viernes, 19 de abril de 2019

188. ¿Qué es la Liturgia de las Horas? -CATEQUESIS-



La Liturgia de las Horas es la oración general y pública de la Iglesia. Textos bíblicos  introducen al orante cada vez más profundamente en el misterio de la vida de  Jesucristo. De este modo, en todo el mundo, en cada hora del día, se da al Dios trino  espacio para transformar paso a paso al orante y al mundo. No sólo los PRESBÍTEROS  y los monjes rezan la Liturgia de las Horas. Muchos cristianos para quienes la fe es  importante unen su voz a la invocación de miles y miles, que se eleva a Dios desde todos  los lugares del mundo. [1174­1178,1196]  Las siete horas litúrgicas son como un vocabulario de oración de la Iglesia, que nos suelta la  lengua también cuando la alegría, la preocupación o el miedo nos dejan sin palabras. Una y otra  vez nos asombramos al rezar la Liturgia de las Horas: una frase, un texto entero concuerdan  «casualmente» de forma exacta con mi situación. Dios escucha cuando le llamamos. Nos responde  en estos textos, a veces de un modo tan concreto que causa estupor. No obstante muchas veces nos  exige largos periodos de silencio y de sequedad, en espera de nuestra fidelidad. 473,492 

1174. El Misterio de Cristo, su Encarnación y su Pascua, que celebramos en la Eucaristía, especialmente en la asamblea dominical, penetra y transfigura el tiempo de cada día mediante la celebración de la Liturgia de las Horas, "el Oficio divino" (cf. SC 83-101). Esta celebración, en fidelidad a las recomendaciones apostólicas de "orar sin cesar" (1 Ts 5,17; Ef 6,18), "está estructurada de tal manera que la alabanza de Dios consagra el curso entero del día y de la noche" (SC 84). Es "la oración pública de la Iglesia" (SC 98) en la cual los fieles (clérigos, religiosos y laicos) ejercen el sacerdocio real de los bautizados. Celebrada "según la forma aprobada" por la Iglesia, la Liturgia de las Horas "realmente es la voz de la misma Esposa la que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su mismo Cuerpo, al Padre" (SC 84).

1178. La Liturgia de las Horas, que es como una prolongación de la celebración eucarística, no excluye sino acoge de manera complementaria las diversas devociones del Pueblo de Dios, particularmente la adoración y el culto del Santísimo Sacramento

1196. Los fieles que celebran la Liturgia de las Horas se unen a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, por la oración de los salmos, la meditación de la Palabra de Dios, de los cánticos y de las bendiciones, a fin de ser asociados a su oración incesante y universal que da gloria al Padre e implora el don del Espíritu Santo sobre el mundo entero

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