lunes, 23 de septiembre de 2019

332. ¿Dónde se muestra la solidaridad de los cristianos con las demás personas? -CATEQUESIS-



Los cristianos se comprometen a favor de estructuras  sociales justas. A ello pertenece el que todos los  hombres tengan acceso a los bienes materiales y  espirituales de esta tierra. Los cristianos también se  preocupan de que se respete la dignidad del trabajo  humano, a lo que corresponde un salario justo.  También la transmisión de la fe es un acto de  solidaridad con todos los hombres. [1939­1942,1948] La solidaridad es el signo práctico en el que se reconocen los  cristianos. Pues ser solidario no es únicamente un mandato de  la razón. Jesucristo, nuestro Señor, se ha identificado  plenamente con los pobres y los más pequeños (Mt 25,40).  Negarles a ellos la solidaridad supondría rechazar a Cristo.

1939. El principio de solidaridad, expresado también con el nombre de ―amistad‖ o ―caridad social‖, es una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana (cf. SRS 38-40; CA 10): Un error capital, ―hoy ampliamente extendido y perniciosamente propalado, consiste en el olvido de la caridad y de aquella necesidad que los hombres tienen unos de otros; tal caridad viene impuesta tanto por la comunidad de origen y la igualdad de la naturaleza racional en todos los hombres, cualquiera que sea el pueblo a que pertenezca, como por el sacrificio de redención ofrecido por Jesucristo en el altar de la cruz a su Padre del cielo, en favor de la humanidad pecadora‖ (Pío XII, Carta enc. Summi pontificatus).

1942. La virtud de la solidaridad va más allá de los bienes materiales. Difundiendo los bienes espirituales de la fe, la Iglesia ha favorecido a la vez el desarrollo de los bienes temporales, al cual con frecuencia ha abierto vías nuevas. Así se han verificado a lo largo de los siglos las palabras del Señor: ―Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura‖ (Mt 6, 33): «Desde hace dos mil años vive y persevera en el alma de la Iglesia el sentido de responsabilidad colectiva a favor de todos, que ha impulsado e impulsa todavía a las almas hasta el heroísmo caritativo de los monjes agricultores, de los libertadores de esclavos, de los que atienden enfermos, de los mensajeros de fe, de civilización, de ciencia, a todas las generaciones y a todos los pueblos con el fin de crear condiciones sociales capaces de hacer posible a todos una vida digna del hombre y del cristiano» (Pío XII, Mensaje radiofónico del 1 de junio de 1941).

 1948. La solidaridad es una virtud eminentemente cristiana. Es ejercicio de comunicación de los bienes espirituales aún más que comunicación de bienes materiales.

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