lunes, 6 de mayo de 2019

201. ¿Qué supone recibir un nombre en el Bautismo? -CATEQUESIS-



Mediante el nombre que recibimos en el  Bautismo nos dice Dios: «Te he llamado por  tu nombre, tú eres mío» (Is 43,1). [2156­2159,  2165­2167] En el Bautismo el hombre no se disuelve en una  divinidad anónima, sino que es confirmado  precisamente en su individualidad. Estar  bautizado con un nombre determinado quiere  decir que Dios me conoce; me dice sí y me acepta  para siempre en mi unicidad inconfundible. 361 

2156. El sacramento del Bautismo es conferido ―en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo‖ (Mt 28,19). En el bautismo, el nombre del Señor santifica al hombre, y el cristiano recibe su nombre en la Iglesia. Puede ser el nombre de un santo, es decir, de un discípulo que vivió una vida de fidelidad ejemplar a su Señor. Al ser puesto bajo el patrocinio de un santo, se ofrece al cristiano un modelo de caridad y se le asegura su intercesión. El ―nombre de Bautismo‖ puede expresar también un misterio cristiano o una virtud cristiana. ―Procuren los padres, los padrinos y el párroco que no se imponga un nombre ajeno al sentir cristiano‖ (CIC can. 855).

2159. El nombre recibido es un nombre de eternidad. En el reino de Dios, el carácter misterioso y único de cada persona marcada con el nombre de Dios brillará a plena luz. ―Al vencedor [...] le daré una piedrecita blanca, y grabado en la piedrecita, un nombre nuevo que nadie conoce, sino el que lo recibe‖ (Ap 2, 17). ―Miré entonces y había un Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre‖ (Ap 14, 1). 

2167. Dios llama a cada uno por su nombre (cf. Is 43, 1). 

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