martes, 9 de abril de 2019

181. ¿Por qué en las celebraciones litúrgicas hay tantos signos y símbolos? -CATEQUESIS-


Dios sabe que los hombres no sólo somos seres espirituales, sino también  corporales; necesitamos signos y símbolos para reconocer y. designar las  realidades espirituales o interiores. [1145­1152]    Da igual que sean rosas rojas, anillo nupcial, vestidos negros, grafitis o el lazo de la lucha  contra el sida, siempre expresamos las realidades interiores mediante signos y también  nos entendemos así de modo inmediato. El Dios hecho hombre nos da signos humanos,  bajo los cuales él vive y actúa entre nosotros: pan y vino, el agua del Bautismo, la unción  con el Espíritu Santo. Nuestra respuesta a los signos sagrados de Dios, instituidos por  Cristo, consiste en muestras de reverencia: doblar la rodilla, ponerse en pie para escuchar  el Evangelio, inclinarse, juntar las manos. Y como hacemos para una boda, adornamos el  lugar de la presencia divina con lo más hermoso que tenemos: con flores, velas y música.  No obstante, los signos necesitan en ocasiones palabras que los interpreten

1145. Una celebración sacramental esta tejida de signos y de símbolos. Según la pedagogía divina de la salvación, su significación tiene su raíz en la obra de la creación y en la cultura humana, se perfila en los acontecimientos de la Antigua Alianza y se revela en plenitud en la persona y la obra de Cristo.

1152. Signos sacramentales. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo realiza la santificación a través de los signos sacramentales de su Iglesia. Los sacramentos de la Iglesia no anulan, sino purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida social. Aún más, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, significan y realizan la salvación obrada por Cristo, y prefiguran y anticipan la gloria del cielo.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario