<<MARIA>> RASGOS DE AMOR
Autor: Freddie Loya
Unas de los actos de amor que
dejaron marcado el evangelio de Lucas fue la visitación de María a Isabel, este
acto logro poner en contacto al Bautista y Jesús antes de nacer. Este episodio está
lleno de mucha alegría formando una atmosfera muy especial. María e Isabel las
dos van hacer madres, las dos han sido llamadas a colaborar con el plan de
Dios, no hay varones. Zacarias ha quedado mudo. José se encuentra
sorprendentemente ausente. Las dos mujeres ocupan toda la escena.
María movida por el espíritu
Santo corre de prisa desde Nazareth, se convierte en la figura central. Toda
gira en torno a ella y a su Hijo. Ella brilla en el evangelio con una luz que
ningún otro que ha sido llamado por Dios.
Estos títulos fueron y serán
enmarcados por todo los que comprendamos el misterio de María santísima:
María la Madre de mi Señor. Así lo proclama Isabel a gritos y llena
del espíritu santo, es cierto para nosotros los seguidores de Jesús, María es
la Madre de nuestro Señor. De ahí podemos comenzar a comprender su grandeza que
no es que se la de el hombre sino es el mismo Dios es el que lo hace. No se
podría comprender a Jesús en gran manera si no es uniéndolo con María.
Bendecida por Dios entre todas las mujeres y ella nos ofrece a Jesús. Fruto
bendito de su vientre.
María la creyente. Isabel la declara creyente por que ha creído,
María no es grande simplemente por su maternidad biológica sino por haber
acogido con gran fe el llamado de Dios a ser Madre del Salvador, ha sabido
guardar y escuchar a Dios dentro de su corazón humano. María lo medito y lo
puso en práctica, así cumpliendo lo que un verdadero creyente debe hacer cuando
es llamado por Dios.
María la evangelizadora. María ofrece desde su sencillez la
salvación de Dios en el mundo, que ha acogido su propio hijo. María nos muestra
como debe ser un verdadero evangelizador. No solo con gestos y palabras sino
siempre llevando el amor de Jesucristo y el espíritu Santo donde iba. Este es
el acto esencial de un evangelizador.
María portadora de alegría. El saludo de María emite un gran efecto
de alegría que brota de su hijo Jesús, ella ha sido la primera en escuchar el
llamado a la alegría ¨ALEGRATE MARIA¨ El Señor esta contigo. Ahora María desde
una actitud de servicio y de ayuda a los que lo necesitan. María irradia la
Buena Noticia de Jesús, ella siempre lleva a Cristo consigo. Ella es el primer
ejemplo de evangelizador gozoso.
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