jueves, 10 de octubre de 2019

EN ESTOS TIEMPOS SI ES POSIBLE CREER EN DIOS. Reflexion




TAMBIEN EN ESTOS TIEMPOS ES POSIBLE ESCUCHAR A DIOS

Muchas noticias escandalizan al mundo diciendo que la religión está en crisis. Ciertamente hay menos personas que se interesan en las creencias religiosas. Muchos dicen Dios está perdiendo su eco en el mundo. La sociedad tiene un papel muy importante para la gente ya que muchas organizaciones están aferradas a sacar a Dios de todos lados y frecuencia.
Pero sin embargo lo que no debemos olvidar los creyentes es que Dios no está en crisis. Esa es una realidad suprema y real. Dios sigue vivo y operante. Dios siempre quiere estar en contacto con sus hijos muy amados. Las sociedades nunca lograran que Dios siga ofreciendo su amor misterioso desde el fondo de su corazón. Dios nunca estará muerto. Porque El es infinito y omnipotente.
Desde esta realidad sería una locura decir que Dios dejara de existir. Jamás dejara su promesa de su acción salvadora de Jesús. Mucho de ello le corresponde a nosotros los que seguimos creyendo en Dios, necesitamos hacerlo resplandecer, tenemos el gran compromiso de hacerlo relucir en cada lugar que andemos no solo en una iglesia si no llevarlo a la vida cotidiana, a la calle, al trabajo, a la misma sociedad ser esos misioneros que contagiemos con nuestro testimonio y decir a todo ellos JESUS SIGUE VIVO Y SEGUIRA SIENDO FIEL POR TODA LA ETERNIDAD.
La parábola de los INVITADOS A LA BODA nos recuerda que, de manera expresiva, Dios no excluye a nadie. Su único anhelo es que la historia de la vida humana termine con una fiesta gozosa. Su único deseo es que su sala espaciosa del banquete se llene de invitados. Todo está ya preparado. Nadie puede impedir que su invitación la deje de hacer, pero mucho de ello tiene que ver nuestra disposición de los que somos creyentes, debemos ser esos portadores de su Palabra de su amor, fe y generosidad.
La llamada que Dios hace es para todos para bueno y malos, para creyentes y no creyentes, Pidamos al espíritu Santo que tengamos esa fuerza evangelizadora para ser esos misioneros que Dios ha escogido en llevar su mensaje.

¿COMPRENSION U OBSESION? Reflexion




¿ERES OBSESIVA?

Es muy común  encontrar  conductas obsesivas en el género femenino; todos tenemos algo de obsesión, pero es importante distinguir entre lo normal y el trastorno de conducta obsesivo compulsivo, enfermedad de carácter psiquiátrico. Se dice que una mujer es obsesiva si  se casa con una idea, comúnmente negativa, y la saca  a flote en sus conversaciones, repercute en sus juicios y la lleva  a una determinada conducta.

Investigaciones realizadas en el Hospital de Bellvitge en Barcelona, en colaboración con expertos del Hospital del Mar y la Universidad de Melbourne (Australia), han comprobado que las personas con trastorno obsesivo compulsivo poseen una mayor sensibilidad moral. Además distingue 3 tipos de trastornos de  este tipo:

1.      Personas de pensamientos persistentes que les produce temor o preocupación y los llevan a conductas repetitivas, denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad. Por ejemplo la obsesión de contaminación y la compulsión de limpieza; duda de haber realizado correctamente alguna acción importante y eso lleva a comprobar reiteradamente si han realizado dichas acción.
2.      Otros tipos de obsesiones y compulsiones, es la de las personas que necesitan que los objetos de su alrededor estén perfectamente ordenados y en simetría; en este orden están los que acumulan y esconden diversos tipos de objetos de los que no se pueden desprender. 
3.      Por último, hay también personas con pensamientos involuntarios e indeseados de tipo sexual y agresivo. En el otro extremo están los que se experimentan sucios, pecadores, blasfemos, indeseable y rechazados. "Este último grupo de pacientes se identifica precisamente por ser de los que presentan un mayor grado de hipersensibilidad moral".

