viernes, 19 de abril de 2019

193. ¿Hay una lógica interna que vincule entre sí a los sacramentos? -CATEQUESIS-



Todos los SACRAMENTOS son un encuentro con Cristo, que es él  mismo el sacramento original. Hay sacramentos de la INICIACIÓN, que introducen en la fe: Bautismo,  CONFIRMACIÓN y EUCARISTÍA. Hay sacramentos de curación: Penitencia y Unción de enfermos. Y hay sacramentos que están al servicio de la comunión y misión de los  fieles: Matrimonio y Orden. [1210­1211]  El Bautismo vincula a Cristo. La Confirmación nos concede su Espíritu Santo. La Eucaristía nos hace uno con él. La Penitencia nos reconcilia con Cristo. Mediante la Unción de los enfermos es Cristo quien cura, fortalece y consuela. En el sacramento del Matrimonio Cristo promete su amor en nuestro amor y su  fidelidad en nuestra fidelidad. Mediante el sacramento del Orden los sacerdotes son capacitados para perdonar  pecados y celebrar la Santa Misa

1210. Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c). 

1211. Siguiendo esta analogía se explicarán en primer lugar los tres sacramentos de la iniciación cristiana (capítulo primero), luego los sacramentos de la curación (capítulo segundo), finalmente, los sacramentos que están al servicio de la comunión y misión de los fieles (capítulo tercero). Ciertamente este orden no es el único posible, pero permite ver que los sacramentos forman un organismo en el cual cada sacramento particular tiene su lugar vital. En este organismo, la Eucaristía ocupa un lugar único, en cuanto "sacramento de los sacramentos": "todos los otros sacramentos están ordenados a éste como a su fin" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a. 3, c)

192. ¿Puede la Iglesia cambiar o renovar también la Liturgia?-CATEQUESIS-



Hay elementos modificables e invariables en la Liturgia. Es invariable todo  lo que es de origen divino, como por ejemplo las palabras de Jesús en la  Última Cena. Junto a esto hay partes variables, que la Iglesia en ocasiones  incluso debe cambiar. El misterio de Cristo debe ser anunciado, celebrado y  vivido en todo tiempo y en todas partes. Por ello la Liturgia debe  corresponder al espíritu y a la cultura de cada pueblo. [1200­1209] Jesús llega a todo el hombre: a su espíritu e inteligencia, a su corazón y su voluntad.  Justamente eso es lo que quiere hacer él hoy en la Liturgia. Por eso la Liturgia tiene  en África rasgos diferentes a los de Europa, en las residencias de ancianos diferentes a  los de las Jornadas Mundiales de la Juventud, y en las comunidades parroquiales  tiene un rostro diferente al de los monasterios. Pero debe permanecer reconocible que  es la única Liturgia de toda la Iglesia universal. 

1200. Desde la primera comunidad de Jerusalén hasta la Parusía, las Iglesias de Dios, fieles a la fe apostólica, celebran en todo lugar el mismo Misterio pascual. El Misterio celebrado en la liturgia es uno, pero las formas de su celebración son diversas. 

1201. La riqueza insondable del Misterio de Cristo es tal que ninguna tradición litúrgica puede agotar su expresión. La historia del nacimiento y del desarrollo de estos ritos testimonia una maravillosa complementariedad. Cuando las Iglesias han vivido estas tradiciones litúrgicas en comunión en la fe y en los sacramentos de la fe, se han enriquecido mutuamente y crecen en la fidelidad a la tradición y a la misión común a toda la Iglesia (cf. EN 63-64)

1209. El criterio que asegura la unidad en la pluriformidad de las tradiciones litúrgicas es la fidelidad a la Tradición apostólica, es decir: la comunión en la fe y los sacramentos recibidos de los Apóstoles, comunión que está significada y garantizada por la sucesión apostólica

191. ¿Qué lugares litúrgicos caracterizan una casa de Dios?-CATEQUESIS-



Los lugares principales de una iglesia son el altar con la cruz, el  TABERNÁCULO, la sede del celebrante, el ambón, la pila bautismal y el  confesionario. [1182­1188] El altar es el centro de la iglesia. Sobre él se hace presente el sacrificio de la  Cruz y la Resurrección de Jesús en la celebración de la Eucaristía. Es también la  mesa a la que es invitado el Pueblo de Dios. El TABERNÁCULO, una especie de caja fuerte sagrada, alberga, en un lugar lo  más digno posible y destacado de la iglesia, el Pan eucarístico en el que está presente el mismo Señor. La lamparilla del sagrario señala que el tabernáculo  está «habitado». Si no está encendida, es que el tabernáculo está vacío. La sede elevada (en latín cathedra) del OBISPO o del SACERDOTE debe  indicar que es en definitiva Cristo quien preside a la comunidad. El ambón (del griego anabainein = ascender), el atril para la lectura de la  Palabra de Dios, debe permitir reconocer el valor y la dignidad de las lecturas  bíblicas como palabra del Dios vivo. En la pila bautismal se bautiza y la pila de agua bendita debe recordarnos  nuestras promesas bautismales. El confesionario o sala penitencial está para poder reconocer la culpa y recibir el perdón.

1182. El altar de la Nueva Alianza es la Cruz del Señor (cf. Hb 13,10), de la que manan los sacramentos del Misterio pascual. Sobre el altar, que es el centro de la Iglesia, se hace presente el sacrificio de la cruz bajo los signos sacramentales. El altar es también la mesa del Señor, a la que el Pueblo de Dios es invitado (cf. Ordenación general del Misal romano, 259: Misal Romano). En algunas liturgias orientales, el altar es también símbolo del sepulcro (Cristo murió y resucitó verdaderamente).

