenes, In Ezechielem homilia 9, 1). 
 
 
819.   Además, "muchos elementos de santificación y de verdad" (LG 8) existen fuera de los límites visibles de la Iglesia católica: "la palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad y otros dones interiores del Espíritu Santo y los elementos visibles" (UR 3; cf. LG 15). El Espíritu de Cristo se sirve de estas Iglesias y comunidades eclesiales como medios de salvación cuya fuerza viene de la plenitud de gracia y de verdad que Cristo ha confiado a la Iglesia católica. Todos estos bienes provienen de Cristo y conducen a Él (cf. UR 3) y de por sí impelen a "la unidad católica" (LG 8). 

129.¿Por qué sólo puede haber una Iglesia? -CATEQUESIS-



Así como sólo existe un único Cristo, sólo puede existir un  único cuerpo de Cristo, una única esposa de Cristo, y por tanto  sólo una única Iglesia de Cristo. Él es la Cabeza; la Iglesia, su  Cuerpo. Juntos forman el «Cristo total» (san Agustín). Así como  el cuerpo tiene muchos miembros, pero es solamente uno, así la  Iglesia una existe en y está formada por muchas Iglesias  particulares (diócesis). [811­816, 866, 870]  Jesús edificó su Iglesia sobre el fundamento de los APÓSTOLES, que  permanece hasta hoy. Es la Iglesia que subsiste en la Iglesia católica.  La fe de los APÓSTOLES, bajo la dirección del ministerio de Pedro, que  «preside en la caridad» (san Ignacio de Antioquía), se transmitió en la  Iglesia de generación en generación. También los SACRAMENTOS,  que Jesús confió al colegio apostólico, siguen actuando con la misma  fuerza de su origen.

811.  "Esta es la única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica" (LG 8). Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos entre sí (cf. DS 2888), indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión. La Iglesia no los tiene por ella misma; es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y Él es también quien la llama a ejercitar cada una de estas cualidades

816.   "La única Iglesia de Cristo, [...] Nuestro Salvador, después de su resurrección, la entregó a Pedro para que la pastoreara. Le encargó a él y a los demás apóstoles que la extendieran y la gobernaran [...]. Esta Iglesia, constituida y ordenada en este mundo como una sociedad, subsiste en ["subsistit in"] la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él" (LG 8). 
El decreto sobre Ecumenismo del Concilio Vaticano II explicita: «Solamente por medio de la Iglesia católica de Cristo, que es "auxilio general de salvación", puede alcanzarse la plenitud total de los medios de salvación. Creemos que el Señor confió todos los bienes de la Nueva Alianza a un único Colegio apostólico presidido por Pedro, para constituir un solo cuerpo de Cristo en la tierra, al cual deben incorporarse plenamente los que de algún modo pertenecen ya al Pueblo de Dios» (UR 3). 

870.   "La única Iglesia de Cristo, de la que confesamos en el Credo que es una, santa, católica y apostólica [...] subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en comunión con él, aunque sin duda, fuera de su estructura visible, pueden encontrarse muchos elementos de santificación y de verdad" (LG 8). 

128.¿Qué quiere decir que la Iglesia es «templo del Espíritu Santo»? -CATEQUESIS-



La Iglesia es el lugar del mundo donde el Espíritu Santo está  plenamente presente. [797­801,809]  El pueblo de Israel adoraba a Dios en el templo de Jerusalén. Este templo  ya no existe. Su puesto lo ha ocupado la Iglesia, que no está sujeta a un  lugar determinado. «Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí  estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20). Quien vivifica a la Iglesia es el  Espíritu de Cristo: habita en la palabra de la Sagrada Escritura y está  presente en los signos sagrados de los SACRAMENTOS. Habita en los  corazones de los fieles y habla en sus oraciones. Conduce a la Iglesia y le  otorga sus dones (CARISMAS), tanto los sencillos como los extraordinarios.  Quien se confía al Espíritu Santo puede experimentar también hoy  verdaderos milagros. 113­120,203­205,310­311