A partir de este estudio podemos entender porque hay mujeres que son excesivamente cuidadosas del marido, los hijos, la casa… eso las lleva  a vigilar, espiar y desconfiar de la gente. Algunas mujeres  en el ámbito laboral  son muy eficientes en su área pero sumamente difíciles en el trato con los demás pues se tornan vigilantes y controladoras; delegan pero con desconfianza y hasta llegan a creer que nadie puede hacer las cosas como ellas.

Otras obsesivas son las que quieren todo en orden: la casa, los hijos, el marido,  todo muy alineado y cuando las cosas salen de este orden se tornan nerviosas, tiene  mirada crítica y siempre encuentran el hilo negro de la situación. Ni hablar de las que en este plano acumulan  ropa, zapatos, trastes, cobijas, bolsas etc. Con la idea de que en algún momento lo van  a necesitar y les resulta molesto tener que prestar o desprenderse de las cosas.

Por último hay mujeres obsesivas en el ámbito sexual con afición a la pornografía; las prácticas sexuales antinaturales. En otro extremo está el sentirse pecadora, indigna, no merecedora pero de modo insano, de modo que queda reducida y apocada, sin voluntad para superarse.

 Autor: Margarita de Jesus HMSP


8. ¿Es Antibiblico ir a Dios por medio de los Santos?. Apologetica




8. ¿ES ANTIBIBLICO IR A DIOS POR MEDIO DE LOS SANTOS?

OBJECIÓN:
En 1Tm 2, 5 leemos: «Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres». ¿Por qué los católicos no aceptan este principio y buscan otros mediadores a los que llaman santos?

Desde los tiempos apostólicos, la Iglesia Católica ha enseñado que Cristo es el «único mediador entre Dios y los hombres» (1Tm 2, 5). Pero esto no significa que Él no haya dado un papel a los santos en la Historia de la Salvación.  En Mt 10, 7-8 y 28, 19 se revela que el Señor Jesús confirió poderes ministeriales a sus apóstoles, a fin de que éstos colaboraran con Él en su misión salvadora.

Además, en Ap 5, 8, se nos presenta la función de los santos como intercesores a nuestro favor: «Y en cuanto tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se pusieron de rodillas delante del Cordero. Todos ellos tenían arpas, y llevaban copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo santo» (lit. «de los santos»).

Hay que tener presente, por lo tanto, que los santos no ejercen una mediación distinta de la de Cristo, sino que están asociados a su misma misión. Como en una Secretaría de Gobierno los subalternos del titular no ejercen una actividad distinta y autónoma, sino que trabajan unidos a él, así los santos ejercen una mediación dentro del papel que el mismo Cristo les otorgó.

En los Hechos de los Apóstoles aparecen muchos casos en los cuales Dios no actúa directamente, sino por medio de sus siervos, los santos. Uno de ellos es el de Saulo de Tarso, quien recobró la vista por manos de Ananías, y no directamente por Cristo, con quien se había encontrado en el camino a Damasco (Hch 9, 1-19). El mismo libro reporta que muchos enfermos acudían a los apóstoles para lograr la salud; no se dirigían directamente a Dios, y no obstante recibían las gracias deseadas:

«Y sacaban a los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. También de los pueblos vecinos a Jerusalén acudía mucha gente trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanados» (Hch 5, 15-16).

Podemos concluir dos cosas: En primer lugar, Dios no tiene celos de sus siervos los santos. Al contrario, por medio de ellos recibe mayor gloria, porque resplandece su grandeza en la humildad de los que lo aman. En segundo lugar, la Iglesia es una familia. Y así como pedimos a nuestros amigos que recen por nosotros, con mayor razón lo podemos pedir a nuestros hermanos los santos, que gozan de la presencia de Dios.



