El hombre es responsable de todo lo que hace
conscientemente y por propia voluntad. [1734
1737,17451746]
No se puede hacer a nadie (plenamente) responsable de algo
que ha hecho a la fuerza, por miedo, ignorancia, bajo la
influencia de drogas o por la fuerza de malas costumbres.
Cuanto más sabe un hombre del bien y más se entrena en la
práctica del mismo, tanto más se aleja de la esclavitud del
pecado (Rom 6,17; 1 Cor 7,22). Dios sueña con este tipo de
personas libres, que pueden asumir la responsabilidad de sí
mismos, de su entorno y de toda la tierra. Pero el amor
misericordioso de Dios también pertenece a quienes no son
libres; todos los días les brinda la posibilidad de dejarse
liberar para ser libres.
1734. La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la
medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el
conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la
voluntad sobre los propios actos.
1745. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Hace
al ser humano responsable de los actos de que es autor voluntario. Es
propio del hombre actuar deliberadamente.
1746. La imputabilidad o la responsabilidad de una acción puede
quedar disminuida o incluso anulada por la ignorancia, la violencia,
el temor y otros factores psíquicos o sociales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario