sábado, 10 de agosto de 2019

291. ¿Cómo puede un hombre distinguir si sus actos son buenos o son malos?- CATEQUESIS-



El hombre está en condiciones de distinguir las acciones buenas  de las malas ejercitando su inteligencia y siguiendo la voz de su  conciencia. [1749­1754,1757­1758] Para poder distinguir mejor las acciones buenas de las malas existen las  siguientes directrices: 1. Lo que hago debe ser bueno; no es suficiente con una buena intención.  Atracar un banco es siempre malo, aunque se cometa el atraco con la  buena intención de dar el dinero a gente pobre. 2. Aunque la acción sea realmente buena, la mala intención con la que  llevo a cabo el bien convierte en mala toda la acción. Si acompaño a una  señora mayor y la ayudo a entrar en su casa, lo que hago es una buena  acción. Pero si lo hago únicamente para preparar un futuro robo, toda la  acción se convierte en un acto malo. 3. Las circunstancias bajo las que actúa una persona pueden disminuir  la responsabilidad, pero no cambian nada del carácter bueno o malo de  una acción. 295­297

1754. Las circunstancias, comprendidas en ellas las consecuencias, son los elementos secundarios de un acto moral. Contribuyen a agravar o a disminuir la bondad o la malicia moral de los actos humanos (por ejemplo, la cantidad de dinero robado). Pueden también atenuar o aumentar la responsabilidad del que obra (como actuar por miedo a la muerte). Las circunstancias no pueden de suyo modificar la calidad moral de los actos; no pueden hacer ni buena ni justa una acción que de suyo es mala.

1757. El objeto, la intención y las circunstancias constituyen las tres “fuentes”; de la moralidad de los actos humanos.

1758. El objeto elegido especifica moralmente el acto de la voluntad según que la razón lo reconozca y lo juzgue bueno o malo


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