lunes, 18 de febrero de 2019

130.¿También los cristianos no católicos son nuestros hermanos y hermanas?-CATEQUESIS-



Todos los bautizados pertenecen a la Iglesia de Cristo. Por eso también los  bautizados que están separados de la plena comunión con la Iglesia católica se  llaman con razón cristianos y son por ello nuestros hermanos y hermanas. [817819]  Las rupturas de la única Iglesia de Cristo surgieron por falsificaciones de la doctrina de  Cristo, por faltas humanas y por escasa disposición a la reconciliación (con frecuencia en  los representantes de ambas partes). Los cristianos de hoy no son responsables de las  divisiones históricas de la Iglesia. El Espíritu Santo actúa también en las IGLESIAS  y COMUNIDADES ECLESIALES separadas de la Iglesia católica para la salvación de los  hombres. Todos los dones en ellas presentes, como por ejemplo la Sagrada Escritura, los  SACRAMENTOS, la fe, la esperanza, la caridad y otros CARISMAS, proceden de Cristo.  Donde habita el Espíritu de Cristo, hay una dinámica interna en dirección a la  «reunificación», porque lo que pertenece a un mismo ser tiende a unirse.

817.   De hecho, "en esta una y única Iglesia de Dios, aparecieron ya desde los primeros tiempos algunas escisiones que el apóstol reprueba severamente como condenables; y en siglos posteriores surgieron disensiones más amplias y comunidades no pequeñas se separaron de la comunión plena con la Iglesia católica y, a veces, no sin culpa de los hombres de ambas partes" (UR 3). Tales rupturas que lesionan la unidad del Cuerpo de Cristo (se distingue la herejía, la apostasía y el cisma [cf. CIC can. 751]) no se producen sin el pecado de los hombres: 
Ubi peccata sunt, ibi est multitudo, ibi schismata, ibi haereses, ibi discussiones. Ubi autem virtus, ibi singularitas, ibi unio, ex quo omnium credentium erat cor unum et anima una ("Donde hay pecados, allí hay desunión, cismas, herejías, discusiones. Pero donde hay virtud, allí hay unión, de donde resultaba que todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma": Orígenes, In Ezechielem homilia 9, 1). 
 
 
819.   Además, "muchos elementos de santificación y de verdad" (LG 8) existen fuera de los límites visibles de la Iglesia católica: "la palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y la caridad y otros dones interiores del Espíritu Santo y los elementos visibles" (UR 3; cf. LG 15). El Espíritu de Cristo se sirve de estas Iglesias y comunidades eclesiales como medios de salvación cuya fuerza viene de la plenitud de gracia y de verdad que Cristo ha confiado a la Iglesia católica. Todos estos bienes provienen de Cristo y conducen a Él (cf. UR 3) y de por sí impelen a "la unidad católica" (LG 8). 

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