martes, 6 de agosto de 2019

¿LA VERDAD NOS HACE LIBRES?




La verdad  los hará libres

Autor: Margarita de Jesus HMSP

En el evangelio de San Juan 8, 31-32 «Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de verás mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. »
Hemos escuchado muchas veces la palabra verdad, pero ¿qué significado tiene esta palabra? La palabra como tal proviene del latín veritas, veritatis. Supone la concordancia entre aquello que afirmamos con lo que se sabe, se siente o se piensa. También abarca valores como la honestidad, la sinceridad y la franqueza. En filosofía implica siempre una relación entre un sujeto, es decir, una inteligencia, y un objeto, o sea una realidad.
Nuestros padres nos enseñaron valores, entre ellos a decir la verdad, pero escuchamos en algunas conversaciones o personas que dicen: “voy a decir una mentira piadosa”, “tuve que decir una pequeña mentira”…, Esto nos lleva  a entender que lo opuesto de la verdad es la mentira, podemos decir muchas cosas, que somos “buenas personas”, “que somos los más inteligentes”, entre otras muchas expresiones, y al final de tanto que decimos nuestros actos demuestran todo lo contrario. Una persona puede robar, pero nadie lo vio, él puede defenderse de decir “su verdad”, como dicen contra la “verdad de otros”, ante esto siempre llegamos a una conclusión de que no existen puntos intermedios, o es luz o es oscuridad, o es blanco o es negro, lo mismo va a pasar con lo que decimos, a los actos que hacemos en nuestras vidas.
El catecismo de la iglesia católica, menciona en el punto 2468, La verdad como rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía. Esto nos da a entender que si queremos ser verdaderos católicos-cristianos, debemos siempre demostrarlo con hechos y no solo decir que somos guadalupanos, pero nuestra vida es un desastre, llena de odios, de rencores, de vicios, que en honor a esta palabra a la verdad este fundada en Jesucristo y que nuestras vidas sean un verdadero testimonio para los que nos rodean.

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