797.   Quod est spiritus noster, id est anima nostra, ad membra nostra, hoc est Spiritus Sanctus ad membra Christi, ad corpus Christi, quod est Ecclesia ("Lo que nuestro espíritu, es decir, nuestra alma, es para nuestros miembros, eso mismo es el Espíritu Santo para los miembros de Cristo, para el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia"; san Agustín, Sermo 268, 2). "A este Espíritu de Cristo, como a principio invisible, ha de atribuirse también el que todas las partes del cuerpo estén íntimamente unidas, tanto entre sí como con su excelsa Cabeza, puesto que está todo él en la Cabeza, todo en el Cuerpo, todo en cada uno de los miembros" (Pío XII: Mystici Corporis: DS 3808). El Espíritu Santo hace de la Iglesia "el Templo del Dios vivo" (2 Co 6, 16; cf. 1 Co 3, 16-17; Ef  2,21): 
«En efecto, es a la misma Iglesia, a la que ha sido confiado el "don de Dios" [...] Es en ella donde se ha depositado la comunión con Cristo, es decir, el Espíritu Santo, arras de la incorruptibilidad, confirmación de 
nuestra fe y escala de nuestra ascensión hacia Dios [...] Porque allí donde está la Iglesia, allí está también el Espíritu de Dios; y allí donde está el Espíritu de Dios, está la Iglesia y toda gracia» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 24, 1). 

809.   La Iglesia es el Templo del Espíritu Santo. El Espíritu es como el alma del Cuerpo Místico, principio de su vida, de la unidad en la diversidad y de la riqueza de sus dones y carismas. 

127.¿Qué quiere decir que «la Iglesia es la esposa de Cristo»? -CATEQUESIS-



Jesucristo ama a la Iglesia como un esposo ama a su  esposa. Se vincula para siempre a ella y entrega su vida  por ella. [796]  Quien ha estado enamorado una vez, intuye lo que es el amor.  Jesús lo sabe y se denomina a sí mismo esposo, que corteja a su  esposa con amor ardiente y que desea celebrar la fiesta del  amor con ella. Su esposa somos nosotros, la Iglesia. Ya en el  ANTIGUO TESTAMENTO se compara el amor de Dios por su  pueblo con el amor entre esposo y esposa. Cuando Jesús nos  corteja a cada uno de nosotros, ¡cuántas veces es un amante  desgraciado, por así decir, enamorado de aquellos que no  quieren saber nada de su amor y no le corresponden!

796.   La unidad de Cristo y de la Iglesia, Cabeza y miembros del cuerpo, implica también la distinción de ambos en una relación personal. Este aspecto es expresado con frecuencia mediante la imagen del esposo y de la esposa. El tema de Cristo Esposo de la Iglesia fue preparado por los profetas y anunciado por Juan Bautista (cf. Jn 3, 29). El Señor se designó a sí mismo como "el Esposo" (Mc 2, 19; cf. Mt 22, 1-14; 25, 1-13). El apóstol presenta a la Iglesia y a cada fiel, miembro de su Cuerpo, como una Esposa "desposada" con Cristo Señor para "no ser con él más que un solo Espíritu" (cf. 1 Co 6,15-17; 2 Co 11,2). Ella es la Esposa inmaculada del Cordero inmaculado (cf. Ap 22,17; Ef  1,4; 5,27), a la que Cristo "amó y por la que se entregó a fin de santificarla" (Ef  5,26), la que él se asoció mediante una Alianza eterna y de la que no cesa de cuidar como de su propio Cuerpo (cf. Ef  5,29): 
«He ahí el Cristo total, cabeza y cuerpo, un solo formado de muchos [...] Sea la cabeza la que hable, sean los miembros, es Cristo el que habla. Habla en el papel de cabeza [ex persona capitis] o en el de cuerpo [ex persona corporis]. Según lo que está escrito: "Y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia." (Ef  5,31-32) Y el Señor mismo en el evangelio dice: "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6). Como lo habéis visto bien, hay en efecto dos personas diferentes y, no obstante, no forman más que una en el abrazo conyugal... Como cabeza él se llama "esposo" y como cuerpo "esposa"» (San Agustín, Enarratio in Psalmum 74, 4: PL 36, 948-949). 

