lunes, 18 de febrero de 2019

127.¿Qué quiere decir que «la Iglesia es la esposa de Cristo»? -CATEQUESIS-



Jesucristo ama a la Iglesia como un esposo ama a su  esposa. Se vincula para siempre a ella y entrega su vida  por ella. [796]  Quien ha estado enamorado una vez, intuye lo que es el amor.  Jesús lo sabe y se denomina a sí mismo esposo, que corteja a su  esposa con amor ardiente y que desea celebrar la fiesta del  amor con ella. Su esposa somos nosotros, la Iglesia. Ya en el  ANTIGUO TESTAMENTO se compara el amor de Dios por su  pueblo con el amor entre esposo y esposa. Cuando Jesús nos  corteja a cada uno de nosotros, ¡cuántas veces es un amante  desgraciado, por así decir, enamorado de aquellos que no  quieren saber nada de su amor y no le corresponden!

796.   La unidad de Cristo y de la Iglesia, Cabeza y miembros del cuerpo, implica también la distinción de ambos en una relación personal. Este aspecto es expresado con frecuencia mediante la imagen del esposo y de la esposa. El tema de Cristo Esposo de la Iglesia fue preparado por los profetas y anunciado por Juan Bautista (cf. Jn 3, 29). El Señor se designó a sí mismo como "el Esposo" (Mc 2, 19; cf. Mt 22, 1-14; 25, 1-13). El apóstol presenta a la Iglesia y a cada fiel, miembro de su Cuerpo, como una Esposa "desposada" con Cristo Señor para "no ser con él más que un solo Espíritu" (cf. 1 Co 6,15-17; 2 Co 11,2). Ella es la Esposa inmaculada del Cordero inmaculado (cf. Ap 22,17; Ef  1,4; 5,27), a la que Cristo "amó y por la que se entregó a fin de santificarla" (Ef  5,26), la que él se asoció mediante una Alianza eterna y de la que no cesa de cuidar como de su propio Cuerpo (cf. Ef  5,29): 
«He ahí el Cristo total, cabeza y cuerpo, un solo formado de muchos [...] Sea la cabeza la que hable, sean los miembros, es Cristo el que habla. Habla en el papel de cabeza [ex persona capitis] o en el de cuerpo [ex persona corporis]. Según lo que está escrito: "Y los dos se harán una sola carne. Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia." (Ef  5,31-32) Y el Señor mismo en el evangelio dice: "De manera que ya no son dos sino una sola carne" (Mt 19,6). Como lo habéis visto bien, hay en efecto dos personas diferentes y, no obstante, no forman más que una en el abrazo conyugal... Como cabeza él se llama "esposo" y como cuerpo "esposa"» (San Agustín, Enarratio in Psalmum 74, 4: PL 36, 948-949). 

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