1188. En una celebración litúrgica, toda la asamblea es "liturgo", cada cual según su función. El sacerdocio bautismal es el sacerdocio de todo el Cuerpo de Cristo. Pero algunos fieles son ordenados por el sacramento del Orden sacerdotal para representar a Cristo como Cabeza del Cuerpo



190. ¿Qué es una casa de Dios cristiana? -CATEQUESIS-



Una casa de Dios cristiana es tanto un símbolo de la comunidad  eclesial de las personas de un lugar concreto, como un símbolo  de las moradas celestes que Dios nos tiene preparadas a todos  nosotros. Nos reunimos en la casa de Dios para orar en  comunidad o a solas y para celebrar los SACRAMENTOS,  especialmente la EUCARISTÍA. [1179­1186,1197­1199]  «Aquí huele a cielo»; «Aquí uno está en silencio y reverentemente».  Algunas iglesias nos envuelven literalmente en una atmósfera densa de  oración. Sentimos que Dios está presente en ellas. La hermosura de las  iglesias nos remite a la hermosura, la grandeza y el amor de Dios. Las  iglesias no son sólo mensajeros en piedra de la fe, sino residencias de  Dios, que en el Sacramento del altar está ahí real, verdadera y  sustancialmente presente. 

1179. El culto "en espíritu y en verdad" (Jn 4,24) de la Nueva Alianza no está ligado a un lugar exclusivo. Toda la tierra es santa y ha sido confiada a los hijos de los hombres. Cuando los fieles se reúnen en un mismo lugar, lo fundamental es que ellos son las "piedras vivas", reunidas para "la edificación de un edificio espiritual" (1 P 2,4-5). El Cuerpo de Cristo resucitado es el templo espiritual de donde brota la fuente de agua viva. Incorporados a Cristo por el Espíritu Santo, "somos el templo de Dios vivo" (2 Co 6,16).

1186. Finalmente, el templo tiene una significación escatológica. Para entrar en la casa de Dios ordinariamente se franquea un umbral, símbolo del paso desde el mundo herido por el pecado al mundo de la vida nueva al que todos los hombres son llamados. La Iglesia visible simboliza la casa paterna hacia la cual el pueblo de Dios está en marcha y donde el Padre "enjugará toda lágrima de sus ojos" (Ap 21,4). Por eso también la Iglesia es la casa de todos los hijos de Dios, ampliamente abierta y acogedora.

1199. En estos templos, la Iglesia celebra el culto público para gloria de la Santísima Trinidad; en ellos escucha la Palabra de Dios y canta sus alabanzas, eleva su oración y ofrece el Sacrificio de Cristo, sacramentalmente presente en medio de la asamblea. Estas iglesias son también lugares de recogimiento y de oración personal. 

189. ¿Cómo marca la Liturgia los espacios en los que vivimos?- CATEQUESIS-


Con su victoria, Cristo ha penetrado todos los espacios del mundo. Él mismo es el  verdadero templo, y la adoración a Dios «en espíritu y verdad» (Jn 4,24) no está sujeta  ya a ningún lugar especial. Sin embargo, el mundo cristiano está lleno de iglesias y  signos sagrados porque las personas necesitan lugares concretos para encontrarse y  signos para recordar la nueva realidad. Cada iglesia es un símbolo de la casa celestial  del Padre hacia la cual estamos en camino. [1179­1181,1197­1198]  Ciertamente se puede rezar en cualquier lugar: en el bosque, en la playa, en la cama. Pero dado  que los hombres no somos únicamente espirituales, sino que tenemos un cuerpo, tenemos que  vernos, oírnos y sentirnos. Necesitamos tener un lugar concreto cuando queremos encontrarnos  para ser «Cuerpo de Cristo»; necesitamos arrodillarnos, cuando queremos adorar a Dios;  necesitamos comer el pan eucarístico allí donde es ofrecido; debemos ponernos físicamente en  movimiento cuando Él nos llama. Un crucero en el camino nos recuerda a quién pertenece el  mundo y hacia dónde se dirigen nuestros pasos. 

1179. El culto "en espíritu y en verdad" (Jn 4,24) de la Nueva Alianza no está ligado a un lugar exclusivo. Toda la tierra es santa y ha sido confiada a los hijos de los hombres. Cuando los fieles se reúnen en un mismo lugar, lo fundamental es que ellos son las "piedras vivas", reunidas para "la edificación de un edificio espiritual" (1 P 2,4-5). El Cuerpo de Cristo resucitado es el templo espiritual de donde brota la fuente de agua viva. Incorporados a Cristo por el Espíritu Santo, "somos el templo de Dios vivo" (2 Co 6,16)

1181. "En la casa de oración se celebra y se reserva la sagrada Eucaristía, se reúnen los fieles y se venera para ayuda y consuelo los fieles la presencia del Hijo de Dios, nuestro Salvador, ofrecido por nosotros en el altar del sacrificio. Esta casa de oración debe ser hermosa y apropiada para la oración y para las celebraciones sagradas" (PO 5; cf. SC 122-127). En esta "casa de Dios", la verdad y la armonía de los signos que la constituyen deben manifestar a Cristo que está presente y actúa en este lugar (cf. SC 7):

1198. En su condición terrena, la Iglesia tiene necesidad de lugares donde la comunidad pueda reunirse: nuestras iglesias visibles, lugares santos, imágenes de la Ciudad Santa, la Jerusalén celestial hacia la cual caminamos como peregrinos.