martes, 12 de febrero de 2019

126.¿Qué quiere decir que «la Iglesia es el Cuerpo de  Cristo»? -CATEQUESIS-



Especialmente mediante los  SACRAMENTOS del Bautismo y la  EUCARISTÍA se establece una unión  indisoluble entre Jesucristo y los cristianos.  Esta unión es tan fuerte que nos junta a él y  a nosotros como cabeza y miembros de un  cuerpo humano y nos convierte en una  unidad. [787­795] 146, 175, 200, 208, 217 

787.   Desde el comienzo, Jesús asoció a sus discípulos a su vida (cf. Mc 1,16-20; 3, 13-19); les reveló el Misterio del Reino (cf. Mt 13, 10-17); les dio parte en su misión, en su alegría (cf. Lc 10, 17-20) y en sus sufrimientos (cf. Lc 22, 28-30). Jesús habla de una comunión todavía más íntima entre Él y los que le sigan: "Permaneced en mí, como yo en vosotros [...] Yo soy la vid y vosotros los sarmientos" (Jn 15, 4-5). Anuncia una comunión misteriosa y real entre su propio cuerpo y el nuestro: "Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" (Jn 6, 56). 

795.   Cristo y la Iglesia son, por tanto, el "Cristo total" [Christus totus]. La Iglesia es una con Cristo. Los santos tienen conciencia muy viva de esta unidad: 
«Felicitémonos y demos gracias por lo que hemos llegado a ser, no solamente cristianos sino el propio Cristo. ¿Comprendéis, hermanos, la gracia que Dios nos ha hecho al darnos a Cristo como Cabeza? Admiraos y regocijaos, hemos sido hechos Cristo. En efecto, ya que Él es la Cabeza y nosotros somos los miembros, el hombre todo entero es Él y nosotros [...] La plenitud de Cristo es, pues, la Cabeza y los miembros: ¿Qué quiere decir la Cabeza y los miembros? Cristo y la Iglesia» (San Agustín, In Iohannis evangelium tractatus, 21, 8). 
Redemptor noster unam se personam cum sancta Ecclesia, quam assumpsit, exhibuit ("Nuestro Redentor muestra que forma una sola persona con la Iglesia que Él asumió") (San Gregorio Magno, Moralia in Job, Praefatio 6, 14). 
Caput et membra, quasi una persona mystica ("La Cabeza y los miembros, como si fueran una sola persona mística") (Santo Tomás de Aquino, S.th. 3, q. 48, a. 2, ad 1). 
Una palabra de Santa Juana de Arco a sus jueces resume la fe de los santos doctores y expresa el buen sentido del creyente: "De Jesucristo y de la Iglesia, me parece que es todo uno y que no es necesario hacer una dificultad de ello" (Juana de Arco, Dictum: Procès de condamnation). 



125.¿Qué es lo que hace único al Pueblo de Dios?



El fundador de este pueblo es Dios Padre. Su líder es Jesucristo.  Su fuente de energía es el Espíritu Santo. La puerta de entrada al  Pueblo de Dios es el bautismo. Su dignidad es la libertad de los  hijos de Dios. Su ley es el amor. Si este pueblo permanece fiel a  Dios y busca ante todo el reino de Dios, transforma el mundo.  [781­786]  En medio de todos los pueblos de la tierra existe un pueblo que no es  como ningún otro. No se somete a nadie, sólo a Dios. Debe ser como la sal,  que da sabor; como la levadura, que lo penetra todo; como la luz, que aleja  las oscuridades. Quien pertenece al Pueblo de Dios debe contar con entrar  en contradicción abierta con las personas que niegan la existencia de Dios  y desprecian sus mandamientos. Pero en la libertad de los hijos de Dios  no hay que tener miedo a nada, ni siquiera a la muerte.

781.  "En todo tiempo y lugar ha sido grato a Dios el que le teme y practica la justicia. Sin embargo, quiso santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados, sin conexión entre sí, sino hacer de ellos un pueblo para que le conociera de verdad y le sirviera con una vida santa. Eligió, pues, a Israel para pueblo suyo, hizo una alianza con él y lo fue educando poco a poco. Le fue revelando su persona y su plan a lo largo de su historia y lo fue santificando. Todo esto, sin embargo, sucedió como preparación y figura de su alianza nueva y perfecta que iba a realizar en Cristo [...], es decir, el Nuevo Testamento en su sangre, convocando a las gentes de entre los judíos y los gentiles para que se unieran, no según la carne, sino en el Espíritu" (LG 9). 

