martes, 9 de abril de 2019

178. Cuando un sacramento es administrado por una persona que es indigna, ¿pierde por ello su efecto?- CATEQUESIS-



No. Los SACRAMENTOS obran en virtud de la acción  sacramental realizada (ex opere operato), es decir,  independientemente de la actitud moral o de la  disposición espiritual de quien los dispensa. Es  suficiente con que quiera hacer lo que hace la Iglesia.  [1127­1128,1131] Los ministros de los sacramentos deben, en cualquier caso,  llevar una vida ejemplar. Pero los sacramentos no son eficaces  por la SANTIDAD de sus ministros, sino porque es Cristo  mismo quien actúa en ellos. Ciertamente él respeta nuestra  libertad al recibir los sacramentos y por eso sólo tienen eficacia  positiva cuando nos abrimos a Cristo.

1127. Celebrados dignamente en la fe, los sacramentos confieren la gracia que significan (cf. Concilio de Trento: DS 1605 y 1606). Son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; Él es quien bautiza, Él quien actúa en sus sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa. El Padre escucha siempre la oración de la Iglesia de su Hijo que, en la epíclesis de cada sacramento, expresa su fe en el poder del Espíritu. Como el fuego transforma en sí todo lo que toca, así el Espíritu Santo transforma en vida divina lo que se somete a su poder

1128. Tal es el sentido de la siguiente afirmación de la Iglesia (cf. Concilio de Trento: DS 1608): los sacramentos obran ex opere operato (según las palabras mismas del Concilio: "por el hecho mismo de que la acción es realizada"), es decir, en virtud de la obra salvífica de Cristo, realizada de una vez por todas. De ahí se sigue que "el sacramento no actúa en virtud de la justicia del hombre que lo da o que lo recibe, sino por el poder de Dios" (Santo Tomás de Aquino, S. Th., 3, q. 68, a.8, c). En consecuencia, siempre que un sacramento es celebrado conforme a la intención de la Iglesia, el poder de Cristo y de su Espíritu actúa en él y por él, independientemente de la santidad personal del ministro. Sin embargo, los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe.

1131. Los sacramentos son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son 2003 460 2817 950 celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.


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