7. ¿Cual es el verdadero nombre de Dios, Yahve o jehova?. Apologetica





  7. ¿CUAL ES EL VERDADERO NOMBRE DE DIOS: JEHOVÁ O YAHVÉ?

OBJECIÓN:
¿Por qué los católicos no llaman a Dios con su verdadero nombre, que es Jehovah?

Una religión no difiere de otra por llamar a Dios de manera distinta. Lo que hace diferentes a las religiones es la concepción que se tiene de Dios, y la manera de conocer y aceptar su mensaje. Por lo tanto, discutir sobre el nombre de Dios es sumamente pueril, y un pretexto que algunos usan para introducir su labor de proselitismo.

No obstante lo dicho, no queremos dejar la pregunta sin una respuesta. Originalmente, el nombre de Dios, revelado a Moisés en Ex 3, 14, era una palabra que se escribía con las consonantes YHWH, sin vocales. Para evitar que este nombre fuera profanado por los labios de paganos impuros, los judíos dejaron de pronunciarlo durante su exilio en Babilonia.

Durante los s. VI - X d. C., los sabios masoretas vocalizaron el texto original hebreo de las Escrituras. Para esta palabra usaron las vocales del otro nombre que se le daba a Dios, «Adonai», que significa Señor. Por su pronunciación, estas vocales (a, o, a) fueron transcritas por e, o, a, dando como resultado el Yehovah, que en castellano suena Jehovah, o también Jehová.

Los masoretas eran judíos dedicados a la crítica textual, y se propusieron fijar el texto hebreo por ellos recibido hasta en los menores detalles de ortografía, pronunciación y dicción. Como se ve, el nombre de Jehovah es una construcción, hasta cierto punto, arbitraria y distorsionada. Científicamente hablando, no se puede deducir, con base en el texto hebreo, cómo pronunciaban el nombre de Dios los judíos, porque durante muchos siglos nadie lo pronunció.

Si esta es la historia de la pronunciación del nombre de Dios, algunos podrían pensar que los católicos, que lo pronuncian «Yahvé», están en la misma línea de quienes lo pronuncian «Jehovah». Pero esto no es así; existen pruebas extrabíblicas que confirman la pronunciación «Yahvé»: Teodoreto (Quest. 15 en Ex 7; siglo V) observa que, aunque los judíos nunca pronuncian el tetragrama YHWH en tierras babilónicas, los samaritanos lo seguían pronunciando como «Iabé». Y como los samaritanos, desde su cisma con los judíos, rechazaron toda evolución religiosa de éstos, hay que reconocer que en la pronunciación de los samaritanos tenemos la pronunciación de los judíos del s. V. a. C.

Un detalle muy importante que hay que tener presente es que Dios, al hablar a Moisés en Ex 3, 14, más que darle su nombre, le dio la definición de sí mismo (YO SOY EL QUE SOY no es propiamente un nombre). En la «Traducción Ecuménica» de la Biblia, se lee: «YO SOY EL QUE SERÉ», lo que quiere decir: «Viendo lo que Soy, lo que voy a Ser y a hacer con ustedes, en su historia, descubrirán quién Soy Yo».  (E. Charpentier: «Para leer el Antiguo Testamento»). Así que Dios es (más que llamarse), Aquél que descubrimos al actuar en nuestra vida.

Además, todo este razonamiento sobre la manera de pronunciar el nombre de Dios, ¿no es una discusión insignificante, sabiendo que Cristo nos enseñó a llamarlo «Padre»? (Mt 6, 9. 26; Lc 6, 36; 11, 2).


