sábado, 15 de junio de 2019

242. ¿Por qué debe la Iglesia preocuparse especialmente de los enfermos?-CATEQUESIS-



Jesús nos enseña que el cielo sufre cuando nosotros sufrimos. Dios quiere ser  reconocido incluso en «uno de estos mis hermanos más pequeños» (Mt 25,40). Por  eso Jesús ha establecido el cuidado de los enfermos como tarea central para sus  discípulos. Los exhorta: «Curad enfermos» (Mt 10,8), y les promete el poder divino:  «Echarán demonios en mi nombre ... impondrán las manos a los enfermos, y  quedarán sanos» (Mc 16,17­18). [1506­1510] Uno de los rasgos determinantes del cristianismo ha sido siempre que los ancianos, los  enfermos y los necesitados de cuidados estén en el centro. Madre Teresa, que cuidó de los  moribundos en los suburbios de Calcuta, es sólo una persona en una larga cadena de  cristianos y cristianas que encontraron a Cristo precisamente en aquellos que eran excluidos  y evitados por los demás. Cuando Los cristianos son verdaderamente cristianos, brota de  ellos un efecto curativo. Algunos reciben incluso el don de curar corporalmente en la fuerza  del Espíritu Santo (carisma de la sanación CARISMAS).

1506. Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (cf. Mt 10,38). Siguiéndole adquieren una nueva visión sobre la enfermedad y sobre los enfermos. Jesús los asocia a su vida pobre y humilde. Les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: "Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,12-13).

1510. No obstante, la Iglesia apostólica tuvo un rito propio en favor de los enfermos, atestiguado por Santiago: "Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados" (St 5,14-15). La Tradición ha reconocido en este rito uno de los siete sacramentos de la Iglesia (cf. DS 216; 1324-1325; 1695-1696; 1716-1717). UN SACRAMENTO DE LOS ENFERMOS


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