domingo, 4 de agosto de 2019

284. ¿Por qué son tan importantes las bienaventuranzas?-CATEQUESIS-



Quien anhela el reino de Dios tiene en cuenta  la lista de prioridades de Jesús: las  bienaventuranzas. [1716­1717, 1725­1726] Comenzando por Abraham, Dios ha hecho promesas  a su pueblo. Jesús las retorna, amplía su validez  hasta el cielo y las convierte en su propio programa  de vida: el Hijo de Dios se hace pobre para compartir  nuestra pobreza, se alegra con los que están alegres  y llora con los que lloran (Rom 12,15); no recurre a la  violencia, sino que ofrece la otra mejilla (Mt 5,39);  tiene misericordia, siembra la paz y con ello muestra  el camino más seguro hacia el cielo.

1725. Las bienaventuranzas recogen y perfeccionan las promesas de Dios desde Abraham ordenándolas al Reino de los cielos. Responden al deseo de felicidad que Dios ha puesto en el corazón del hombre.

1726. Las bienaventuranzas nos enseñan el fin último al que Dios nos llama: el Reino, la visión de Dios, la participación en la naturaleza divina, la vida eterna, la filiación, el descanso en Dios.  

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