lunes, 23 de septiembre de 2019

331. ¿Por qué existen, no obstante, las desigualdades entre los hombres? -CATEQUESIS-



Todos los hombres tienen la misma dignidad, pero no todos encuentran las mismas  condiciones de vida. Donde la desigualdad es causada por los hombres, está en  contradicción con el Evangelio. Donde los hombres han recibido de Dios diferentes  dones y talentos, es Dios quien nos remite unos a otros para que en la caridad uno  compense lo que le falta al otro. [1936­1938,1946­1947] Existen desigualdades entre los hombres que no tienen su origen en Dios, sino que proceden de  condiciones sociales, especialmente del reparto injusto en todo el mundo de materias primas,  propiedades y capital. Dios nos obliga a eliminar del mundo todo aquello que está en abierta  oposición al Evangelio y menosprecia la dignidad de la persona. Pero hay también desigualdades  entre los hombres que sí corresponden a la voluntad de Dios: desigualdad en los talentos, en las  condiciones iniciales, en las posibilidades. En ello se esconde una indicación de que ser hombre  significa estar disponible para los demás en la caridad, compartir con ellos y hacer posible la vida.  61

1936. Al venir al mundo, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual. Necesita de los demás. Ciertamente hay diferencias entre los hombres por lo que se refiere a la edad, a las capacidades físicas, a las aptitudes intelectuales o morales, a las circunstancias de que cada uno se pudo beneficiar, a la distribución de las riquezas (GS 29). Los ―talentos‖ no están distribuidos por igual (cf. Mt 25, 14-30, Lc 19, 11-27).

1938. Existen también desigualdades escandalosas que afectan a millones de hombres y mujeres. Están en abierta contradicción con el Evangelio: «La igual dignidad de las personas exige que se llegue a una situación de vida más humana y más justa. Pues las excesivas desigualdades económicas y sociales entre los miembros o los pueblos de una única familia humana resultan escandalosas y se oponen a la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y también a la paz social e internacional» (GS 29).

1947. La igual dignidad de las personas humanas exige el esfuerzo para reducir las excesivas desigualdades sociales y económicas. Impulsa a la desaparición de las desigualdades inicuas. 

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