786.   El Pueblo de Dios participa, por último, en la función regia de Cristo. Cristo ejerce su realeza atrayendo a sí a todos los hombres por su muerte y su resurrección (cf. Jn 12, 32). Cristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos, no habiendo "venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos" (Mt 20, 28). Para el cristiano, "servir a Cristo es reinar" (LG 36), particularmente "en los pobres y en los que sufren" donde descubre "la imagen de su Fundador pobre y sufriente" (LG 8). El pueblo de Dios realiza su "dignidad regia" viviendo conforme a esta vocación de servir con Cristo. 
«La señal de la cruz hace reyes a todos los regenerados en Cristo, y la unción del Espíritu Santo los consagra sacerdotes; y así, además de este especial servicio de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y perfectos debe saber que son partícipes del linaje regio y del oficio sacerdotal. ¿Qué hay más regio que un espíritu que, sometido a Dios, rige su propio cuerpo? ¿Y qué hay más sacerdotal que ofrecer a Dios una conciencia pura y las inmaculadas víctimas de nuestra piedad en el altar del corazón?» (San León Magno, Sermo 4, 1). 

124.¿Por qué la Iglesia es más que una institución?



La Iglesia es más que una institución porque es un (  MISTERIO) que es a la vez humano y divino. [770­773, 779]  El amor verdadero no es ciego, sino que hace ver. Lo mismo ocurre  cuando miramos a la Iglesia: vista desde fuera la Iglesia es  únicamente una institución histórica, con logros históricos, pero  también con errores e incluso crímenes: una Iglesia de pecadores.  Pero esta mirada no es suficientemente profunda. Porque Cristo  se ha comprometido de tal modo con nosotros pecadores que no  abandona nunca a la Iglesia, incluso si le traicionáramos a diario.  Esta unión inseparable de lo humano y lo divino, de pecado y de  gracia, forma parte del misterio de la Iglesia. Por eso, vista con los  ojos de la fe, la Iglesia es  indestructiblemente santa. 132

770.   La Iglesia está en la historia, pero al mismo tiempo la transciende. Solamente "con los ojos de la fe" (Catecismo Romano,  1,10, 20) se puede ver al mismo tiempo en esta realidad visible una realidad espiritual, portadora de vida divina. 

773.   En la Iglesia esta comunión de los hombres con Dios por "la caridad que no pasará jamás"(1 Co 13, 8) es la finalidad que ordena todo lo que en ella es medio sacramental ligado a este mundo que pasa (cf. LG 48). «Su estructura está totalmente ordenada a la santidad de los miembros de Cristo. Y la santidad se aprecia en función del "gran misterio" en el que la Esposa responde con el don del amor al don del Esposo» (MD 27). María nos precede a todos en la santidad que es el misterio de la Iglesia como la "Esposa sin mancha ni arruga" (Ef  5, 27). Por eso la dimensión mariana de la Iglesia precede a su dimensión petrina" (ibíd.).

123.¿Cuál es la misión de la Iglesia?



La misión de la Iglesia es hacer brotar y crecer en  todos los pueblos el reino de Dios, que ha  comenzado ya con Jesús. [763­769,774­776,780]  Allí donde estuvo Jesús, el cielo tocó la tierra:  Comenzaba el reino de Dios, un reino de paz y justicia.  La Iglesia sirve a este reino de Dios. No es un fin en sí  misma. Tiene que continuar lo que ha comenzado con  Cristo. Debe actuar como lo haría Jesús. Continúa  realizando los signos sagrados de Jesús (  SACRAMENTOS). Transmite las palabras de Jesús. Por  eso la Iglesia, con todas sus debilidades, es realmente  un fragmento de cielo en la tierra.