188. ¿Qué es la Liturgia de las Horas? -CATEQUESIS-



La Liturgia de las Horas es la oración general y pública de la Iglesia. Textos bíblicos  introducen al orante cada vez más profundamente en el misterio de la vida de  Jesucristo. De este modo, en todo el mundo, en cada hora del día, se da al Dios trino  espacio para transformar paso a paso al orante y al mundo. No sólo los PRESBÍTEROS  y los monjes rezan la Liturgia de las Horas. Muchos cristianos para quienes la fe es  importante unen su voz a la invocación de miles y miles, que se eleva a Dios desde todos  los lugares del mundo. [1174­1178,1196]  Las siete horas litúrgicas son como un vocabulario de oración de la Iglesia, que nos suelta la  lengua también cuando la alegría, la preocupación o el miedo nos dejan sin palabras. Una y otra  vez nos asombramos al rezar la Liturgia de las Horas: una frase, un texto entero concuerdan  «casualmente» de forma exacta con mi situación. Dios escucha cuando le llamamos. Nos responde  en estos textos, a veces de un modo tan concreto que causa estupor. No obstante muchas veces nos  exige largos periodos de silencio y de sequedad, en espera de nuestra fidelidad. 473,492 

1174. El Misterio de Cristo, su Encarnación y su Pascua, que celebramos en la Eucaristía, especialmente en la asamblea dominical, penetra y transfigura el tiempo de cada día mediante la celebración de la Liturgia de las Horas, "el Oficio divino" (cf. SC 83-101). Esta celebración, en fidelidad a las recomendaciones apostólicas de "orar sin cesar" (1 Ts 5,17; Ef 6,18), "está estructurada de tal manera que la alabanza de Dios consagra el curso entero del día y de la noche" (SC 84). Es "la oración pública de la Iglesia" (SC 98) en la cual los fieles (clérigos, religiosos y laicos) ejercen el sacerdocio real de los bautizados. Celebrada "según la forma aprobada" por la Iglesia, la Liturgia de las Horas "realmente es la voz de la misma Esposa la que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su mismo Cuerpo, al Padre" (SC 84).

1178. La Liturgia de las Horas, que es como una prolongación de la celebración eucarística, no excluye sino acoge de manera complementaria las diversas devociones del Pueblo de Dios, particularmente la adoración y el culto del Santísimo Sacramento

1196. Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero

187. ¿Cuál es la importancia del domingo? -CATEQUESIS-



El domingo es el centro del tiempo cristiano,  porque en el domingo celebramos la  Resurrección de Jesucristo y cada domingo  es una fiesta de Pascua en pequeño. [1163­ 1167,1193] Si el domingo es menospreciado o eliminado sólo  quedan días laborables en la semana. El hombre,  que ha sido creado para la alegría, acaba como  animal de trabajo y consumista idiotizado. En la  tierra debemos aprender a celebrar como es  debido, de lo contrario no sabremos qué hacer con  el cielo. En el cielo se da el domingo sin fin. 104­ 107.

1163. «La santa Madre Iglesia considera que es su deber celebrar la obra de salvación de su divino Esposo con un sagrado recuerdo, en días determinados a través del año. Cada semana, en el día que llamó "del Señor", conmemora su resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua. Además, en el ciclo del año desarrolla todo el Misterio de 2502 512 2659, 2836 1085 2174-2188 1343 Cristo. [...] Al conmemorar así los misterios de la redención, abre la riqueza de las virtudes y de los méritos de su Señor, de modo que se los hace presentes en cierto modo, durante todo tiempo, a los fieles para que los alcancen y se llenen de la gracia de la salvación" (SC 102).

1167. El domingo es el día por excelencia de la asamblea litúrgica, en que los fieles "deben reunirse para, escuchando la Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recordar la pasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús y dar gracias a Dios, que los hizo renacer a la esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos» (SC 106): «Cuando meditamos, [oh Cristo], las maravillas que fueron realizadas en este día del domingo de tu santa y gloriosa Resurrección, decimos: Bendito es el día del domingo, porque en él tuvo comienzo la Creación [...] la salvación del mundo [...] la renovación del género humano [...] en él el cielo y la tierra se regocijaron y el universo entero quedó lleno de luz. Bendito es el día del domingo, porque en él fueron abiertas las puertas del paraíso para que Adán y todos los desterrados entren en él sin temor» (Fanqîth, Breviarium iuxta ritum Ecclesiae Antiochenae Syrorum, v 6 [Mossul 1886] p. 193b).

1193. El domingo, "día del Señor", es el día principal de la celebración de la Eucaristía porque es el día de la Resurrección. Es el día de la asamblea litúrgica por excelencia, el día de la familia cristiana, el día del gozo y de descanso del trabajo. Él es "fundamento y núcleo de todo el año litúrgico" (SC 106). 

186. ¿Qué es el año litúrgico? -CATEQUESIS



El año litúrgico o año cristiano es la superposición del  transcurso normal del año con los misterios de la vida  de Cristo: desde la Encarnación hasta su retorno en  gloria. El año litúrgico comienza con el Adviento, el  tiempo de la espera del Señor; tiene su primer punto  culminante en el ciclo festivo de la Navidad y el  segundo, aún mayor, en la celebración de la Pasión,  Muerte y Resurrección de Cristo en la Pascua. El  tiempo pascual termina con la fiesta de Pentecostés, el  descenso del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Las fiestas  de la Virgen María y de los santos jalonan el año  litúrgico; en ellas la Iglesia alaba la gracia de Dios, que  ha conducido a los hombres a la salvación. [1168­ 1173,1194­1195]

1168. A partir del "Triduo Pascual", como de su fuente de luz, el tiempo nuevo de la Resurrección llena todo el año litúrgico con su resplandor. El año, gracias a esta fuente, queda progresivamente 2698 1330 560 524 971 2030 transfigurado por la liturgia. Es realmente "año de gracia del Señor" (cf. Lc 4,19). La economía de la salvación actúa en el marco del tiempo, pero desde su cumplimiento en la Pascua de Jesús y la efusión del Espíritu Santo, el fin de la historia es anticipado, como pregustado, y el Reino de Dios irrumpe en el tiempo de la humanidad.

