ARGUMENTOS
PARA DECIR «SI» AL ABORTO
En la antigua
Grecia había algunos maestros del pueblo a los que se llamaba “sofistas” que
ganaron mala fama por dar respuestas rápidas a preguntas complejas: mentiras
maquilladas con apariencia de verdad; de modo que aunque la palabra sofista
originalmente quiere decir “sabio”, el término ha pasado a la historia como la
definición de una persona mentirosa.
La historia hace
responsable a los sofistas de la muerte de Sócrates; condenado a muerte por
ateísmo ya que no creía en la divinidad como la entendían los griegos en su
mitología: lo envenenaron aun cuando su vida parecía más coherente que la de
los sabios de su tiempo.
Pues bien, hoy
en día para defender ciertas ideologías se valen de argumentos tales como:
1. Existe un
gran índice de mujeres que mueren por no practicarse un aborto seguro: esa afirmación es irreal pues ningún aborto es seguro; además existen
tres tipos de aborto:
a) Espontáneo:
se puede dar por diversas causantes naturales en el que el cuerpo de la mujer
expulsa el embrión por no ser viable para su gestación total. En muchos de los
casos la mujer no se da cuenta de que esto pasa en su cuerpo.
b) Quirúrgico:
se trata de una operación necesaria, pues el embarazo pone en riesgo la vida de
la madre y el embrión carece de posibilidades de desarrollo y pone en riesgo la
vida de la madre, en ese caso se hace todo lo posible por salvar la vida de
ella.
c) Interrupción deliberada del embarazo con el fin de
aniquilar a un nuevo ser con “beneficios” a terceros.
2. El aborto
como campaña de salud reproductiva: Bajo las
premisas: “Pocos hijos para darles mucho”,
“La familia pequeña vive mejor”, “vámonos haciendo menos”… Frases que nos
metieron en la cabeza hace ya unas décadas, como métodos de control de la
natalidad para hacer entrar a la familia en la llamada “planificación
familiar”. Lo cierto es que ni las familias pequeñas viven mejor, ni las
familias con menos hijos son más felices. Por el contrario, se han creado
generaciones egocéntricas e individualistas; ahora los padres deben trabajar
más para satisfacer todas las demandas de sus hijos consumistas.
Por otro lado,
¿desde cuando es saludable que una mujer padezca hemorragia de 8 a 15 días? No
se equipara a la menstruación regulada por la naturaleza y que tiene como fin desechar
un ovulo no fecundado. Además una mujer no vuelve a ser la misma después de un
aborto: ansiedad, depresión y todo lo que conlleva el síndrome post aborto.
3. La
mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo: Lo primero que
debe quedar claro es que el cuerpo no es una propiedad; es parte de la esencia
de lo que somos. Por lo demás la naturaleza grita que se trata de un nuevo ser:
un ADN diferente, incluso pueden ser de diferente tipo de sangre, no algo que
sea propiedad exclusiva de la madre.
Pues bien, todos
estos argumentos son sofismos, mentiras maquilladas con apariencia de verdad;
argumentos que pueden parecer sólidos y llegan a convencer a las conciencias
débiles que se tranquilizan en su opción por el mal, ya que no tienen voluntad
para superarlo.
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