¿DE QUE MANERA SE COMPORTA JESUS EN EL SUFRIMIENTO?
Autor: Freddie Loya
Autor: Freddie Loya
Es muy importante pensar que el
sufrimiento esta incrustado en el interior humana y al paso del tiempo lo vemos
como un castigo o una maldición, pero también sería ingenuo de parte nosotros
pensar que se puede evitar. Muchas veces el dolor físico sacude nuestro
interior y así mismo nos hace reflexionar muchas cosas que nos pueden llevar a
la tristeza o a la soledad. Todos hemos pasado sufrimiento moral, la muerte de
un ser querido, una amistad rota, el conflicto, la inseguridad. Cuando este
sufrimiento se demora mucho en nuestro cuerpo se prolonga y nos va consumiendo
nuestro ser y destruyendo muchas veces nuestros sueños y nuestra alegría.
A lo largo de los años queriendo
resolver este gran suceso en nuestra vida el hombre ha querido ir adoptando
diversas posturas intentando soportar el dolor y aguantarlo dignamente. Aunque
en cierta parte tras la vida diaria, cada quien se defiende y lucha a su
manera, muchos no aceptan lo inevitable, otros más se resignan, otros se hunden
en la depresión.
¿Y Jesús? ¿Cuál es la actitud de
Jesús ante el sufrimiento?
Jesús no hace el sufrimiento el
centro de su vida, al contrario, el hace su dolor solidario, abierto y muy
acertado porque siempre es fecundo. ¿Muchas veces es difícil entender que de un
dolor o sufrimiento algo de fruto, nuestra capacidad muchas veces no nos
permite entender cómo es posible de algo que me duele puede salir algo bueno?
¿De algo que marca mi vida puede ayudarme a crecer en santidad? Jesús no enseña
que ante la incertidumbre de los sufrimientos es necesario conectar el cuerpo y
el corazón tomando una postura no de víctima, no viviendo compadeciéndose de sí
mismo, si no en cambio escuchando los padecimientos de los demás, no se queja
de su situación ni mucho menos se lamenta. El está abierto a escuchar las
quejas y las lágrimas de los que lo rodean.
El no se agobia con problemas
futuros, vive cada momento acogiendo y dando desde su interior el amor del
Padre. Jesús decía ¨No nos agobiemos por el mañana, porque el mañana porque el
mañana traerá su propio agobio. A cada quien le bastan sus disgustos¨.
Y por encima de todo estos
sufrimientos confían en el Padre, se coloca dulcemente en sus manos. E incluso
cuando el dolor le agobia el alma de sus labios brotaba una plegaria ¨Padre en
tus manos encomiendo mi espíritu¨
El místerio del sufrimiento queda revelado con la resurrección , materia de mucha reflexión
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