1173. Cuando la Iglesia, en el ciclo anual, hace memoria de los mártires y los demás santos "proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que padecieron con Cristo y han sido glorificados con Él; propone a los fieles sus ejemplos, que atraen a todos por medio de Cristo al Padre, y por sus méritos implora los beneficios divinos" (SC 104; cf. SC 108 y 111)

1195. Haciendo memoria de los santos, en primer lugar de la santa Madre de Dios, luego de los Apóstoles, los mártires y los otros santos, en días fijos del año litúrgico, la Iglesia de la tierra manifiesta que está unida a la liturgia del cielo; glorifica a Cristo por haber realizado su salvación en sus miembros glorificados; su ejemplo la estimula en el camino hacia el Padre 

185. ¿Por qué se repite la Liturgia cada año? -CATEQUESIS-



Al igual que celebramos anualmente el cumpleaños o el aniversario  de boda, así también la  LITURGIA celebra en el ritmo del año los  principales acontecimientos cristianos de la salvación. No obstante,  con una diferencia decisiva: todo el tiempo es tiempo de Dios. Los  «recuerdos» del mensaje y de la vida de Jesús son al mismo tiempo  encuentros con el Dios vivo. [1163­1165,1194­1195] El filósofo danés Soren Kierkegaard dijo en una ocasión: «O somos  contemporáneos de Jesús o podemos dejarlo estar». El acompañamiento  creyente del año litúrgico nos convierte verdaderamente en contemporáneos  de Jesús. No porque nosotros nos imaginemos estar o podamos vivir  exactamente en su tiempo y en su vida, sino porque él, si le hacemos espacio  de este modo, entra en mi tiempo y en mi vida, con su presencia que sana y  perdona, con la potencia de su Resurrección.

1163. «La santa Madre Iglesia considera que es su deber celebrar la obra de salvación de su divino Esposo con un sagrado recuerdo, en días determinados a través del año. Cada semana, en el día que llamó "del Señor", conmemora su resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua. Además, en el ciclo del año desarrolla todo el Misterio de 2502 512 2659, 2836 1085 2174-2188 1343 Cristo. [...] Al conmemorar así los misterios de la redención, abre la riqueza de las virtudes y de los méritos de su Señor, de modo que se los hace presentes en cierto modo, durante todo tiempo, a los fieles para que los alcancen y se llenen de la gracia de la salvación" (SC 102).

1194. La Iglesia, "en el círculo del año desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor" (SC 102).

 1195. Haciendo memoria de los santos, en primer lugar de la santa Madre de Dios, luego de los Apóstoles, los mártires y los otros santos, en días fijos del año litúrgico, la Iglesia de la tierra manifiesta que está unida a la liturgia del cielo; glorifica a Cristo por haber realizado su salvación en sus miembros glorificados; su ejemplo la estimula en el camino hacia el Padre

184. ¿Cómo marca la Liturgia el tiempo? -CATEQUESIS-



En la celebración litúrgica el tiempo se  convierte en tiempo para Dios.  A menudo no sabemos qué hacer con nuestro  tiempo y nos buscamos un pasatiempo. En la  Liturgia el tiempo se vuelve muy denso, porque  cada segundo está lleno de sentido. Cuando  celebramos el culto, experimentamos que Dios ha  santificado el tiempo y que ha hecho de cada  segundo un acceso a la eternidad. 

1189. La celebración litúrgica comprende signos y símbolos que se refieren a la creación (luz, agua, fuego), a la vida humana (lavar, ungir, partir el pan) y a la historia de la salvación (los ritos de la Pascua). Insertos en el mundo de la fe y asumidos por la fuerza del Espíritu Santo, estos elementos cósmicos, estos ritos humanos, estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la acción salvífica y santificadora de Cristo.


183. ¿Por qué se interpreta música en las celebraciones y cómo debe ser la música para adecuarse a la Liturgia? -LITURGIA-



Donde las palabras no son suficientes para  alabar a Dios, la música acude en nuestra  ayuda. [1156­1158,1191] Cuando nos dirigimos a Dios siempre hay algo  inefable y algo que no expresamos. Ahí puede  ayudarnos la música. En el júbilo, el lenguaje se  convierte en canto, por eso los ángeles cantan. La  música, en las celebraciones litúrgicas, debe hacer  más hermosa e íntima la oración, debe tocar con  hondura el corazón de todos los presentes, elevar  hacia Dios y preparar una fiesta de tonalidades para  Dios.  187 I (1­165), II (166­27

1157. El canto y la música cumplen su función de signos de una manera tanto más significativa cuanto "más estrechamente estén vinculadas a la acción litúrgica" (SC 112), según tres criterios principales: la belleza expresiva de la oración, la participación unánime de la asamblea en los momentos previstos y el carácter solemne de la celebración. Participan así de la finalidad de las palabras y de las acciones litúrgicas: la gloria de Dios y la santificación de los fieles (cf. SC 112): «¡Cuánto lloré al oír vuestros himnos y cánticos, fuertemente conmovido por las voces de vuestra Iglesia, que suavemente cantaba! Entraban aquellas voces en mis oídos, y vuestra verdad se derretía en mi corazón, y con esto se inflamaba el afecto de piedad, y corrían las lágrimas, y me iba bien con ellas» (San Agustín, Confessiones 9, 6, 14). 