763.   Corresponde al Hijo realizar el plan de Salvación de su Padre, en la plenitud de los tiempos; ese es el motivo de su "misión" (cf. LG 3; AG 3). "El Señor Jesús comenzó su Iglesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir, de la llegada del Reino de Dios prometido desde hacía siglos en las Escrituras" (LG 5). Para cumplir 
la voluntad del Padre, Cristo inauguró el Reino de los cielos en la tierra. La Iglesia es el Reino de Cristo "presente ya en misterio" (LG 3)

769.   La Iglesia "sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo" (LG 48), cuando Cristo vuelva glorioso. Hasta ese día, "la Iglesia avanza en su peregrinación a través de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios" (San Agustín, De civitate Dei 18, 51; cf. LG 8). Aquí abajo, ella se sabe en exilio, lejos del Señor (cf. 2Co 5, 6; LG 6), y aspira al advenimiento pleno del Reino, "y espera y desea con todas sus fuerzas reunirse con su Rey en la gloria" (LG 5). La consumación de la Iglesia en la gloria, y a través de ella la del mundo, no sucederá sin grandes pruebas. Solamente entonces, "todos los justos descendientes de Adán, ‗desde Abel el justo hasta el último de los elegidos‘ se reunirán con el Padre en la Iglesia universal" (LG 2). 

776.   Como sacramento, la Iglesia es instrumento de Cristo. Ella es asumida por Cristo ―como instrumento de redención universal‖ (LG 9), ―sacramento universal de salvación‖ (LG 48), por medio del cual Cristo ―manifiesta y realiza al mismo tiempo el misterio del amor de Dios al hombre‖ (GS 45, 1). Ella ―es el proyecto visible del amor de Dios hacia la humanidad‖ (Pablo VI, Discurso a los Padres del Sacro Colegio Cardenalicio, 22 junio 1973) que quiere ―que todo el género humano forme un único Pueblo de Dios, se una en un único Cuerpo de Cristo, se coedifique en un único templo del Espíritu Santo‖ (AG 7; cf. LG 17). 

780.   La Iglesia es, en este mundo, el sacramento de la salvación, el signo y el instrumento de la comunión con Dios y entre los hombres. 

122.¿Para qué quiere Dios la Iglesia?


Dios quiere la Iglesia porque no nos quiere  salvar individualmente, sino juntos. Quiere  convertir a toda la humanidad en su pueblo.  [758­781,802­804]  Nadie alcanza el cielo de forma asocial. Quien sólo se  preocupa de sí mismo y de la salvación de su alma,  vive de forma asocial. Esto es imposible, tanto en el  cielo como en la tierra. El mismo Dios no es asocial;  no es un ser solitario, que se baste a sí mismo. El  Dios trinitario es en sí «social», una comunión, un  eterno intercambio de amor. Según el modelo de Dios,  el hombre está hecho para la relación, el intercambio,  el compartir y el amor. Somos responsables unos de  otros.

758.   Para penetrar en el Misterio de la Iglesia, conviene primeramente contemplar su origen dentro del designio de la Santísima Trinidad y su realización progresiva en la historia. 

781.  "En todo tiempo y lugar ha sido grato a Dios el que le teme y practica la justicia. Sin embargo, quiso santificar y salvar a los hombres no individualmente y aislados, sin conexión entre sí, sino hacer de ellos un pueblo para que le conociera de verdad y le sirviera con una vida santa. Eligió, pues, a Israel para pueblo suyo, hizo una alianza con él y lo fue educando poco a poco. Le fue revelando su persona y su plan a lo largo de su historia y lo fue santificando. Todo esto, sin embargo, sucedió como preparación y figura de su alianza nueva y perfecta que iba a realizar en Cristo [...], es decir, el Nuevo Testamento en su sangre, convocando a las gentes de entre los judíos y los gentiles para que se unieran, no según la carne, sino en el Espíritu" (LG 9). 

802.   "Cristo Jesús se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo" (Tt 2, 14).

804.   Se entra en el Pueblo de Dios por la fe y el Bautismo. "Todos los hombres están invitados al Pueblo de Dios" (LG 13), a fin de que, en Cristo, "los hombres constituyan una sola familia y un único Pueblo de Dios" (AG 1). 

121.¿Qué significa «Iglesia»?



