¿COMO PUEDO AMAR A MI ENEMIGO?
Amar a nuestros enemigos, hacer el bien a los que nos
aborrecen. Ante estas palabras tan llenas de amor, pero a la vez llenas de
dolor. ¿Qué podemos hacer los fieles a Cristo ante estas palabras de Jesús? Muchas
veces nos gustaría suprimirlas, borrarlas desde el fondo de nuestra conciencia
o dejarlas para otra persona que si lo pueda hacer.
Vivimos en diferentes culturas, pero ante este tema muchas
culturas hablar del enemigo casi siempre se coincide en lo mismo en odiarlo,
pero para Jesús este Mandamiento es un parteaguas para casi todas las culturas.
Jesús no enseña paso a paso que hacer cuando alguien nos ha puesto en peligro y
nos ha hecho mucho daño.
Jesús nos enseña de una manera radical y pragmática que ante
todo el daño que nos han hecho y en la situación que no hayan colocado la mejor
manera de vencer esa barrera es ponerse al servicio. Todo esto hace destacar de
manera revolucionaria lo que encierra el mandato de amar a el enemigo. Jesús no
está pensado cuando habla del amor al enemigo de un sentimiento de afecto y
cariño hacia él, sino de lograr una relación radicalmente humana digna de una
persona que ama Jesús con todo su corazón.
La persona es más humana cuando el amor es la base de toda
actuación y tener una relación con el enemigo no debe ser la excepción. Quien
es humano en el amor descubre y respeta la dignidad del enemigo, por muy
lastimosa y dañina que haya sido nuestro encuentro con esa persona, siempre va
adoptar como nos enseña Jesús una postura positiva de interés real por su bien.
Este es el amor de Cristo que es tan universal que alcanza a
toda aquella persona que piensa que no tiene remedio, todo este comportamiento
positivo es el que ser humano debe seguir ante tantos bombardeos de ideas.
Debemos ser cristianos de amor, ser manifestadores de la Paz, todo esto es
urgente realizarlo si queremos ser verdaderamente libres ya que si no amamos de
verdad nunca lograremos disfrutar de ese amor que Cristo no se cansa de hablar
en cada momento y cada instante.
Y es muy importante que para realizar este mandato debemos
saber que con nuestras propias fuerzas no se podrá, debemos dejar actuar a Dios
en nuestras vidas, llenarnos de oración y comunicación con Aquel que ya ha
vivido ese momento de amor cuando justamente pago por pecados que jamás El
cometió y sufrió dolores tan intensos que por amor Él vivió, enseñándonos que
sobre todo dolor, enojo y sufrimiento llegara el momento de alegría donde todo
lo realizado valdrá la vida eterna.
Autor: Freddie Loya
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