¿ POR QUE MI CORAZON YA NO ARDE DE AMOR COMO ANTES POR JESUS?.
Comencemos hablando de la primera iglesia de nuestras
generaciones cristianas que en los primeros siglos vivieron con un corazón en
espera de la pronta venida de Jesús. Cristo no podía tardar. Vivian tan
atraídos por su mensaje y su persona que todos querían encontrarse muy pronto
con El. Los problemas pasaron como pasan hoy en día, muchas personas empiezan a
olvidarse de Jesús pensando que solo fue una historia muy linda, otros al ver las
dificultades se desaniman y pierden la fe. Muchos más por la falta de
testimonio cristiano dejan de creer, pero los que un día tuvieron un encuentro
con Jesús corremos el peligro de que se nos apague el ardor que tuvimos por
primera vez al recibir su mensaje. Esa alegría pareciera que ya no es la misma
de antes ya no predicamos como las primeras veces, ya no nos entusiasma leer su
Palabra.
Es un gran peligro para el cristiano el desanimarnos o dejar
de hacer lo que hacíamos antes podemos caer en la infidelidad y el olvido.
Jesús nos dice esas fuertes palabras MIRAD, VIGILAD: PUES NO SABEMOS CUANDO ES
EL MOMENTO. Los Evangelios la repiten constantemente ya que una palabra clave
que nunca debemos olvidar, es esa llamada que es para todos los seguidores de todos
lo tiempo.
Ya pasado más de 20 siglos de cristianismo y ¿cómo podemos
seguir esta orden de Jesús?
La respuesta la tenemos en contestarnos ¿cómo hemos vivido
nuestro cristianismo?, ¿cómo nos mantenemos alertas y con un corazón ardiente?
¿Buscamos en saciarnos de la oración? ¿nuestros apostolados los hacemos con
verdadero amor? ¿seguimos cumpliendo con nuestros sacramentos? Ser cristiano es
de todos los días no de un solo momento es mantener viva la fe, ser
perseverantes, no ser indiferentes y no buscar la mediocridad.
Muchas veces nos hemos hecho la pregunta ¿Por qué mi
comunidad y mi iglesia no tiene un corazón nuevo? Pero ¿por que no somos
capaces de tomar el papel de verdaderos cristianos? y ser nosotros los que
comencemos a renovar, sacudirnos esa apatía. Necesitamos buscar esa fe humilde
y limpia que tanto necesita nuestra iglesia y nuestra vida. Busquemos el rostro
vivo de Jesús que siempre llama, interpela y despierta. Seamos unos cristianos
dispuestos a que Dios trace nuestro camino, soportar, creer y amar con
intensidad. Estar atentos a lo que Dios quiere en cada uno de nosotros no hacer
oídos sordos porque Jesús siempre llama, y nos busca siempre, porque Él es
siempre Fiel y si nos decidimos pronto regresara la alegría y el gozo que
alguna vez tuvimos.
Autor Freddie Loya
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