domingo, 6 de octubre de 2019

354. ¿Se puede obligar a los hombres a creer en Dios? -CATEQUESIS-



No. Nadie debe obligar a nadie a creer, ni siquiera a los  propios hijos; así como tampoco debe ningún hombre ser  obligado a la incredulidad. El hombre sólo puede  decidirse a creer en total libertad. Sin embargo, los  cristianos están llamados a ayudar a otras personas,  mediante la palabra y el ejemplo, a encontrar el camino  hacia la fe. [2104­2109, 2137] El papa beato Juan Pablo II dice: «El anuncio y el testimonio de  Cristo, cuando se llevan a cabo respetando las conciencias, no  violan la libertad. La fe exige la libre adhesión del hombre, pero  debe ser propuesta» (encíclica Redemptoris Missio 8,1990)

2104. ―Todos los hombres [...] están obligados a buscar la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla y practicarla‖ (DH 1). Este deber se desprende de ―su misma naturaleza‖ (DH 2). No contradice al ―respeto sincero‖ hacia las diversas religiones, que ―no pocas veces reflejan, sin embargo, [...] un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres‖ (NA 2), ni a la exigencia de la caridad que empuja a los cristianos ―a tratar con amor, prudencia y paciencia a los hombres que viven en el error o en la ignorancia de la fe‖ (DH 14).

2109. El derecho a la libertad religiosa no puede ser de suyo ni ilimitado (cf. Pío VI, breve Quod aliquantum), ni limitado solamente por un ―orden público‖ concebido de manera positivista o naturalista (cf. Pío IX, Carta enc. Quanta cura"). Los ―justos límites‖ que le son inherentes deben ser determinados para cada situación social por la prudencia política, según las exigencias del bien común, y ratificados por la autoridad civil según ―normas jurídicas, conforme con el orden moral objetivo‖ (DH 7)

2137. El hombre debe “poder profesar libremente la religión en público y en privado” (DH 15) 

353. ¿Para qué adoramos a Dios? -CATEQUESIS-



Adoramos a Dios por su existencia y porque la  reverencia y la adoración son la respuesta  apropiada a su aparición y a su presencia. «Al  Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto»  (Mt 4,10). [2095­2105, 2135­2136] Pero la adoración a Dios sirve también al hombre,  pues le libera del servicio a los poderes de este  mundo. Donde ya no se adora a Dios, donde él ya no  es reconocido como el Señor de la vida y de la  muerte, otros usurpan su lugar y ponen en peligro la  dignidad humana. 485

2095. ―Las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, informan y vivifican las virtudes morales. Así, la caridad nos lleva a dar a Dios lo que en toda justicia le debemos en cuanto criaturas. La virtud de la religión nos dispone a esta actitud.

2135. “Al Señor tu Dios adorarás” (Mt 4, 10). Adorar a Dios, orar a Él, ofrecerle el culto que le corresponde, cumplir las promesas y los votos que se le han hecho, son todos ellos actos de la virtud de la religión que constituyen la obediencia al primer mandamiento. 

2136. El deber de dar a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y socialmente considerado.  

352. ¿Qué significa: «Yo soy el Señor, tu Dios» (Éx 20,2)? -CATEQUESIS-



Puesto que el Todopoderoso se nos ha mostrado como  nuestro Dios y Señor, no debemos poner nada por encima  de él, ni considerar nada más importante ni conceder a  ninguna otra cosa o persona prioridad sobre él. 

Conocer  a Dios, servirle, adorarlo es la prioridad absoluta en la  vida. [2083­2094, 2133­2134] Dios espera que le prestemos toda nuestra fe; debemos orientar  toda nuestra esperanza a él y dirigir todas las fuerzas de la  caridad hacia él. El mandamiento del amor a Dios es el  mandamiento más importante de todos y la clave para todos los  demás. Por eso está al comienzo de los diez mandamientos.

2083. Jesús resumió los deberes del hombre para con Dios en estas palabras: ―Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente‖ (Mt 22, 37; cf. Lc10, 27: ―...y con todas tus fuerzas‖). Estas palabras siguen inmediatamente a la llamada solemne: ―Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor‖ (Dt 6, 4). Dios nos amó primero. El amor del Dios Único es recordado en la primera de las ―diez palabras‖. Los mandamientos explicitan a continuación la respuesta de amor que el hombre está llamado a dar a su Dios.