1158. La armonía de los signos (canto, música, palabras y acciones) es tanto más expresiva y fecunda cuanto más se expresa en la riqueza cultural propia del pueblo de Dios que celebra (cf. SC 119). Por eso "foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que en los ejercicios piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas", conforme a las normas de la Iglesia "resuenen las voces de los fieles"

1191. El canto y la música están en estrecha conexión con la acción litúrgica. Criterios para un uso adecuado de ellos son: la belleza expresiva de la oración, la participación unánime de la asamblea, y el carácter sagrado de la celebración. 

sábado, 13 de abril de 2019

EN REALIDAD SE PERMITE LA LUCHA DE LA VERDAD?-NOTICIAS-













Propuestas Viables Por: Lic. Jesús Elías Ríos Reyna Publicidad Oficial “A más de 100 días de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador permanecen los “factores del silencio”, en línea con nuestro comentario más reciente; hoy hablamos de la ley chayote y otras cosas referentes al tema. En México, cuando menos desde José López portillo hasta el presente; existe la publicidad oficial. Esta no es otra cosa que otorgar discrecionalmente dinero del presupuesto, para promover las acciones positivas del gobierno. Sin embargo, en los últimos 12 años se reportaron 3 mil 594 agresiones a periodistas, 95 de las cuales fueron asesinatos; 47 en el sexenio pasado. Tan solo en 2018, se reportaron 544 agresiones, 230 de ellas perpetradas por el Estado; federales en el 20% de los casos. Televisa, Tv Azteca, El Universal y Grupo Formula; entre los más beneficiados por el gobierno de EPN. “Controlar la opinión pública pues, independientemente del partido, es lo que posibilita mantener el poder” (Artículo 19) No me equivocaba al decir que hay una diferencia entre publicidad y periodismo, el periodismo forma la opinión pública; la publicidad la controla. Por lo anterior el colectivo Artículo 19 pidió la abrogación de la Ley General de Comunicación Social. La Republica no debe convertirse en una zona de silencio, tampoco el periodismo en un instrumento de golpeteo; por tanto para ser imparcial, hay que ser independiente. El ejecutivo federal advirtió, “Escriban sin cobrar”; eso se puede, si no se vive de la Noticia. Hacer periodismo, es un asunto complicado, como oficio. Aunque también de forma independiente, ambas cosas son indispensables; la primera para dar paso a la segunda. Narrativas de medios afines, y contra narrativas de independientes forjan opiniones. La propuesta del día de hoy es por demás clara: hagamos periodismo con la debida prudencia, escribamos con mesura, procuremos siempre dejar un mensaje positivo. Pedro Ferriz dijo “Empecemos a buscar la forma en trabajar por un México mejor” Ente los mártires del periodismo quiero citar a: Javier Valdez de RIO DOCE en Sinaloa, Carlos Domínguez columnista Tamaulipeco y Diego García Corona del semanario Morelos. Para decir que, la violencia sigue; pero hay mucho más que informar o analizar. Griselda Triana menciono: “Son tiempos convulsos y violentos, de una decadencia galopante y una descomposición espantosa” pero también es tiempo de seguir de pie, la verdad no puede esconderse; narrativas y contra narrativas deben continuar

martes, 9 de abril de 2019

182. ¿Los signos sagrados de la LITURGIA necesitan además palabras? -CATEQUESIS-



Celebrar la LITURGIA supone encontrarse  .con Dios: dejar que él actúe, escucharle,  responderle. Estos diálogos se expresan  siempre en gestos y palabras. [1153­1155,1190]      Jesús habló a los hombres mediante signos y  palabras. Así sucede también en la Iglesia, cuando  el sacerdote presenta los dones y dice: «Esto es mi  cuerpo, ... ésta es mi sangre». Sólo esta palabra  interpretativa de Jesús hace que los signos se  conviertan en SACRAMENTOS : signos que  realizan lo que significan.  

1153. Toda celebración sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo, y este encuentro se expresa como un diálogo a través de acciones y de palabras. Ciertamente, las acciones simbólicas son ya un lenguaje, pero es preciso que la Palabra de Dios y la respuesta de fe acompañen y vivifiquen estas acciones, a fin de que la semilla del Reino dé su fruto en la tierra buena. Las acciones litúrgicas significan lo que expresa la Palabra de Dios: a la vez la iniciativa gratuita de Dios y la respuesta de fe de su pueblo

1155. La palabra y la acción litúrgica, indisociables en cuanto signos y enseñanza, lo son también en cuanto que realizan lo que significan. El Espíritu Santo no solamente procura una inteligencia de la Palabra de Dios suscitando la fe, sino que también mediante los sacramentos realiza las "maravillas" de Dios que son anunciadas por la misma Palabra: hace presente y comunica la obra del Padre realizada por el Hijo amado

1192. Las imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a Él a quien adoramos. A través de las sagradas imágenes de la Santísima Madre de Dios, de los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados.

181. ¿Por qué en las celebraciones litúrgicas hay tantos signos y símbolos? -CATEQUESIS-


Dios sabe que los hombres no sólo somos seres espirituales, sino también  corporales; necesitamos signos y símbolos para reconocer y. designar las  realidades espirituales o interiores. [1145­1152]    Da igual que sean rosas rojas, anillo nupcial, vestidos negros, grafitis o el lazo de la lucha  contra el sida, siempre expresamos las realidades interiores mediante signos y también  nos entendemos así de modo inmediato. El Dios hecho hombre nos da signos humanos,  bajo los cuales él vive y actúa entre nosotros: pan y vino, el agua del Bautismo, la unción  con el Espíritu Santo. Nuestra respuesta a los signos sagrados de Dios, instituidos por  Cristo, consiste en muestras de reverencia: doblar la rodilla, ponerse en pie para escuchar  el Evangelio, inclinarse, juntar las manos. Y como hacemos para una boda, adornamos el  lugar de la presencia divina con lo más hermoso que tenemos: con flores, velas y música.  No obstante, los signos necesitan en ocasiones palabras que los interpreten

1145. Una celebración sacramental esta tejida de signos y de símbolos. Según la pedagogía divina de la salvación, su significación tiene su raíz en la obra de la creación y en la cultura humana, se perfila en los acontecimientos de la Antigua Alianza y se revela en plenitud en la persona y la obra de Cristo.

1152. Signos sacramentales. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo realiza la santificación a través de los signos sacramentales de su Iglesia. Los sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida social. Aún más, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, significan y realizan la salvación obrada por Cristo, y prefiguran y anticipan la gloria del cielo.



