El amor de Cristo se muestra en que busca a
quienes están perdidos y cura a los
enfermos. Por eso se nos dan los
SACRAMENTOS de la curación y
restauración, en los que nos vemos
liberados del pecado y confortados en la
debilidad corporal y espiritual. [14201421]
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1420. Por los sacramentos de la iniciación cristiana, el hombre recibe
la vida nueva de Cristo. Ahora bien, esta vida la llevamos en "vasos de
barro" (2 Co 4,7). Actualmente está todavía "escondida con Cristo en
Dios" (Col 3,3). Nos hallamos aún en "nuestra morada terrena" (2
Co 5,1), sometida al sufrimiento, a la enfermedad y a la muerte. Esta
vida nueva de hijo de Dios puede ser debilitada e incluso perdida por
el pecado.
1421. El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros
cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud
del cuerpo (cf. Mc 2,1-12), quiso que su Iglesia continuase, en la
fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso
en sus propios miembros. Este es finalidad de los dos sacramentos de
curación: del sacramento de la Penitencia y de la Unción de los
enfermos
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