2094. Se puede pecar de diversas maneras contra el amor de Dios. La indiferencia descuida o rechaza la consideración de la caridad divina; desprecia su acción preveniente y niega su fuerza. La ingratitud omite o se niega a reconocer la caridad divina y devolverle amor por amor. La tibieza es una vacilación o negligencia en responder al amor divino; puede implicar la negación a entregarse al movimiento de la caridad. La acedía o pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino. El odio a Dios tiene su origen en el orgullo; se opone al amor de Dios cuya bondad niega y lo maldice porque condena el pecado e inflige penas.

2134. El primer mandamiento llama al hombre para que crea en Dios, espere en Él y lo ame sobre todas las cosas.  

351. ¿ No están superados los diez mandamientos? -CATEQUESIS-



No, no están en absoluto condicionados por  el tiempo. En ellos se expresan los deberes  fundamentales del hombre hacia Dios y  hacia su prójimo, son inmutables y valen  siempre y en todas partes. [2070­2072] Los diez mandamientos son tanto mandatos de la  razón como parte de la REVELACIÓN vinculante de Dios. Son tan fundamentalmente  vinculantes que nadie puede quedar dispensado  de su cumplimiento.

2070. Los diez mandamientos pertenecen a la revelación de Dios. Nos enseñan al mismo tiempo la verdadera humanidad del hombre. Ponen de relieve los deberes esenciales y, por tanto indirectamente, los derechos fundamentales, inherentes a la naturaleza de la persona humana. El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ―ley natural‖: «Desde el comienzo, Dios había puesto en el corazón de los hombres los preceptos de la ley natural. Primeramente se contentó con recordárselos. Esto fue el Decálogo, el cual, si alguien no lo guarda, no tendrá la salvación, y no les exigió nada más» (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 15, 1).

2072. Los diez mandamientos, por expresar los deberes fundamentales del hombre hacia Dios y hacia su prójimo, revelan en su contenido primordial obligaciones graves. Son básicamente inmutables y su obligación vale siempre y en todas partes. Nadie podría dispensar de ellos. Los diez mandamientos están grabados por Dios en el corazón del ser humano.

350. ¿Son los diez mandamientos una agrupación casual? -CATEQUESIS-


No. Los diez mandamientos constituyen una  unidad. Cada mandamiento remite a los demás.  No se puede quitar arbitrariamente ningún  mandamiento. Quien transgrede alguno de ellos  quebranta toda la ley. [2069,2079] Lo peculiar de los diez mandamientos consiste en que  en ellos se abarca toda la vida del hombre. Pues los  hombres nos relacionamos a la vez con Dios  (mandamientos 1 al 3) y con nuestro prójimo  (mandamientos 4 al 10); somos seres sociales y  religiosos.

2069. El Decálogo forma un todo indisociable. Cada una de las ―diez palabras‖ remite a cada una de las demás y al conjunto; se condicionan recíprocamente. Las dos tablas se iluminan mutuamente; forman una unidad orgánica. Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros (cf. St 2, 10-11). No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creador. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus creaturas. El Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre

2079. El Decálogo forma una unidad orgánica en la que cada “palabra” o “mandamiento” remite a todo el conjunto. Transgredir un mandamiento es quebrantar toda la ley (cf. St 2, 10-11). 

349. ¿Cuáles son los diez mandamientos? -CATEQUESIS-



2. Amarás a Dios sobre todas las cosas.  
3. No tomarás el nombre de Dios en vano.  
4. Santificarás las fiestas.  
5. Honrarás a tu padre y a tu madre.  
6. No matarás.  
7. No cometerás actos impuros.  
8. No robarás. 
9. No dirás falso testimonio ni mentirás.  
10. No consentirás pensamientos ni deseos impuros.  
11. No codiciarás los bienes ajenos.