Iglesia viene del griego ekklesía = los convocados. Todos nosotros, quienes  hemos sido bautizados y creemos en Dios, somos convocados por el Señor. Y  juntos somos la Iglesia. Como dice san Pablo, Cristo es la Cabeza de la Iglesia.  Nosotros somos su Cuerpo. [748­757]  Cuando recibimos los SACRAMENTOS y escuchamos la Palabra de Dios, Cristo está en  nosotros y nosotros estamos en él: esto es la IGLESIA. La estrecha comunión de vida de  todos los bautizados con Cristo es descrita en la Sagrada Escritura con una gran riqueza  de imágenes. A veces se habla del Pueblo de Dios, otras de la esposa de Cristo; unas veces  se llama madre a la Iglesia, otras, la familia de Dios o se la compara con los invitados a  una boda. Nunca es la Iglesia una mera institución, nunca sólo la «Iglesia oficial», que  uno podría rechazar. Nos irritarán las faltas y los defectos que se dan en la Iglesia, pero  no nos podemos distanciar nunca de ella, porque Dios ha optado por ella de forma  irrevocable y no se aleja de ella a pesar de todos sus pecados. La Iglesia es la presencia de  Dios entre nosotros los hombres. Por eso debemos amarla.

748.   "Cristo es la luz de los pueblos. Por eso, este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de la Iglesia (LG 1), anunciando el Evangelio a todas las criaturas". Con estas palabras comienza la "Constitución dogmática sobre la Iglesia" del Concilio Vaticano II. Así, el Concilio muestra que el artículo de la fe sobre la Iglesia depende enteramente de los artículos que se refieren a Cristo Jesús. La Iglesia no tiene otra luz que la de Cristo; ella es, según una imagen predilecta de los Padres de la Iglesia, comparable a la luna cuya luz es reflejo del sol. 

757.   «La Iglesia que es llamada también "la Jerusalén de arriba" y "madre nuestra" (Ga 4, 26; cf. Ap 12, 17), y se la describe como la esposa inmaculada del Cordero inmaculado (Ap 19, 7; 21, 2. 9; 22, 17). Cristo "la amó y se entregó por ella para santificarla" (Ef  5, 25-26); se unió a ella en alianza indisoluble, "la alimenta y la cuida" (Ef  5, 29) sin cesar» (LG 6). 

lunes, 4 de febrero de 2019

120.¿Qué hace el Espíritu Santo en mi vida?



El Espíritu Santo me abre a Dios; me enseña a orar y me ayuda a  estar disponible para los demás. (738­741)  «El huésped silencioso de nuestra alma», así llama san Agustín al Espíritu  Santo. Quien quiera percibirlo debe hacer silencio. Con frecuencia este  huésped habla bajito dentro de nosotros, por ejemplo en la voz de nuestra  conciencia o mediante otros impulsos internos y externos. Ser «templo del  Espíritu Santo» quiere decir estar en cuerpo y alma a disposición de este  huésped, del Dios en nosotros. Nuestro cuerpo es por tanto, en cierto modo,  el cuarto de estar de Dios. Cuanto más nos abramos al Espíritu Santo en  nosotros, tanto más se convertirá en maestro de nuestra vida, tanto más  nos concederá también hoy sus  CARISMAS para la edificación de la  Iglesia. De este modo, en lugar de las  OBRAS DE LA CARNE, crecerán en  nosotros los  FRUTOS DEL ESPÍRITU. 290­291,295­297,310­311

738.   Así, la misión de la Iglesia no se añade a la de Cristo y del Espíritu Santo, sino que es su sacramento: con todo su ser y en todos sus miembros ha sido enviada para anunciar y dar testimonio, para actualizar y extender el Misterio de la Comunión de la Santísima Trinidad (esto será el objeto del próximo artículo): 
«Todos nosotros que hemos recibido el mismo y único espíritu, a saber, el Espíritu Santo, nos hemos fundido entre nosotros y con Dios. Ya que por mucho que nosotros seamos numerosos separadamente y que Cristo haga que el Espíritu del Padre y suyo habite en cada uno de nosotros, este Espíritu único e indivisible lleva por sí mismo a la unidad a aquellos que son distintos entre sí [...] y hace que todos aparezcan como una sola cosa en él . Y de la misma manera que el poder de la santa humanidad de Cristo hace que todos aquellos en los que ella se encuentra formen un solo cuerpo, pienso que también de la misma manera el Espíritu de Dios que habita en todos, único e indivisible, los lleva a todos a la unidad espiritual» (San Cirilo de Alejandría, Commentarius in Iohannem, 11, 11: PG 74, 561). 

