COMO PUEDO RECUPERAR EL CAMINO HACIA DIOS
Tras el pasar de los siglos la humanidad trata de buscar
caminos más fáciles, caminos donde no tenga que batallar ni sufrir, caminos
donde no se tenga que molestar y en la resignación, muchos prefieren quedarse
en la vida << sin caminos >> hacia Dios y lo hacemos de manera
consciente, ante tanta problemática en nuestra sociedad a veces decimos
prefiero ser ateo y no meterme en problemas y nos instalamos en la tendencia
que mucha gente sigue y nos quedamos en una indiferencia religiosa. Poco a
poco, Dios desaparece del horizonte. Cada vez interesa menos ¿Cómo es posible
recuperar el camino hacia Dios?
Quizás lo primero que debemos recuperar es la humanidad de
la religión, abandonar caminos ambiguos que conducen a un Dios diferente que
hemos idealizado. Muchos no quieren aceptar la idea de Dios por el hecho que
para eso indica cambiar una vida y retomar un camino recto, quitarnos de la
mente que Dios es un ser supremo que aplasta y humilla, sino Dios es el mismo
amor Santo que atrae y da vida. Sepamos que las personas del hoy no volverán a
Dios si son empujadas con el miedo y con los interminables debates sobre Dios,
las personas llegaran a Dios solo únicamente atraídas con amor.
Es necesario ensanchar y hacer crecer al mismo tiempo
horizontes de misericordia, necesitamos invertir más tiempo en cosas que de
verdad den valor a lo que vivimos, aprender a darle un significado a lo que la
iglesia nos presenta, cada rito, cada sacramento debemos luchar por vivirlo,
nos creemos muchas veces inteligentes y progresistas de la historia pero no
somo capaces de entrar en nuestro corazón y buscar un fundamento solido que le
de valor a nuestro existir y vida.
Jesús nos enseña que la vida es como una casa: hay que cuidar
la fachada y el tejado, pero lo mas importante es construir en cimiento seguro.
Y el Señor nos muestra que solo necesitamos colocar nuestra confianza en El.
Recuperar caminos hacia El indica aprender a callar y aprender a escuchar la
voz del Señor que en todo momento tiene que decir algo y así nuestro corazón
lograra abrirse al verdadero amor que Dios quiere manifestar en nosotros.
Talvez no sea tan fácil pero tampoco es muy difícil, comprendamos que lo bueno
y lo agradable tiene su esfuerzo, pero al final tiene una recompensa que hará
que recuperemos nuestro camino hacia Dios y volver como aquel hijo prodigo que
tanto esperaba el Padre para poder arroparlo y hacerla una fiesta que durara
toda la vida.
Autor: Freddie Loya
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