180. ¿Por qué traducimos Liturgia como culto divino? -CATEQUESIS-



El culto o servicio divino es ante todo el servicio que Dios nos  hace a nosotros, y sólo en segundo lugar nuestro servicio a Dios.  Dios se nos da bajo signos sagrados, para que nosotros hagamos  lo mismo: entregarnos sin reserva a él. [1145­1192]   Jesús está ahí, en la Palabra y el SACRAMENTO: Dios está presente.  Esto es lo primero y lo más importante en toda celebración litúrgica. En  segundo lugar estamos nosotros. Jesús entrega su vida por nosotros, para  que nosotros le ofrezcamos el sacrificio espiritual de nuestras vidas. En la  EUCARISTÍA Cristo se nos da, para que nos demos a él. Por así decir,  extendemos a Cristo un cheque en blanco sobre nuestra vida. De este  modo participamos en el sacrificio salvador y transformador de Cristo.  Nuestra pequeña vida es elevada al reino de Dios. Dios puede vivir su  vida en nuestra vida. 

1145. Una celebración sacramental esta tejida de signos y de símbolos. Según la pedagogía divina de la salvación, su significación tiene su raíz en la obra de la creación y en la cultura humana, se perfila en los acontecimientos de la Antigua Alianza y se revela en plenitud en la persona y la obra de Cristo.

1192. Las imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a Él a quien adoramos. A través de las sagradas imágenes de la Santísima Madre de Dios, de los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados.


179. ¿Quién celebra la Liturgia?-CATEQUESIS-



Es el mismo Cristo, el Señor, quien celebra en todas las  LITURGIAS terrenas la LITURGIA celestial, que  abarca a ángeles y hombres, a vivos y difuntos, pasado,  presente y futuro, cielo y tierra. Los PRESBÍTEROS y  los fieles participan en la celebración litúrgica de  Cristo de diferente manera. [1136­1139]  En las celebraciones litúrgicas debemos prepararnos  interiormente para la grandeza de lo que allí sucede. Aquí y  ahora está presente Cristo, y con él todo el cielo. Allí están  todos llenos de una alegría indecible y al mismo tiempo de  amorosa preocupación por nosotros. El último libro de la  Sagrada Escritura, el Apocalipsis, nos describe en imágenes  misteriosas esta Liturgia celestial, a la que unimos nuestra  voz aquí en la tierra. 170 

1136. La Liturgia es "acción" del "Cristo total" (Christus totus). Los que desde ahora la celebran participan ya, más allá de los signos, de la liturgia del cielo, donde la celebración es enteramente comunión y fiesta.

1137. El Apocalipsis de san Juan, leído en la liturgia de la Iglesia, nos revela primeramente que "un trono estaba erigido en el cielo y Uno sentado en el trono" (Ap 4,2): "el Señor Dios" (Is 6,1; cf. Ez 1,26- 28). Luego revela al Cordero, "inmolado y de pie" (Ap 5,6; cf. Jn 1,29): Cristo crucificado y resucitado, el único Sumo Sacerdote del santuario verdadero (cf. Hb 4,14-15; 10, 19-21; etc.), el mismo "que ofrece y que es ofrecido, que da y que es dado" (Liturgia Bizantina. Anaphora Iohannis Chrysostomi). Y por último, revela "el río de agua de vida [...] que brota del trono de Dios y del Cordero" (Ap 22,1), uno de los más bellos símbolos del Espíritu Santo (cf. Jn 4,10-14; Ap 21,6).

1139. En esta liturgia eterna el Espíritu y la Iglesia nos hacen participar cuando celebramos el Misterio de la salvación en los sacramentos.

178. Cuando un sacramento es administrado por una persona que es indigna, ¿pierde por ello su efecto?- CATEQUESIS-



No. Los SACRAMENTOS obran en virtud de la acción  sacramental realizada (ex opere operato), es decir,  independientemente de la actitud moral o de la  disposición espiritual de quien los dispensa. Es  suficiente con que quiera hacer lo que hace la Iglesia.  [1127­1128,1131] Los ministros de los sacramentos deben, en cualquier caso,  llevar una vida ejemplar. Pero los sacramentos no son eficaces  por la SANTIDAD de sus ministros, sino porque es Cristo  mismo quien actúa en ellos. Ciertamente él respeta nuestra  libertad al recibir los sacramentos y por eso sólo tienen eficacia  positiva cuando nos abrimos a Cristo.

1127. Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan (cf. Concilio de Trento: DS 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epíclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder

1128. Tal es el sentido de la siguiente afirmación de la Iglesia (cf. Concilio de Trento: DS 1608): los sacramentos obran ex opere operato (según las palabras mismas del Concilio: "por el hecho mismo de que la acción es realizada"), es decir, en virtud de la obra salvífica de Cristo, realizada de una vez por todas. De ahí se sigue que "el sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios" (Santo Tomás de Aquino, S. Th., 3, q. 68, a.8, c). En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y de su Espíritu actúa en él y por él, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

1131. Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son 2003 460 2817 950 celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.


177. ¿Por qué los sacramentos presuponen la fe?-CATEQUESIS-


Los SACRAMENTOS no son magia. Un sacramento sólo  puede tener efecto cuando se entiende y acoge en la fe.  Los sacramentos no sólo suponen la fe, sino que también  la fortalecen y la expresan. [1122­1126] Jesús encomendó a los APÓSTOLES hacer a los hombres  discípulos suyos en primer lugar mediante la predicación, es  decir, despertar su fe y, sólo después, bautizarlos. Son por tanto  dos las cosas que recibimos de la Iglesia: la fe y los sacramentos.  Tampoco hoy se convierte uno en cristiano mediante un mero rito  o por apuntarse en una lista, sino mediante la aceptación de la fe  verdadera. Recibimos la fe verdadera de la Iglesia. Ella responde  de ella. Dado que es la fe de la Iglesia la que se expresa en la  LITURGIA, ningún rito sacramental puede ser modificado o  manipulado a voluntad de un ministro o de la comunidad.

