Quien quiera recibir la sagrada EUCARISTÍA,
debe ser católico. Si fuera consciente de un pecado
grave o mortal, debe confesarse antes. Antes de
ponerse ante el altar hay que reconciliarse con el
prójimo. [13851387,1415]
Hasta hace pocos años estaba dispuesto no comer nada
como mínimo tres horas antes de una celebración
eucarística; de este modo se quería estar preparado para
el encuentro con Cristo en la COMUNIÓN. Hoy en día la
Iglesia pide al menos una hora de ayuno. Un signo de
respeto es el vestido, bonito y algo especial, pues al fin y
al cabo tenemos una cita con el Señor del mundo.
1387. Para prepararse convenientemente a recibir este sacramento,
los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia (cf. CIC can.
919). Por la actitud corporal (gestos, vestido) se manifiesta el respeto,
la solemnidad, el gozo de ese momento en que Cristo se hace nuestro
huésped.
1385. Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para
este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de
conciencia: "Quien coma el pan o beba el cáliz del Señor
indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
Examínese, pues, cada cual, y coma entonces del pan y beba del cáliz.
Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su
propio castigo" (1 Co 11,27-29). Quien tiene conciencia de estar en
pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de
acercarse a comulgar
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