sábado, 15 de junio de 2019

241. ¿Por qué mostró Jesús tanto interés por los enfermos?- CATEQUESIS-


Jesús vino para mostrar el amor de Dios. Con frecuencia lo  hizo allí donde nos sentimos especialmente amenazados: en  el debilitamiento de nuestra vida a causa de la enfermedad.  Dios quiere que recuperemos la salud de alma y cuerpo, y  que a causa de ello creamos y reconozcamos el reino de  Dios que viene. [1503­1505] A veces hay que enfermar para reconocer qué es lo que necesitamos  por encima de todo, tanto enfermos como sanos: a Dios. No tenemos  vida, si no es en él. Por eso los enfermos y pecadores tienen un  instinto especial para lo esencial. Ya en el NUEVO  TESTAMENTO eran precisamente los enfermos quienes buscaban  la cercanía de Jesús; intentaban «tocarlo, porque salía de él una  fuerza que los curaba a todos» (Lc 6,19). 9

1503. La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas curaciones de dolientes de toda clase (cf. Mt 4,24) son un signo maravilloso de que "Dios ha visitado a su pueblo" (Lc 7,16) y de que el Reino de Dios está muy cerca. Jesús no tiene solamente poder para curar, sino también de perdonar los pecados (cf. Mc 2,5-12): vino a curar al hombre entero, alma y cuerpo; es el médico que los enfermos necesitan (Mc 2,17). Su compasión hacia todos los que sufren llega hasta identificarse con ellos: "Estuve enfermo y me visitasteis" (Mt 25,36). Su amor de predilección para con los enfermos no ha cesado, a lo largo de los siglos, de suscitar la atención muy particular de los cristianos hacia todos los que sufren en su cuerpo y en su alma. Esta aten

1505. Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: "El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades" (Mt 8,17; cf. Is 53,4). No curó a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios. Anunciaban una curación más radical: la victoria sobre el pecado y la muerte por su Pascua. En la Cruz, Cristo tomó sobre sí todo el peso del mal (cf. Is 53,4-6) y quitó el "pecado del mundo" (Jn 1,29), del que la enfermedad no es sino una consecuencia. Por su pasión y su muerte en la Cruz, Cristo dio un sentido nuevo al sufrimiento: desde entonces éste nos configura con Él y nos une a su pasión redentora. ―SANAD A LOS ENFERMOS...‖  

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