1122. Cristo envió a sus Apóstoles para que, "en su Nombre, proclamasen a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados" (Lc 24,47). "Haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19). La misión de bautizar, por tanto la misión sacramental, está implicada en la misión de evangelizar, porque el sacramento es preparado por la Palabra de Dios y por la fe que es consentimiento a esta Palabra: «El pueblo de Dios se reúne, sobre todo, por la palabra de Dios vivo [...] Necesita la predicación de la palabra para el ministerio mismo de los sacramentos. En efecto, son sacramentos de la fe que nace y se alimenta de la palabra» (PO 4). 

1123. "Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen un fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por se llaman sacramentos de la fe" (SC 59). 

1124. La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los apóstoles, de ahí el antiguo adagio: Lex orandi, lex credendi (o: Legem credendi lex statuat supplicandi). "La ley de la oración determine la ley de la fe" (Indiculus, c. 8: DS 246), según Próspero de Aquitania, (siglo V). La ley de la oración es la ley de la fe. La Iglesia cree como ora. La liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición santa y viva (cf. DV 8). 

176. ¿Qué sacramentos se reciben solamente una vez en la vida?-CATEQUESIS-



El Bautismo, la CONFIRMACIÓN y el Orden sacerdotal. Estos   SACRAMENTOS marcan al cristiano con un sello indeleble. El  Bautismo y la Confirmación le convierten de una vez para siempre  en hijo de Dios, semejante a Cristo. El Orden sacerdotal sella  igualmente al cristiano de forma definitiva 

1121. Los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y del Orden sacerdotal confieren, además de la gracia, un carácter sacramental o "sello" por el cual el cristiano participa del sacerdocio de Cristo y forma parte de la Iglesia según estados y funciones diversos. Esta configuración con Cristo y con la Iglesia, realizada por el Espíritu, es indeleble (Concilio de Trento: DS 1609); permanece para siempre en el cristiano como disposición positiva para la gracia, como promesa y garantía de la protección divina y como vocación al culto divino y al servicio de la Iglesia. Por tanto, estos sacramentos no pueden ser reiterados.

martes, 2 de abril de 2019

175. ¿Por qué pertenecen los sacramentos a la Iglesia? ¿Por qué no puede cada uno hacer uso de ellos a su antojo?-CATEQUESIS-


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Los SACRAMENTOS son dones de Cristo a su Iglesia. Ella  tiene la misión de dispensarlos y de protegerlos de un uso  abusivo. [1117­1119; 1131] Jesús ha confiado la transmisión de sus palabras y signos a  determinadas personas, en concreto a sus APÓSTOLES, Y no los  ha entregado a una masa anónima. Hoy se diría: no colocó su  herencia en la red con libre acceso, sino que la albergó en un  dominio propio. Los sacramentos existen para la Iglesia y por  ella. Existen para ella porque el Cuerpo de Cristo, que es la  Iglesia, se constituye, se alimenta y se perfecciona mediante los  sacramentos. Existen por ella, porque los sacramentos son  fuerzas del Cuerpo de Cristo, como en la Penitencia, donde Cristo  nos perdona los pecados por medio del. PRESBÍTERO.

1117. Por el Espíritu que la conduce "a la verdad completa" (Jn 16,13), la Iglesia reconoció poco a poco este tesoro recibido de Cristo y precisó su "dispensación", tal como lo hizo con el canon de las Sagradas Escrituras y con la doctrina de la fe, como fiel dispensadora de los misterios de Dios (cf. Mt 13,52; 1 Co 4,1). Así, la Iglesia ha precisado a lo largo de los siglos, que, entre sus celebraciones litúrgicas, hay siete que son, en el sentido propio del término, sacramentos instituidos por el Señor.

1119. Formando con Cristo-Cabeza "como una única [...] persona mística" (Pío XII, enc. Mystici Corporis), la Iglesia actúa en los sacramentos como "comunidad sacerdotal" "orgánicamente estructurada" (LG 11): gracias al Bautismo y la Confirmación, el pueblo sacerdotal se hace apto para celebrar la liturgia; por otra parte, algunos fieles "que han recibido el sacramento del Orden están instituidos en nombre de Cristo para ser los pastores de la Iglesia con la palabra y la gracia de Dios" (LG 11).

1131. Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son 2003 460 2817 950 celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.


174. ¿Por qué no es suficiente la fe en Jesucristo? ¿Para qué nos da Dios además los sacramentos?-CATEQUESIS-



Debemos y podemos acceder a .Dios con  todos los sentidos, no sólo con el intelecto.  Por eso se nos da Dios en signos terrenos,  especialmente en el pan y el vino, que son el  Cuerpo y la Sangre de Cristo. [1084,1146­ 1152] Los hombres vieron a Jesús, lo escucharon,  pudieron tocarlo y experimentaron la salvación y  la sanación de cuerpo y alma. Los signos  sensibles de los SACRAMENTOS llevan ese  mismo sello de Dios, que quiere dirigirse al  hombre en su totalidad, y no sólo a su cabeza.

1084. "Sentado a la derecha del Padre" y derramando el Espíritu Santo sobre su Cuerpo que es la Iglesia, Cristo actúa ahora por medio de los sacramentos, instituidos por Él para comunicar su gracia. Los sacramentos son signos sensibles (palabras y acciones), accesibles a nuestra humanidad actual. Realizan eficazmente la gracia que significan en virtud de la acción de Cristo y por el poder del Espíritu Santo.

1146. Signos del mundo de los hombres. En la vida humana, signos y símbolos ocupan un lugar importante. El hombre, siendo un ser a la vez corporal y espiritual, expresa y percibe las realidades espirituales a través de signos y de símbolos materiales. Como ser social, el hombre necesita signos y símbolos para comunicarse con los demás, mediante el lenguaje, gestos y acciones. Lo mismo sucede en su relación con Dios. 