741.  "El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables" (Rm 8, 26). El Espíritu Santo, artífice 
de las obras de Dios, es el Maestro de la oración (esto será el objeto de la Cuarta parte del Catecismo

119.¿Qué hace el Espíritu Santo en la Iglesia?



El Espíritu Santo construye la Iglesia y la impulsa, le recuerda su  MISIÓN. Llama a hombres a su servicio y les concede las gracias  necesarias. Nos introduce cada vez más profundamente en la  comunión con el Dios trino. [733­741, 747]  Aunque la Iglesia, en su larga historia, en ocasiones haya dado la impresión  de estar «dejada de la mano de Dios», a pesar de todas las faltas y  deficiencias humanas, siempre está actuando en ella el Espíritu Santo. Sus  dos mil años de existencia y los numerosos santos de todas las épocas y  culturas son ya la prueba visible de su presencia en ella. Es el Espíritu  Santo quien mantiene a la Iglesia en su conjunto en la verdad y la introduce  cada vez más profundamente en el conocimiento de. Dios. Es el Espíritu  Santo quien actúa en los  SACRAMENTOS Y quien hace viva para nosotros  la Sagrada Escritura. A las personas que se abren totalmente a él, les otorga  también hoy sus gracias y dones ( CARISMAS). 203­206

741.  "El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos pedir como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables" (Rm 8, 26). El Espíritu Santo, artífice 
de las obras de Dios, es el Maestro de la oración (esto será el objeto de la Cuarta parte del Catecismo).

747.   El Espíritu Santo que Cristo, Cabeza, derrama sobre sus miembros, construye, anima y santifica a la Iglesia. Ella es el sacramento de la comunión de la Santísima Trinidad con los hombres. 

733.   "Dios es Amor" (1 Jn 4, 8. 16) y el Amor que es el primer don, contiene todos los demás. Este amor "Dios lo ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5, 5). 

118.¿Qué sucedió en Pentecostés?



Cincuenta días después de su Resurrección .envió Jesús desde  el cielo el Espíritu Santo sobre sus discípulos. Dio comienzo  entonces el tiempo de la Iglesia. [731­733]  El día de Pentecostés el Espíritu Santo hizo de los temerosos  APÓSTOLES testigos valientes de Cristo. En poquísimo tiempo se  bautizaron miles de personas: era la hora del nacimiento de la  Iglesia. El prodigio de las lenguas de PENTECOSTÉS nos muestra  que la Iglesia existe desde el comienzo para todos; es universal  (término latino para el griego católica) y misionera. Se dirige a todos  los hombres, supera barreras étnicas y lingüísticas y puede ser  entendida por todos. Hasta hoy el Espíritu Santo es el elixir vital de  la Iglesia.

731.  El día de Pentecostés (al término de las siete semanas pascuales), la Pascua de Cristo se consuma con la efusión del Espíritu Santo que se manifiesta, da y comunica como Persona divina: desde su plenitud, Cristo, el Señor (cf. Hch 2, 36), derrama profusamente el Espíritu

733.   "Dios es Amor" (1 Jn 4, 8. 16) y el Amor que es el primer don, contiene todos los demás. Este amor "Dios lo ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5, 5). 

117. ¿Cómo pudo el Espíritu Santo obrar en, con y por medio  de María?



María estaba totalmente disponible y abierta a  Dios (Lc 1,38). De este modo pudo convertirse,  por la acción del Espíritu Santo, en «Madre de  Dios», y como Madre de Cristo también en Madre  de los cristianos, y más aún, de todos los  hombres. [721­726]  María posibilitó al Espíritu Santo el milagro de los  milagros: la Encarnación de Dios. Ella dio su si a Dios:  «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu  palabra» (Lc 1,38). Confortada por el Espíritu Santo  estuvo con Jesús a las duras y a las maduras, hasta la  Cruz. Allí Jesús nos la dio a todos nosotros como Madre  (Jn 19,25­27). 80­85,479

