martes, 6 de agosto de 2019

¿MATRIMONIOS CON FECHA DE CADUCIDAD?




¿Matrimonios con fecha de caducidad?

Autor: Margarita de Jesus HMSP

En las noticias seguimos escuchando, cosas cada vez más absurdas, pareciera que ya la gente se ha dado por vencida con la idea de un matrimonio que si puede durar para siempre y por tales motivos la gente no se prepara para un matrimonio que dure para siempre sino uno que tenga fecha de caducidad. ¿Pero esa elección es la mejor para la humanidad? Trataremos de contestarte de manera compresible y a luz de la palabra

Pero, ¿cuál es el significado de la palabra matrimonio?, proviene de las palabras latinas ‘múnus–eris’ (oficio, función, obligación, cargo) y ‘máter–tris’ (madre) deriva precisamente el término ‘matrimonio’, que significa, en consecuencia, oficio o función propios de la madre. El término ‘matrimonio’ no significa, originariamente, ‘unión entre un hombre y una mujer’, sino ‘función maternal’. Esto conlleva a que es una responsabilidad compartida, que el matrimonio solo existe entre hombre y mujer, que es la base de la sociedad. Lamentablemente algunas parejas ya no quieren casarse, ni de manera civil, mucho menos por la iglesia, diferentes razones pueden existir, pero si se decide estar con alguien lo mejor que sea de manera formal, porque en una verdadera unión existe el verdadero amor, comprensión, se forjan los verdaderos valores que se deben transmitir a los hijos, el amor se manifiesta en la fidelidad, Dios mismo se ha referido a la alianza con su pueblo con palabras de amor y fidelidad. Así como Dios ama a los hombres con un amor fiel y sobrenaturalmente fecundo, de modo parecido, la íntima alianza conyugal de vida y amor debe establecerse sobre el consentimiento irrevocable de los esposos.
La Palabra de Dios nos dice en Mateo 19, 5-6 «Y dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido ». El  matrimonio no es un juego, es un crecimiento mutuo. El catecismo de la iglesia católica indica en el punto 1643, “… más allá de la unión en una sola carne, conduce a no tener más que un corazón y un alma; exige la indisolubilidad y la fidelidad de la donación recíproca definitiva…”
En conclusión el matrimonio es una donación constante, llamada a la fidelidad, construida sobre el amor, es indisoluble. Fuera de esto es solo una relación sin sentido, sin objetivos, sin crecimiento. Quién decide casarse es para toda la vida, para crecer en un amor conyugal.

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