1152. Signos sacramentales. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo realiza la santificación a través de los signos sacramentales de su Iglesia. Los sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida social. Aún más, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, significan y realizan la salvación obrada por Cristo, y prefiguran y anticipan la gloria del cielo. PALABRAS Y ACCIONES 

173. ¿Y para qué necesitamos en realidad los sacramentos?-CATEQUESIS-


Necesitamos los SACRAMENTOS para transformar nuestra pequeña  vida humana y por medio de Jesús llegar a ser como Jesús: hijos de Dios  en libertad y esplendor. [1129] En el Bautismo los hijos perdidos de los hombres se convierten en hijos protegidos  de Dios; mediante la CONFIRMACIÓN los débiles se convierten en fuertes; mediante la Confesión los culpables se convierten en reconciliados; mediante la EUCARISTÍA los hambrientos se convierten en pan para otros; mediante el Matrimonio y mediante el Orden sacerdotal los individualistas se  convierten en servidores del amor; mediante la Unción de los enfermos los desesperados se convierten en hombres  con confianza. El sacramento de todos los sacramentos es Cristo mismo. En él podemos dejar la  perdición del egoísmo y entramos en la verdadera vida, que no cesa nunca.

1129. La Iglesia afirma que para los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación (cf. Concilio de Trento: DS 1604). La "gracia sacramental" es la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu de adopción deifica (cf. 2 P 1,4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el Salvador. 

172. ¿Cuántos sacramentos hay y cómo se llaman? -CATEQUESIS-



Los  SACRAMENTOS de la Iglesia son siete:  Bautismo,  CONFIRMACIÓN,  EUCARISTÍA, Penitencia, Unción de los  enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. 

1210. Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c).


171. ¿Qué es lo esencial de toda Liturgia?-CATEQUESIS-



La  LITURGIA es siempre en primer lugar comunión con Jesucristo. Toda celebración  litúrgica, no sólo la Eucaristía, es una fiesta de la Pascua en pequeño. Jesús celebra con  nosotros el paso de la muerte a la vida y lo hace accesible para nosotros. [1085] El acto litúrgico más importante del mundo fue la fiesta de la Pascua que Jesús celebró con sus discípulos  en el Cenáculo la víspera de su Muerte. Los discípulos pensaban que Jesús iba a conmemorar la liberación  de Israel del poder de Egipto. Pero Jesús celebró la liberación de toda la humanidad del poder de la  muerte. En Egipto fue la «sangre del cordero» la que protegió a los israelitas del ángel de la muerte. Ahora  es él mismo el Cordero, cuya sangre salva a la humanidad de la muerte. Porque la Muerte y la  Resurrección de Jesús son la prueba de que se puede morir y, sin embargo, ganar la vida. Éste es el  verdadero contenido de cada celebración litúrgica cristiana. Jesús mismo comparó su Muerte y  Resurrección con la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto. Con el término misterio pascual se  designa por ello el efecto salvífica de la Muerte y Resurrección de Jesús. En forma análoga a la sangre del  cordero que salvó las vidas de los israelitas en la salida de Egipto (Éx 12), Jesús es el verdadero Cordero  pascual, que ha liberado a la humanidad de su encierro en la muerte y el pecado.

1085. En la liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su misterio pascual. Durante su vida terrestre Jesús anunciaba con su enseñanza y anticipaba con sus actos el misterio pascual. Cuando llegó su hora (cf. Jn 13,1; 17,1), vivió el único acontecimiento de la historia que no pasa: Jesús muere, es sepultado, resucita de entre los muertos y se sienta a la derecha del Padre "una vez por todas" (Rm 6,10; Hb 7,27; 9,12). Es un acontecimiento real, sucedido en nuestra historia, pero absolutamente singular: todos los demás acontecimientos suceden una vez, y luego pasan y son absorbidos por el pasado. El misterio pascual de Cristo, por el contrario, no puede permanecer solamente en el pasado, pues por su muerte destruyó a la muerte, y todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y domina así todos los tiempos y en ellos se mantiene permanentemente presente. El acontecimiento de la Cruz y de la Resurrección permanece y atrae todo hacia la Vida. 

170. ¿Cuál es el origen más hondo de la LITURGIA?-CATEQUESIS-



El origen más hondo de la  LITURGIA es Dios, en quien  existe una fiesta eterna y celestial del amor: la fiesta de la  alegría del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Puesto que  Dios es amor, quiere hacernos partícipes de la celebración  de su alegría y regalarnos su BENDICIÓN. [1077­1109] Nuestros actos de culto terrenos tienen que ser celebraciones llenas  de belleza y energía. Celebraciones del Padre, que nos ha creado, por eso los dones de la  tierra tienen un papel tan importante: el pan, el vino, el aceite y la  luz, el perfume del incienso, música divina y colores espléndidos. Celebraciones del Hijo, que nos ha salvado, por eso nos alegramos  de nuestra liberación, respiramos hondamente escuchando la  Palabra, nos fortalecemos al comer los dones eucarísticos. Celebraciones del Espíritu Santo, que vive en nosotros, por eso la  riqueza desbordante de consuelo, conocimiento, valor, fuerza y  BENDICIÓN  que brota de las asambleas sagradas. 179

1077. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo; por cuanto nos ha elegido en él antes de la creación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia con la que nos agració en el Amado" (Ef 1,3-6).

1109. La Epíclesis es también oración por el pleno efecto de la comunión de la asamblea con el Misterio de Cristo. "La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo" (2 Co 13,13) deben permanecer siempre con nosotros y dar frutos más allá de la celebración eucarística. La Iglesia, por tanto, pide al Padre que envíe el Espíritu Santo para que haga de la vida de los fieles una ofrenda viva a Dios mediante la transformación espiritual a imagen de Cristo, la preocupación por la unidad de la Iglesia y la participación en su misión por el testimonio y el servicio de la caridad.