348. «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?» (Mt 19,17) -CATEQUESIS-



Jesús responde: «Si quieres entrar en la  vida, guarda los mandamientos» (Mt 19,17);  Y añade después: «y luego ven y sígueme»  (Mt 19,21). [2052­2054, 2075­2076] Ser cristiano es algo más que una vida correcta  que se atiene a mandamientos. Ser cristiano es  una relación viva con Jesús. Un cristiano se  vincula íntima y personalmente con su Señor y se  pone con él en camino hacia la vida eterna.

2052. ―Maestro, ¿qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?‖ Al joven que le hace esta pregunta, Jesús responde primero invocando la necesidad de reconocer a Dios como ―el único Bueno‖, como el Bien por excelencia y como la fuente de todo bien. Luego Jesús le declara: ―Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos‖. Y cita a su interlocutor los preceptos que se refieren al amor del prójimo: ―No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás testimonio falso, honra a tu padre y a tu madre‖. Finalmente, Jesús resume estos mandamientos de una manera positiva: ―Amarás a tu prójimo como a ti mismo‖ (Mt 19, 16-19).

2075. “¿Qué he de hacer yo de bueno para conseguir la vida eterna?” –“Si [...] quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos” (Mt 19, 16-17). 

2076. Por su modo de actuar y por su predicación, Jesús ha atestiguado el valor perenne del Decálogo.  

347. ¿Por qué la «doble moral» es un reproche tan grave contra los cristianos? -CATEQUESIS-



La conformidad entre vida y testimonio es la primera condición para  el anuncio del Evangelio. Por ello la DOBLE MORAL es una traición  de la misión de los cristianos de ser «sal de la tierra» y «luz del  mundo». [2044­2046] San Pablo fue el primero que recordó a la comunidad de Corinto: «Es evidente  que sois carta de Cristo [ ... ] escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios  vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones de carne» (2 Cor  3,3). Los mismos cristianos, no lo que dicen, son la «carta de recomendación» (2  Cor 3,1) de Cristo al mundo. Por eso es tan perjudicial para la nueva  evangelización que pastores y fieles vivamos a veces como si Dios no existiera,  escandalosamente acomodados a costumbres y opiniones de la anticultura  secularista.

2044. La fidelidad de los bautizados es una condición primordial para el anuncio del Evangelio y para la misión de la Iglesia en el mundo. Para manifestar ante los hombres su fuerza de verdad y de irradiación, el mensaje de la salvación debe ser autentificado por el testimonio de vida de los cristianos. ―El mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas con espíritu sobrenatural son eficaces para atraer a los hombres a la fe y a Dios‖ (AA 6).

2046. Llevando una vida según Cristo, los cristianos apresuran la venida del Reino de Dios, ―Reino de justicia, de verdad y de paz‖ (Solemnidad de N. Señor Jesucristo Rey del Universo, Prefacio: Misal Romano). Esto no significa que abandonen sus tareas terrenas, sino que, fieles a su Maestro, las cumplen con rectitud, paciencia y amor.

346. ¿Para qué sirven los mandamientos de la Iglesia y cómo nos obligan? -CATEQUESIS-


Los cinco «mandamientos de la Iglesia» con  sus exigencias de mínimos quieren recordar  que no hay vida cristiana sin esfuerzo  moral, sin participación concreta en la vida  sacramental de la Iglesia y sin la  vinculación solidaria con ella. Son  obligatorios para todo cristiano católico.  [2041, 2048]

2041. Los mandamientos de la Iglesia se sitúan en la línea de una vida moral referida a la vida litúrgica y que se alimenta de ella. El carácter obligatorio de estas leyes positivas promulgadas por la autoridad eclesiástica tiene por fin garantizar a los fieles el mínimo indispensable en el espíritu de oración y en el esfuerzo moral, en el crecimiento del amor de Dios y del prójimo.

2048. Los mandamientos de la Iglesia se refieren a la vida moral y cristiana, unida a la liturgia, y que se alimenta de ella.