«Porque yo he recibido una tradición que procede del
Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor
Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y,
pronunciando la Acción de Gracias, lo partió y dijo: 'Esto
es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en
memoria mía', lo mismo hizo con el cáliz, después de
cenar, diciendo: 'Este cáliz es la nueva Alianza en mi
sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria
mía'» (1 Cor 11,2325)
Este relato, el más antiguo acerca de los acontecimientos que
tuvieron lugar en el Cenáculo, procede del Apóstol Pablo, quien,
sin ser testigo presencial, escribió lo que se conservaba como
misterio sagrado en la joven comunidad cristiana y se celebraba
en el culto divino. 99
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