721.  María, la Santísima Madre de Dios, la siempre Virgen, es la obra maestra de la Misión del Hijo y del Espíritu Santo en la Plenitud de los tiempos. Por primera vez en el designio de Salvación y porque su Espíritu la ha preparado, el Padre encuentra la Morada en donde su Hijo y su Espíritu pueden habitar entre los hombres. Por ello, los más bellos textos sobre la Sabiduría, la Tradición de la Iglesia los ha entendido frecuentemente con relación a María (cf. Pr 8, 1-9, 6; Si 24): María es cantada y representada en la Liturgia como el "Trono de la Sabiduría". 
     En ella comienzan a manifestarse las "maravillas de Dios", que el Espíritu va a realizar en Cristo y en la Iglesia

726.   Al término de esta misión del Espíritu, María se convierte en la "Mujer", nueva Eva "madre de los vivientes", Madre del "Cristo total" (cf. Jn 19, 25-27). Así es como ella está presente con los Doce, que "perseveraban en la oración, con un mismo espíritu" (Hch 1, 14), en el amanecer de los "últimos tiempos" que el Espíritu va a inaugurar en la mañana de Pentecostés con la manifestación de la Iglesia

116.¿Qué quiere decir que el Espíritu Santo «habló por los  profetas»?



Ya en la antigua alianza Dios colmó a hombres y  mujeres con el Espíritu Santo, de modo que  alzaran su voz en favor de Dios, hablaran en su  nombre y prepararan al pueblo para la llegada  del Mesías. [683­688, 702­720]

  En la antigua alianza Dios escogió hombres y mujeres  que estuvieran dispuestos a dejarse convertir por él en  consoladores, guías y amonestadores de su pueblo. Fue  el Espíritu de Dios el que habló por boca de Isaías,  Jeremías, Ezequiel y los demás profetas. Juan el  Bautista, el último de estos profetas, no sólo predijo la  llegada del Mesías. Se encontró con él y lo proclamó  como el liberador del poder del pecado.

684.   El Espíritu Santo con su gracia es el "primero" que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es: "que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo" (Jn 17, 3). No obstante, es el "último" en la revelación de las personas de la Santísima Trinidad. San Gregorio Nacianceno, "el Teólogo", explica esta progresión por medio de la pedagogía de la "condescendencia" divina: 

688.   La Iglesia, comunión viviente en la fe de los Apóstoles que ella transmite, es el lugar de nuestro conocimiento del Espíritu Santo: 
– en las Escrituras que Él ha inspirado; 
– en la Tradición, de la cual los Padres de la Iglesia son testigos siempre actuales; 
– en el Magisterio de la Iglesia, al que Él asiste; 
– en la liturgia sacramental, a través de sus palabras y sus símbolos, en donde el Espíritu Santo nos pone en comunión con Cristo; 
–  en la oración en la cual Él intercede por nosotros; 
– en los carismas y ministerios mediante los que se edifica la Iglesia; 
–  en los signos de vida apostólica y misionera; 

–  en el testimonio de los santos, donde Él manifiesta su santidad y continúa la obra de la salvación. 

702.   Desde el comienzo y hasta "la plenitud de los tiempos" (Ga 4, 4), la Misión conjunta del Verbo y del Espíritu del Padre permanece oculta pero activa. El Espíritu de Dios preparaba entonces el tiempo del Mesías, y ambos, sin estar todavía plenamente revelados, ya han sido prometidos a fin de ser esperados y aceptados cuando se manifiesten. Por eso, cuando la Iglesia lee el Antiguo Testamento (cf. 2 Co 3, 14), investiga en él (cf. Jn 5, 39-46) lo que el Espíritu, "que habló por los profetas" (Símbolo Niceno-Constantinopolitano:DS 150), quiere decirnos acerca de Cristo. 

Por "profetas", la fe de la Iglesia entiende aquí a todos los que fueron inspirados por el Espíritu Santo en el vivo anuncio y en la redacción de los Libros Santos, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. La tradición judía distingue la Ley [los cinco primeros libros o Pentateuco], los Profetas [que nosotros llamamos los libros históricos y proféticos] y los Escritos [sobre todo sapienciales, en particular los Salmos] (cf. Lc 24, 44).