Por: Lic. Jesús Elías Ríos Reyna
El pasado mes de febrero, el vaticano fue la cede en la cual se acordó combatir la pederastia sacerdotal. El máximo líder de la iglesia católica, Jorge Mario Bergoblio (El PAPA Francisco) pidió al episcopado mexicano dejar de encubrir este delito.
101 casos siguen un proceso ministerial, en 64 de las 93 diócesis mexicanas. Sin embargo se desconoce si los procesos canónicos están a la par con los civiles, la iglesia no niega sus errores; aunque le falta mucho por hacer.
Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de la Provincia Eclesiástica de Monterrey y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM); indicó que la dependencia a su cargo hará: una más rigurosa selección y formación de sus sacerdotes, elaborará mejores protocolos de seguridad para proteger a las víctimas y denunciará a todos sus curas pederastas ante las autoridades civiles, sin ningún miramiento. ¿Será el inicio de la depuración?
101 casos parecen pocos, la realidad de nuestro país a ese respecto podría ser más espantosa, los católicos mexicanos merecen sacerdotes y obispos que inspiren a la recta conducta; más aún a la verdadera conversión.
En otras palabras, será mejor que la iglesia pase de los brillantes discursos o predicas, a las acciones concretas. Son tiempos para una transformación de fondo, que conduzca al crecimiento de la iglesia en personas y en compromiso.
México se duele de políticos corruptos, pero también de clérigos similares; y que decir del común de las personas, que pretenden imitar el ejemplo tanto de unos como de otros. Es tiempo de una transformación, necesitamos inspiración.
Obispos y sacerdotes, no encubran más a los curas que faltan a su compromiso. Pueblo católico, denuncia con verdad a quienes tras una sotana cometen delitos diversos, incluido el de pederastia. No olvides orar siempre, con la mirada en Dios.
La inspiración primera del hombre es su ser superior (DIOS), el hombre mismo es inspiración para otros. Para construir un país diferente, su sociedad necesita ser diferente. Si eres igual que los demás, no te quejes; hazte ejemplo positivo.
La pederastia puede erradicarse con la denuncia cierta, la cautelosa investigación y el debido proceso, canónico y judicial. Esto, no viene del 2010 ni termina hoy; a menos que se haga lo correcto: denunciar, investigar, procesar y sobre todo orar.
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