jueves, 15 de agosto de 2019

298. ¿Es culpable ante Dios alguien que actúa erróneamente, pero siguiendo su conciencia? -CATEQUESIS-



No. Si uno se ha examinado detalladamente  y ha llegado a un juicio cierto, hay que  seguir en cualquier circunstancia la propia  voz interior, aun corriendo el riesgo de  hacer algo equivocado. [1790­1794,1801­1802] Dios no nos acusa del mal que se provoca por un  juicio de conciencia erróneo no culpable. Por  mucho que haya que seguir finalmente la voz de  la propia conciencia, hay que ver claro que,  invocando abusivamente una supuesta  conciencia, en ocasiones se ha falsificado,  asesinado, torturado y engañado.

1790. La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.

1794. La conciencia buena y pura es iluminada por la fe verdadera. Porque la caridad procede al mismo tiempo ―de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera‖ (1 Tm 1,5; cf. 1 Tm 3, 9; 2 Tm 1, 3; 1 P 3, 21; Hch 24, 16). 

1801. La conciencia moral puede permanecer en la ignorancia o formar juicios erróneos. Estas ignorancias y estos errores no están siempre exentos de culpabilidad. 

1802. La Palabra de Dios es una luz para nuestros pasos. Es preciso que la asimilemos en la fe y en la oración, y la pongamos en práctica. Así se forma la conciencia moral. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario