lunes, 23 de septiembre de 2019

339. ¿Qué hace la gracia de Dios con nosotros? -CATEQUESIS-


La gracia de Dios nos introduce en la vida interior del Dios trinitario,  en el intercambio de amor entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.  Nos capacita para vivir en el amor de Dios y para obrar a partir de  este amor. [1999­2000,2003­2004,2023­2024] La gracia nos ha sido infundida de lo alto y no se puede explicar por causas  intramundanas (gracia sobrenatural). Nos convierte en hijos de Dios  ­especialmente por el Bautismo­ y herederos del cielo (gracia santificante o  divinizadora). Nos otorga una inclinación interior permanente al bien (gracia  habitual). La gracia nos ayuda a conocer, querer y hacer todo lo que nos  conduce al Bien, a Dios y al cielo (gracia actual). La gracia se da de modo  especial en los sacramentos, que por voluntad de nuestro Redentor son  lugares destacados del encuentro con Dios (gracia sacramental). También se  muestra en especiales dones de gracia que se conceden a cristianos  individuales (CARISMAS) o en fuerzas especiales prometidas al estado del  matrimonio, del Orden y al estado religioso (gracia de estado).

1999. La gracia de Cristo es el don gratuito que Dios nos hace de su vida infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para sanarla del pecado y santificarla: es la gracia santificante o divinizadora, recibida en el Bautismo. Es en nosotros la fuente de la obra de santificación (cf. Jn 4, 14; 7, 38-39):

2000. La gracia santificante es un don habitual, una disposición estable y sobrenatural que perfecciona al alma para hacerla capaz de vivir con Dios, de obrar por su amor. Se debe distinguir entre la gracia habitual, disposición permanente para vivir y obrar según la vocación divina, y las gracias actuales, que designan las intervenciones divinas que están en el origen de la conversión o en el curso de la obra de la santificación.

2023. La gracia santificante es el don gratuito que Dios nos hace de su vida, infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para curarla del pecado y santificarla. 

2024. La gracia santificante nos hace “agradables a Dios”. Los carismas, que son gracias especiales del Espíritu Santo, están ordenados a la gracia santificante y tienen por fin el bien común de la Iglesia. Dios actúa así mediante gracias actuales múltiples que se distinguen de la gracia habitual, que es permanente en nosotros.  

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