miércoles, 27 de febrero de 2019

138. ¿Cómo está estructurada la Iglesia una, santa, católica y apostólica?-CATEQUESIS-



En la Iglesia hay  LAICOS y clérigos ( CLERO). Como hijos de  Dios tienen la misma dignidad. Tienen misiones de igual valor,  pero diferentes. La misión de los laicos es orientar el mundo  entero hacia el reino de Dios. Junto a ellos están los ministros  ordenados (clérigos) con los ministerios del gobierno de la Iglesia,  de la enseñanza y de la santificación. En ambos estados de vida  hay cristianos que, en castidad, pobreza y obediencia, se ponen de  modo especial al servicio de Dios (por ejemplo, los religiosos).  [871­876, 934, 935] Todo cristiano tiene la misión de testimoniar el evangelio con la propia  vida. Pero Dios traza un camino propio para cada persona. A unos los  envía como LAICOS, para que construyan el reino de Dios en medio del  mundo, en la familia y en el trabajo. Para ello cuentan con los dones  necesarios del Espíritu Santo en el bautismo y la CONFIRMACIÓN. A  otros les encomienda el ministerio pastoral; tienen que gobernar, enseñar  y santificar a su pueblo. Nadie se puede atribuir este encargo; es el Señor  mismo quien lo concede y confiere la fuerza divina mediante el orden  sagrado. De este modo pueden actuar en lugar de Cristo y dispensar los  SACRAMENTOS. 259

871.  "Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el Pueblo de Dios y, hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo" (CIC, can. 204, 1; cf. LG 31). 

876. El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente ligado a la naturaleza sacramental. En efecto, enteramente dependiente de Cristo que da misión y autoridad, los ministros son verdaderamente "siervos de Cristo" (Rm 1, 1), a imagen de Cristo que, libremente ha tomado por nosotros "la forma de siervo" (Flp 2, 7). Como la palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo que se las ha confiado para los otros, ellos se harán libremente esclavos de todos (cf. 1 Co 9, 19). 

934.   "Por institución divina, entre los fieles hay en la Iglesia ministros sagrados, que en el derecho se denominan clérigos; los demás se llaman laicos". Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, se consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia (CIC, can. 207, 1, 2). 

935.   Para anunciar su fe y para implantar su Reino, Cristo envía a sus apóstoles y a sus sucesores. Él les da parte en su misión. De Él reciben el poder de obrar en su nombre. 

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