martes, 9 de abril de 2019

177. ¿Por qué los sacramentos presuponen la fe?-CATEQUESIS-


Los SACRAMENTOS no son magia. Un sacramento sólo  puede tener efecto cuando se entiende y acoge en la fe.  Los sacramentos no sólo suponen la fe, sino que también  la fortalecen y la expresan. [1122­1126] Jesús encomendó a los APÓSTOLES hacer a los hombres  discípulos suyos en primer lugar mediante la predicación, es  decir, despertar su fe y, sólo después, bautizarlos. Son por tanto  dos las cosas que recibimos de la Iglesia: la fe y los sacramentos.  Tampoco hoy se convierte uno en cristiano mediante un mero rito  o por apuntarse en una lista, sino mediante la aceptación de la fe  verdadera. Recibimos la fe verdadera de la Iglesia. Ella responde  de ella. Dado que es la fe de la Iglesia la que se expresa en la  LITURGIA, ningún rito sacramental puede ser modificado o  manipulado a voluntad de un ministro o de la comunidad.

1122. Cristo envió a sus Apóstoles para que, "en su Nombre, proclamasen a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados" (Lc 24,47). "Haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Mt 28,19). La misión de bautizar, por tanto la misión sacramental, está implicada en la misión de evangelizar, porque el sacramento es preparado por la Palabra de Dios y por la fe que es consentimiento a esta Palabra: «El pueblo de Dios se reúne, sobre todo, por la palabra de Dios vivo [...] Necesita la predicación de la palabra para el ministerio mismo de los sacramentos. En efecto, son sacramentos de la fe que nace y se alimenta de la palabra» (PO 4). 

1123. "Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del Cuerpo de Cristo y, en definitiva, a dar culto a Dios, pero, como signos, también tienen un fin instructivo. No sólo suponen la fe, también la fortalecen, la alimentan y la expresan con palabras y acciones; por se llaman sacramentos de la fe" (SC 59). 

1124. La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los apóstoles, de ahí el antiguo adagio: Lex orandi, lex credendi (o: Legem credendi lex statuat supplicandi). "La ley de la oración determine la ley de la fe" (Indiculus, c. 8: DS 246), según Próspero de Aquitania, (siglo V). La ley de la oración es la ley de la fe. La Iglesia cree como ora. La liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición santa y viva (cf. DV 8). 

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